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miércoles, 22 de junio de 2016

Rajoy y su amigo íntimo el ministro niegan la mayor * Además de corrupto, inútil (Videoblog 'La Voz de Iñaki')




 El presidente en funciones desmiente a Jorge Fernández Díaz y afirma que hasta ayer no supo nada de la conspiración contra nacionalistas catalanes


El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, ha desmentido al ministro del Interior en funciones y amigo íntimo, Jorge Fernández Díaz, al asegurar este miércoles 22 de junio que no conocía que se hayan producido reuniones entre el ministro del Interior y el responsable de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso, en el mismo despacho del titular de Interior hasta que este martes le habló de ello el propio ministro, quien le aseguro que en esos encuentros se trataron temas de la competencia de ambas partes, “algo absolutamente normal”.


 De Alfonso achaca las filtraciones a una investigación en torno al PSC. En estas grabaciones, se escucha al ministro asegurar que Rajoy conocía todos los extremos de estas conversaciones. De este modo, como informa Público, el ministro del Interior informó a Rajoy de la presunta conspiración que tramó en su despacho con el director de la Oficina Antifraude de Catalunya, según consta en las grabaciones de las reuniones mantenidas en el despacho del ministro el 2 y el 16 de octubre de 2014.


En una entrevista en Onda Cero, recogida por Europa Press, el presidente en funciones ha dado estas explicaciones sobre las grabaciones difundidas por Público sobre una reunión entre Fernández Díaz y el director de esa Oficina, Daniel de Alfonso, de las que tuvo conocimiento este martes cuando el ministro se lo contó a raíz de las informaciones difundidas por dicho medio.


Rajoy ha añadido que no ha leído las transcripciones ni escuchado las grabaciones entre “dos personas que hablan de temas de su competencia”. “Y no tengo nada más que decir”, ha dicho, para insistir en que no quiere opinar sobre lo que desconoce. Tampoco sobre si es competencia del ministro y de la Oficina Antifraude charlar sobre los efectos políticos de la difusión de investigaciones sobre partidos políticos.


“El director de esa Oficina es un magistrado nombrado por el Parlament para nueve años, pidió ver al ministro para informar de investigaciones en marcha. Es cuanto sé, punto”, ha recalcado, y ha asegurado a continuación que no ha sido hasta este martes 21 de junio cuando se hicieron públicas las conversaciones cuando ha tenido conocimiento de la existencia del cargo de presidente de la Oficina Antifraude y también quién era.


Rajoy ha negado tajantemente que desde su Gobierno se hayan filtrado informaciones sobre investigaciones policiales que puedan afectar a partidos políticos. “Jamás. Garantizo que eso no se ha producido nunca”, ha dicho.


El ministro del Interior en funciones, Jorge Fernández Díaz, que se ha limitado a ordenar una investigación interna para conocer la procedencia de la filtración de la charla producida en su propio despacho oficial, ha afirmado este miércoles que “la verdadera conspiración” es que tres o cuatro días antes de unas elecciones generales aparezca una grabación de hace varios años “por fascículos, para hacer daño, sesgada y dirigida”, y no que él se reúna con tiene por tarea prevenir el fraude.


Respondía así el ministro a quienes le acusan de haber conspirado con el director de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC), Daniel de Alfonso, para buscar casos de corrupción que afectasen a líderes independentistas, a la luz de estas grabaciones difundidas por Público.


Por Diario16



 Además de corrupto, inútil (Videoblog 'La Voz de Iñaki')

Oír al ministro en plena ceremonia de la conspiración husmeando, rebuscando, hozando en el estercolero, con la esperanza de encontrar basura contra sus adversarios políticos, es una escena repugnante que además nos estremece



    
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Con el caso del ministro del Interior, el PP termina la campaña como vivió toda la legislatura, inmerso en la podredumbre y sin que nadie dimita.
 
 
Oír al ministro en plena ceremonia de la conspiración husmeando, rebuscando, hozando en el estercolero, con la esperanza de encontrar basura contra sus adversarios políticos, es una escena repugnante que además nos estremece.


Porque es legítimo deducir que el ministro ha debido actuar de forma parecida en otras circunstancias, ‘apatrullando’ por los recovecos del país, no para localizar enemigos de la paz pública sino enemigos de su partido.





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