DANIEL SERRANO Yo me acordé de cuando Federico Jiménez Losantos dijo que a él le gustaría matar a tiros a los de Podemos, y ningún compañero se levantó de la mesa ni protestó. Y no sólo eso, sino que a Losantos le invitaron al cumpleaños de Vargas Llosa
Lo de la procacidad, supongo, es porque dijo no sé qué de masturbarse para criticar a algunos periodistas y cometió la estupidez (las cosas como son) de mencionar a un periodista en concreto llamado Álvaro Carvajal, [del periódico El Mundo].
Salieron en tromba los chicos (y chicas) de la prensa a decir que hasta ahí podíamos llegar y, en parte, tenían un poco de razón, pero yo me acordé de cuando Federico Jiménez Losantos dijo que a él le gustaría matar a tiros a los de Podemos, y ningún compañero se levantó de la mesa ni protestó. Y no sólo eso, sino que a Losantos le invitaron al cumpleaños de Vargas Llosa. La APM no recuerdo que levantase el dedo y alertase de lo poco ejemplar de amenazar con un tiro a bocajarro al prójimo.
La APM, para quien no conozca tal asociación, es una cosa a la que se inscribían los periodistas para tener médico privado. Resulta que ese servicio lo pagaba la Comunidad de Madrid con dinero público, y entre Podemos, PSOE y Ciudadanos se lo quitaron. Hubo llanto y crujir de dientes y los honrados trabajadores de la prensa se quedaron sin ir a la Jiménez Díaz, hospital que (según dicen) está muy bien para dar a luz.
Pero vayamos al lío. ¿Ttiene derecho Pablo Iglesias a criticar a un periodista concreto e ironizar con su habitual colmillo? Pues, hombre, según. Si el periodista es Paco Marhuenda o Eduardo Inda, que dirigen medios y pueden defenderse a voces, más bien sí. Pero el pobre Álvaro Carvajal es un plumilla de a pie y a esos se nos tiene que tratar con piedad cristiana.
Cualquiera que haya trabajado en un medio sabe que el periodista está sujeto a contradicciones y que, sí, en mi hambre mando yo, pero en este sector hay mucha hambre y decirle a tu jefe que no te toque un titular pues, en fin, no suele ser un procedimiento adecuado para conservar el puesto.
Los periodistas hacemos lo que podemos y es verdad que en el caso de Podemos (valga la redundancia) hay verdaderos militantes que se suman con gusto a ciertas campañas de intoxicación. Lo de los papeles sobre la supuesta financiación ilegal de Podemos olía directamente a mierda pero, aún así, se aireó en medios de risa y en medios serios como si se sostuviese.
Luego están los que dicen que se aburren mucho con esta situación de bloqueo político habiendo vivido decenios de verdadero aburrimiento bipartidista. Hombre, nos pagan para no aburrirnos contando la actualidad política que, por otra parte, está de lo más entretenida (me parece a mí).
Dicho todo esto alguien tendría que aconsejar a Pablo Iglesias que cuente hasta diez antes de decir ciertas cosas.
En fin, mi solidaridad con Álvaro Carvajal (sobre todo como miembro de una redacción que va a ser sometida a un cruento ERE), pero tampoco sobreactuemos ya que esta profesión tiene problemas mucho más graves que unas declaraciones desafortunadas de Pablo Iglesias.
Daniel Serrano
Juan Carlos Monedero - En defensa del periodismo
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Comentario del cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero
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