El Banco de España advierte
de que las dificultades para bajar los salarios podrían perjudicar la
consolidación de las ganancias de competitividad obtenidas en los
últimos años, y aboga por potenciar la contratación indefinida evitando
su “excesiva” protección para no desincentivar la creación de empleos
estables. Así lo recoge en su Informe Anual 2015, en el que señala que
el mercado de trabajo español se enfrenta al reto de reducir el
“elevado” desempleo para evitar que una parte “considerable” de él se
convierta en estructural, y para favorecer un comportamiento más
dinámico de la productividad.
El organismo supervisor
valora la bajada de la tasa del paro, pero subraya que sigue “muy por
encima” de la observada en otros países, uno de los elementos que
explican el incremento de la desigualdad de la renta en España, y
sostiene que esta reducción no se ha trasladado con una intensidad
suficiente a los colectivos que llevan más tiempo desempleados.
En esta línea, apunta que
tampoco se observa un aumento “significativo” de las conversiones de
contratos temporales en indefinidos, que “habían mostrado una tendencia
claramente descendente desde el inicio de la crisis y que, en el período
más reciente, se mantienen en niveles reducidos”.
Por el contrario, el Banco
de España detecta un mejor comportamiento de los flujos de destrucción
de empleo indefinido, que se habrían moderado en 2015 hasta alcanzar
niveles similares a los observados antes de la crisis, si bien la
destrucción de empleo temporal “todavía mantiene cotas elevadas”.
Asimismo, indica que los
desempleados más jóvenes y los de más edad, aquellos con menor nivel de
formación y, sobre todo, aquellos que acumulan más tiempo en el
desempleo, muestran una probabilidad “significativamente más reducida”
de encontrar un empleo, con un “deterioro acusado” de las oportunidades
de empleo de los parados de larga duración.
El organismo supervisor
encabezado por Luis María Linde considera que la reducción del desempleo
exige actuaciones adicionales que permitan a las empresas optar por una
“adecuación” de las condiciones laborales a su situación específica y
refuercen su flexibilidad interna, en línea con las instituciones del
mercado de trabajo existentes en otros países europeos.
De igual forma, aboga por
potenciar el atractivo de la contratación indefinida “evitando que una
excesiva protección de este tipo de empleo acabe desincentivando la
creación de puestos de trabajo estable”.
También señala que las
políticas activas deberían contribuir a aumentar la empleabilidad de los
desempleados de larga duración que presentan niveles de cualificación
bajos, por lo que ve “crucial” mejorar la vinculación entre políticas
activas y pasivas.
En concreto, apuesta por
modernizar los servicios públicos de empleo e incrementar los recursos
disponibles en las políticas activas por desempleado, siendo “deseable”
relanzar las actividades de formación y orientación, que “en comparación
con otros países europeos, son relativamente escasas en España”, frente
a un peso “elevado” de los incentivos a la contratación, cuya
efectividad suele ser “limitada”.
En cuanto a los salarios, el
Banco de España apunta que la pauta de contención salarial se mantuvo
en 2015, si bien, en un entorno de inflación negativa, los salarios
reales aumentaron un 0,5% en el sector privado, en parte por el
abaratamiento del petróleo.
eldiario.es | 03/06/2016
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