Acabando de preparar la intervención en el debate de investidura en el @Congreso_Es.
En breve a la tribuna.
Mientras Pedro Sánchez y Mariano Rajoyintercambiaban dardos desde la tribuna del Congreso, Albert Rivera tomaba notas en su escaño. Ideas principales sobre las que armar su discurso: defensa del pacto de investidura firmado con el PP, pero mantener la distancia con Rajoy, y atacar al PSOE
por bloquear la situación.
"La mayoría de los españoles no nos fiamos
porque sus tesoreros y sus partidos están imputados. Porque no nos
fiamos hay que poner condiciones. Prefiero exigir, cumplir y vigilar lo
que hacen los que tienen que gobernar", ha dicho Rivera.
"Hay 100 medidas comunes a aplicar en un espacio común para políticas de consenso entre los conservadores, el centro y los socialistas. ¿Por qué entonces bloqueamos la investidura? ¿Por qué no nos ponemos a trabajar? ¿Por qué no dejamos de hablar del quién y hablamos del qué?", han sido las preguntas lanzadas a Rajoy y Sánchez.
En una suerte de viaje a la infancia, Rivera ha recordado que él prefiere jugar a unir los puntos con el lápiz que a buscar las siete diferencias. Cree que el dibujo final es el "proyecto común español". A PP y PSOE les ha dicho que tienen más puntos en común "de lo que creen".
Llamamiento a Sánchez
Y aunque los estrategas de Ciudadanos consideran que es a Rajoy a quien corresponde lograr el apoyo de Sánchez, y se muestran molestos con que llegados a estas alturas no le haya hecho una oferta concreta de cesión, Rivera ha apelado directamente al líder socialista para que reconsidere su voto en contra. "No me veo capaz de mirar a los ojos de los españoles y decirles que por mi sillón, por la Ejecutiva de mi partido o no sé qué carguito este país no se pone en marcha. No me veo capaz", ha sido la alusión directa.
El líder naranja ha emplazado a Sánchez a que haga fuerza con sus 85 diputados, que son claves para que Rajoy pueda ser investido -la suma PP-C's-CC no da- y para legislar durante la gobernabilidad, pues los votos del PSOE son necesarios para las reformas de más calado. "Señor Sánchez, usted y yo hemos llegado a acuerdos. Compartimos un espacio común. Le pido que reflexione sobre el papel que puede hacer el PSOE. Usted, yo y Podemos si quiere sumarse, podemos legislar, hacer los cambios que el PP no quiere. Sumar fuerzas para hacer reformas", le ha emplazado.
"Le pido que valore la dimensión de la importancia de sus 85 escaños. Es mucha la potencia. Utilicémosla para no bloquear España, si no para legislar".
Rivera ha enumerado muchas de las medidas acordadas con el PP, en materia económica, laboral, social, educativa, de reforma institucional... Y ha dedicado tiempo a la corrupción. "Normalmente en la vida y en la política no se puede escoger entre lo que uno quiere, sino entre lo malo y lo menos malo", ha advertido.
"La corrupción es una de las exigencias más importantes. La mayoría de españoles no se fía de un partido que, discrepo con Rajoy, no ha sabido luchar contra la corrupción. No sé si ustedes se indignaron mucho o poco, pero hicieron pocas cosas contra ella. Empezando por su propio partido".
Y ha añadido: "Por eso hemos tenido que firmar un pacto contra la corrupción, porque no nos fiamos".
Y como hiciera en la reunión con su grupo parlamentario, para preparar la estrategia ante el debate de investidura, Rivera ha lanzado una suerte de amenaza a Rajoy: "Estoy de acuerdo en que puede no ser el mejor acuerdo, pero depende de usted. Si lo cumple puede ser un gran acuerdo. Si no, esto puede durar muy poco". Ya había anticipado que no descarta impulsar una moción de censura si el líder del PP logra gobernar y no cumple los puntos del pacto de investidura.
Rajoy, menos tirante con Rivera
Después de debatir con Sánchez a primera hora de la mañana, Rajoy tenía en su enfrentamiento con Rivera una de las papeletas más difíciles. Ayer, en su discurso inicial, el candidato había soslayado el pacto con Ciudadanos y frente a las novedades que éste incorporaba optó por defender su gestión. Hoy el presidente se ha mostrado menos tirante con Rivera e incluso ha dicho que cree que "nos vamos a llevar bien". De hecho, la llamada a la responsabilidad del PSOE que ha realizado Rivera ha servido a Rajoy de sustento para insistir en este mensaje, reiterar su disposición a dialogar con Sánchez y defender que él "lo ha intentado". Incluso ha reprochado a los socialistas, y de manera colateral a Ciudadanos, que no se le llamara cuando en febrero pasado firmaron su acuerdo. Esto Rivera después lo ha negado, recordando que le envió varias cartas y que hubo llamamientos públicos para que se sumaran al pacto.
Aunque el tono mantenido con Rivera ha sido amable, desprovisto en esta ocasión de todo el sarcasmo anterior, el candidato a la Presidencia no ha dejado pasar ni uno solo de los reparos que se ha hecho a su gestión. "Hay que hacer cambios pero no cambiarlo todo", ha señalado sobre el programa pactado, para añadir a continuación que en estos años "se han hecho cosas bien y mal por parte de todos, pero yo tengo que defender el balance de mi Gobierno".
En este sentido ha recordado sus logros económicos, ha amparado la lucha contra el fraude fiscal y los ingresos que ha generado en el último año, en lo que ha supuesto un apoyo explícito a Cristóbal Montoro. Y también ha defendido su política de educación que ha permitido rebajar a menos del 20% la tasa de abandono escolar temprano, cuando estaba situado por encima del 26%.
A estos apuntes Rajoy ha añadido una amplia reflexión sobre la corrupción. Ayer pasó de puntillas sobre ello, le ha dedicado hoy más atención en su réplica a Sánchez pero ha optado por no contestar abiertamente a las críticas de Rivera, a sus menciones a los tesoreros del PP y al hecho de que su partido vaya a ser juzgado como cooperador necesario.
El aspirante se ha elevado para hacer dos apuntes. Uno, que ya había hecho antes a lo largo de la mañana, que la mejor medida de regeneración democrática es que se permita que en España haya un Gobierno. Dos, que ante la corrupción se han "tomado decisiones" pero que a veces "se cometen grandes injusticias". "Lucha contra la corrupción, sí, pero también intentemos actuar con mesura, equilibro y justicia".
Ante la llamada que le ha hecho Rivera a que haga cesiones y se avenga a negociar con el PSOE, Rajoy ha concluido diciendo al líder de Ciudadanos que "si me puede ayudar estaría encantado pero no está fácil la cosa".
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