Conflictos mundiales * Blog La cordura emprende la batalla


martes, 24 de mayo de 2016

Así logró Vitoria ser una de las ciudades más verdes de Europa


En los nuevos barrios, naturaleza y urbanismo se fusionan en armonía. Foto: VGreencapital2012
En los nuevos barrios, naturaleza y urbanismo se fusionan en armonía.




Que Vitoria se haya situado entre las ciudades más sostenibles del mundo –en 2012 recibió el galardón European Green Capital de la UE, que reconoce a la ciudad más comprometida con el medio ambiente – y sea una adelantada en el reciclaje y tratamiento de residuos urbanos se debe en gran parte a una conciencia ciudadana muy alta, y también a una apuesta decidida de sus gestores municipales desde los años ochenta. Hemos visitado la ciudad para contar cómo es y cómo lo han conseguido.


POR MARÍA JOSÉ DÍAZ DE TUESTA


“Funciona bien porque los ciudadanos de Vitoria funcionan muy bien”, observa Joseba Sánchez, jefe del Área de Gestión de Residuos del Ayuntamiento.


Detrás de este éxito que explica por qué Vitoria y no otra ciudad es líder en esta materia se esconde una historia que surgió hace tres décadas y en la que se mezclan felizmente una decidida apuesta por lo ecológico; un equipo técnico que contra viento y marea, y teniendo enfrente sectores con fuertes intereses, sigue adelante con el impulso decidido del entonces José Ángel Cuerda, primer alcalde de Vitoria de la etapa democrática, desde 1979 a 1999, que luego asumieron otros cuatro alcaldes; y, cómo no, muchas dosis de valentía y visión de futuro.


Curiosamente, una crisis, la de los años ochenta (y cuantiosos fondos que España recibió de la UE para fomentar la economía y crear empleo) fue el germen que sentó las bases para hacer de Vitoria una ciudad verde. Luis Andrés Orive es ingeniero de Montes y doctor en Paisajes que, por razones familiares, se trasladó en esa época a Vitoria. Le llama el alcalde y crea el Centro de Estudios Ambientales (CEA), que hoy dirige, de donde arrancó todo en 1991. “Nuestro sueño era recuperar la periferia que, como en todas las ciudades, estaba muy degradada, restaurar el paisaje y devolver el espacio a los ciudadanos”, recuerda Andrés.


La ciudad consigue el galardón de capital verde en 2012. Foto: VGreencapital2012

 La ciudad consigue el galardón de capital verde en 2012


Este sueño se materializa en un mega-proyecto denominado Anillo Verde, un conjunto de cinco parques periféricos recuperados (Armentia, Olarizu, Salburua, Zabalgana, Zadorra y Errekaleor) que abrazan la ciudad. La técnica que se utilizó fue la de “conectar ecológicamente” dos ecosistemas: los montes de Vitoria y el río Zadorra, un afluente del Ebro cuyo caudal discurre casi en su totalidad por Álava.


De ahí su riqueza natural y la gran diversidad de ambientes, bosques, ríos, humedales, campos de cultivo, setos…, donde se puede disfrutar de casi todo: desde observar aves y ciervos hasta pasear a caballo. De momento (aún faltan por construir más conexiones), es un espacio de 47 kilómetros de itinerarios y sendas urbanas al que se puede acceder fácilmente desde el centro de la ciudad caminando o en bicicleta, con una amplia red de equipamientos para el ocio y la formación en valores ecológicos.



La plaza de la Virgen Blanca, centro de reunión de Vitoria. Foto: VGreencapital2012


La plaza de la Virgen Blanca, centro de reunión de Vitoria. 


Ponerlo en pie no fue una empresa fácil. El boom inmobiliario despertó las ansias especulativas y estas intervenciones sostenibles chocaban con los intereses de promotores, de los departamentos de Obras Públicas, Carreteras y Caminos, que querían realizar proyectos convencionales, explica Andrés. “Por ejemplo, en Salburua, en lugar del humedal que tenemos hoy en el corazón de la ciudad [declarado Humedal de Importancia Internacional por el Convenio Ramsar en 2002] se hubiera construido un enorme parque de ocio horroroso, con espacios comerciales, cines, aparcamientos y demás; y en los montes, frente a las siete presas que planteaba el proyecto original, hoy es un parque natural”. Otro tanto ocurre con la canalización del Zadorra: “Si no es por una política de especial conservación, ahora sería un canal de hormigón”, apunta el director del CEA.


Pero nada de esto hubiera sido posible sin el apoyo ciudadano. “El Anillo Verde no se hizo por una concienciación social, pero sí hubo una interiorización por parte de los ciudadanos. Creo que es una cuestión cultural e histórica: en Álava había una tradición planificadora que organizaba el territorio para beneficio de todos. Y cuenta con una tradición de paseo; el ejemplo lo tenemos en el Paseo de la Senda, de Vitoria, una joya de más de 100 años”, añade el ingeniero de Montes.


Y si hay otra cuestión en la que la capital alavesa está considerada espejo donde se miran otras ciudades es en el reciclaje y tratamiento de residuos urbanos, cuyo éxito también tiene que ver (una vez más) con ese grado alto de conciencia de sus habitantes, “el gran pilar que hace que los rendimientos sean muy altos”, según Joseba Sánchez, jefe del Área de Gestión de Residuos.


La riqueza faunística de Salburua nos permite encontrarnos, a unos pasos del centro urbano, con imágenes como ésta. Foto: VGreencapital2012


La riqueza faunística de Salburua nos permite encontrarnos, a unos pasos del centro urbano, con imágenes como ésta.   



Ataria, el novedoso Centro de Interpretación de los Humedales de Salburua, es uno de los emblemas del Anillo Verde. Foto: VGreencapital2012


Ataria, el novedoso Centro de Interpretación de los Humedales de Salburua, es uno de los emblemas del Anillo Verde. 



La ciudad piensa en el futuro, abordando planes que aseguren el crecimiento sostenible. Foto: VGreencapital2012


La ciudad piensa en el futuro, abordando planes que aseguren el crecimiento sostenible.


Vitoria figura entre las 10 ciudades españolas que más recicla. Todos los residuos urbanos que se recogen de los contenedores (vidrio, cartón, papel, envases de plástico…) cuentan con instalaciones para tratarlos. “Que una ciudad de 250.000 habitantes disponga de plantas para hacerlo es extraordinario; lo normal es que los residuos se lleven a otras ciudades donde sí lo hacen. Para la basura también contamos con una planta para tratarla que en ciudades de este tamaño no hay”, explica Sánchez.


Y si en la recolecta de residuos, esta ciudad se adelantó con la recogida neumática (fue la primera junto a Barcelona en instalar en 2001 buzones en la calle), da una vuelta de tuerca con el vidrio, el residuo que más se recicla, en torno al 90%, el equivalente a 23,3 kilos por habitante al año frente a los 15,6 de media nacional. A la forma típica de recogida directa de los iglús verdes, Vitoria ofrece el servicio puerta a puerta para la hostelería, un problema especialmente grave en los cascos viejos de las capitales. “Históricamente es muy difícil entrar ahí con los camiones porque son calles estrechas y los hosteleros se veían obligados a salir de esa zona para depositar el vidrio.



 Y así se recoge directamente de la puerta”, explica Óscar Acedo, responsable en la zona norte de Ecovidrio, una entidad sin ánimo de lucro a la que el Ayuntamiento ha cedido la gestión del vidrio (recogida, mantenimiento, limpieza…), “con coste cero para las arcas municipales, y cuanto más se recoge, más se ahorra”. ¿El secreto de este éxito? Acedo, coincide: “Que los dirigentes políticos asuman este tipo de políticas medioambientales y los ciudadanos las hagan suyas llevan a que Vitoria se sitúe en la cima del reciclado”.



 por





No hay comentarios:

Publicar un comentario

GRACIAS POR TU OPINION-THANKS FOR YOUR OPINION