Esta es la cara del violador que la vea todo el mundo pasarla por los foros , facebook , blogs
Un varón de 45 años con antecedentes penales por violencia de género y violación ha sido detenido este pasado sábado en Leioa (Bizkaia) acusado de un delito de agresión sexual. La víctima, una niña de 10 años, a quien mantuvo retenida en un bloque de viviendas.
"Ahora mismo no me quedaría aquí solo"
Un amigo de la niña secuestrada en Leioa por un hombre que intentó agredirla relata sus sensaciones
intento de agresión sexual a una niña
La zona de Errekalde, donde ocurrió el suceso, vivía ayer entre el estupor y el temor
Leioa. La plaza Errekalde y su entorno destacaban por ser una zona tranquila, por ser una de las zonas de esparcimiento y ocio preferida por los vecinos de Leioa. Los niños jugaban, mientras sus padres, rebosaban confianza ya que sus hijos estaban en un lugar seguro.
Esa tranquilidad y esa confianza saltaron por los aires la tarde del sábado poco antes de las 20.00 horas, cuando un hombre de 45 años y con varios antecedentes penales por violación y violencia de género, asaltó a la entrada de un portal a una niña de diez años y la retuvo a punta de cuchillo en unos camarotes del edificio con la intención de agredirla sexualmente. La intervención de los vecinos, alertados por la desaparición de la pequeña, evitó que el ataque se consumase. Pese a que el presunto agresor fue detenido por la Ertzaintza en el mismo lugar de los hechos, el temor y la inseguridad se ha apoderado de los leiotarras.
En la mañana de ayer no había otro tema de conversación en la plaza Errekalde y su entorno. Un niño juega con su patinete en la plaza con otro amigo. Parece que es ajeno al revuelo que ha generado el suceso del sábado, pero nada más lejos de la realidad. En cuanto se percata de la presencia de DEIA, el chaval se acerca para, curiosamente, relatar sus sensaciones. "Venís por lo de la niña de ayer, ¿verdad? Es mi amiga, todo pasó cuando iba a subir ella a casa", indica a modo de guía justo al lado del portal donde vive la pequeña con su familias.
Este amigo, de la misma edad que la víctima, reconoce que tiene miedo y asegura rotundo como "yo ahora mismo no bajaría, ni me quedaría aquí solo". Después de dejar ese mensaje de temor en el ambiente cogió de nuevo el patinete y se marchó en compañía de su amigo, que no quiso decir nada.
Pena y rabia Miedo, temor, inquietud que no solo afecta a estos chavales, también a los numerosos aitas y amas que habitualmente frecuentan esta plaza en compañía de sus hijos. "Me da muchísima pena y rabia lo que ha pasado, no se está totalmente seguro en ningún sitio", indica una mujer que pasea por Errekalde junto a su hija. Esta leiotarra que quiere mantener el anonimato, reconoce que "esta zona es muy tranquila, los niños juegan aquí mucho, pero a partir de ahora voy a estar mucho más intranquila que antes".
Para un grupo de vecinos, la intranquilidad comenzó horas antes del suceso, ya que el jueves y el propio sábado al mediodía, detectaron a un hombre de actitud sospechosa en la zona. Las alarmas se encendieron más si cabe el mediodía del sábado cuando un individuo "se dedicaba a mirar a las niñas del parque continuamente y hablaba en alto, decía cosas extrañas, tenía una actitud muy desafiante y parecía estar desequilibrado mentalmente", explica un vecino de la zona.
"Nunca en diez años que llevo viviendo aquí, había visto una actitud tan rara de alguien y justo horas después va y ocurre esto, es para sospechar, sería mucha casualidad que no estuviese relacionada una cosa con la otra", prosigue este vecino de la zona que no quiere revelar su identidad.
"Era un hombre corpulento y con el pelo muy corto y, por lo que se ve, el detenido tiene esas características". Pero la incógnita de si el individuo que ha estado por la zona en los últimos días y el autor material de los hechos son la misma persona, sigue abierta. "Ojalá sea la misma persona, ojalá, por nuestra seguridad sería lo mejor", clama otro vecino. "Es lo que más inseguros nos hace sentir ahora, el hecho de no saber quién es".
"Enseñarnos su cara" Además del hecho en sí, otra cuestión que indigna sobre manera a los usuarios de la plaza Errekalde es la forma en que la Ertzaintza gestionó la detención del presunto agresor. "Vimos cómo lo sacaron del edificio y les pedimos a los ertzainas que, por favor nos enseñasen su cara", afirma un grupo de vecinos. Querían conocer su rostro para "saber quién es la persona que ha hecho que Errekalde pierda la tranquilidad", indicaron.
"No iba a pasar nada, no le íbamos a atacar ni mucho menos, pero necesitamos saber quién es por si algún día vuelve por aquí a hacer de las suyas, así podemos detectarlo antes y avisar a la policía", explican. Ese temor puede incrementarse al conocerse el hecho de que el agresor es reincidente y que tiene un amplio pasado delictivo en cuestiones de violencia de género y agresiones sexuales. "Nos sentimos agraviados, por proteger al agresor, se han olvidado de protegernos a nosotros.", protestan los vecinos. "Mira si cuidaron ese aspecto que metieron la ambulancia hasta justo la puerta del portal. Nos sentimos totalmente desprotegidos".
EL BARRIO CAMBIARÁ Mientras tanto, había vecinos que, ausentes en el momento de producirse los hechos, se enteraban a primeras horas de la mañana de ayer de lo sucedido. Es el caso de Toño y Sara una pareja que son padres de un niño de diez años. "No sabíamos nada y nos hemos quedado muy sorprendidos porque aquí nunca había algo parecido". Nada más conocer la noticia, estos padres aseguran que este hecho "nos hará cambiar como padres". "Ahora les bajaremos aquí al parque con menos tranquilidad, sabemos que esto ha sido un hecho aislado, pero ya no será lo mismo, tenemos este antecedente y eso marca".
Alberto Zarzuela juega con sus hijos y su sobrina, pero aún se muestra "sorprendido" por lo ocurrido. "Yo, personalmente, a partir de ahora estaré más alerta para que no ocurra nada, porque nunca había pasado nada aquí, pensábamos que estábamos seguros y ya ves lo que ha pasado", señala.
La inquietud, la desconfianza y la sorpresa han ocupado el lugar de la tranquilidad que primaba en este punto de Leioa que sigue conmocionado por lo ocurrido el pasado sábado. "Esperemos que con el tiempo recuperemos la tranquilidad y la confianza, pero sabemos que no será como antes", concluyen Toño y Sara.
Fuente***[deia.com]
Esa tranquilidad y esa confianza saltaron por los aires la tarde del sábado poco antes de las 20.00 horas, cuando un hombre de 45 años y con varios antecedentes penales por violación y violencia de género, asaltó a la entrada de un portal a una niña de diez años y la retuvo a punta de cuchillo en unos camarotes del edificio con la intención de agredirla sexualmente. La intervención de los vecinos, alertados por la desaparición de la pequeña, evitó que el ataque se consumase. Pese a que el presunto agresor fue detenido por la Ertzaintza en el mismo lugar de los hechos, el temor y la inseguridad se ha apoderado de los leiotarras.
En la mañana de ayer no había otro tema de conversación en la plaza Errekalde y su entorno. Un niño juega con su patinete en la plaza con otro amigo. Parece que es ajeno al revuelo que ha generado el suceso del sábado, pero nada más lejos de la realidad. En cuanto se percata de la presencia de DEIA, el chaval se acerca para, curiosamente, relatar sus sensaciones. "Venís por lo de la niña de ayer, ¿verdad? Es mi amiga, todo pasó cuando iba a subir ella a casa", indica a modo de guía justo al lado del portal donde vive la pequeña con su familias.
Este amigo, de la misma edad que la víctima, reconoce que tiene miedo y asegura rotundo como "yo ahora mismo no bajaría, ni me quedaría aquí solo". Después de dejar ese mensaje de temor en el ambiente cogió de nuevo el patinete y se marchó en compañía de su amigo, que no quiso decir nada.
Pena y rabia Miedo, temor, inquietud que no solo afecta a estos chavales, también a los numerosos aitas y amas que habitualmente frecuentan esta plaza en compañía de sus hijos. "Me da muchísima pena y rabia lo que ha pasado, no se está totalmente seguro en ningún sitio", indica una mujer que pasea por Errekalde junto a su hija. Esta leiotarra que quiere mantener el anonimato, reconoce que "esta zona es muy tranquila, los niños juegan aquí mucho, pero a partir de ahora voy a estar mucho más intranquila que antes".
Para un grupo de vecinos, la intranquilidad comenzó horas antes del suceso, ya que el jueves y el propio sábado al mediodía, detectaron a un hombre de actitud sospechosa en la zona. Las alarmas se encendieron más si cabe el mediodía del sábado cuando un individuo "se dedicaba a mirar a las niñas del parque continuamente y hablaba en alto, decía cosas extrañas, tenía una actitud muy desafiante y parecía estar desequilibrado mentalmente", explica un vecino de la zona.
"Nunca en diez años que llevo viviendo aquí, había visto una actitud tan rara de alguien y justo horas después va y ocurre esto, es para sospechar, sería mucha casualidad que no estuviese relacionada una cosa con la otra", prosigue este vecino de la zona que no quiere revelar su identidad.
"Era un hombre corpulento y con el pelo muy corto y, por lo que se ve, el detenido tiene esas características". Pero la incógnita de si el individuo que ha estado por la zona en los últimos días y el autor material de los hechos son la misma persona, sigue abierta. "Ojalá sea la misma persona, ojalá, por nuestra seguridad sería lo mejor", clama otro vecino. "Es lo que más inseguros nos hace sentir ahora, el hecho de no saber quién es".
"Enseñarnos su cara" Además del hecho en sí, otra cuestión que indigna sobre manera a los usuarios de la plaza Errekalde es la forma en que la Ertzaintza gestionó la detención del presunto agresor. "Vimos cómo lo sacaron del edificio y les pedimos a los ertzainas que, por favor nos enseñasen su cara", afirma un grupo de vecinos. Querían conocer su rostro para "saber quién es la persona que ha hecho que Errekalde pierda la tranquilidad", indicaron.
"No iba a pasar nada, no le íbamos a atacar ni mucho menos, pero necesitamos saber quién es por si algún día vuelve por aquí a hacer de las suyas, así podemos detectarlo antes y avisar a la policía", explican. Ese temor puede incrementarse al conocerse el hecho de que el agresor es reincidente y que tiene un amplio pasado delictivo en cuestiones de violencia de género y agresiones sexuales. "Nos sentimos agraviados, por proteger al agresor, se han olvidado de protegernos a nosotros.", protestan los vecinos. "Mira si cuidaron ese aspecto que metieron la ambulancia hasta justo la puerta del portal. Nos sentimos totalmente desprotegidos".
EL BARRIO CAMBIARÁ Mientras tanto, había vecinos que, ausentes en el momento de producirse los hechos, se enteraban a primeras horas de la mañana de ayer de lo sucedido. Es el caso de Toño y Sara una pareja que son padres de un niño de diez años. "No sabíamos nada y nos hemos quedado muy sorprendidos porque aquí nunca había algo parecido". Nada más conocer la noticia, estos padres aseguran que este hecho "nos hará cambiar como padres". "Ahora les bajaremos aquí al parque con menos tranquilidad, sabemos que esto ha sido un hecho aislado, pero ya no será lo mismo, tenemos este antecedente y eso marca".
Alberto Zarzuela juega con sus hijos y su sobrina, pero aún se muestra "sorprendido" por lo ocurrido. "Yo, personalmente, a partir de ahora estaré más alerta para que no ocurra nada, porque nunca había pasado nada aquí, pensábamos que estábamos seguros y ya ves lo que ha pasado", señala.
La inquietud, la desconfianza y la sorpresa han ocupado el lugar de la tranquilidad que primaba en este punto de Leioa que sigue conmocionado por lo ocurrido el pasado sábado. "Esperemos que con el tiempo recuperemos la tranquilidad y la confianza, pero sabemos que no será como antes", concluyen Toño y Sara.
Fuente***[deia.com]
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