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domingo, 4 de septiembre de 2016

La mercantilización de la obesidad femenina

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LUCÍA MARTÍNEZ ARGÜELLES


Sé que este es un tema sensible. Y sé que yo no me caracterizo precisamente por mi diplomacia y saber estar. Así que voy a hacer un gran esfuerzo por llegar al final del post sin dar pie a que más del 50% de la población se sienta ofendida.


Me parece estupendo que todas aquellas que no entran en los cánones de belleza (¿quien entra en los cánones de belleza?) hagan un ejercicio de autoestima y de “quiérete a ti misma” y pongan una frase motivadora en su facebook y se sientan diosas. En serio lo digo, me parece genial.


 Las gordas, las bajas, las que tienen un pelo de mierda, las que tienen pocas tetas, las que tienen granos y las que tienen una verruga en la punta de la nariz. El post no va de eso, no va de autoestima, va de mercantilización y del uso con provecho comercial de un problema de salud. Lo digo por si nos podemos evitar los comentarios muy dignos y ofendidos en esa linea.


Y hablo en femenino porque no veo que el boom que estamos viviendo de “chica gorda tu también eres guay y puedes consumir” este afectando por igual al sector masculino. Que raro que el negocio se haga a costa del cuerpo de la mujer ¿no? que sorpresa…


Todo este boom de blogs de “chicas curvy”, marcas de ropa que sacan linea de tallas grandes, webs dedicadas al mundo “plus size” y demás merchandising alrededor de las mujeres con obesidad o franco sobrepeso me mosquea. Sé que es muy difícil salirse del argumento políticamente correcto de “ellas también tienen derecho a comprar en Mango y tener cosas monas” y “las gordas también son guapas, sexys y van a la moda” Qué si, joder, vamos a saltarnos las obviedades y lo políticamente correcto. Todo eso no lo discute nadie.


Pero, ¿Sabéis qué? Qué todo este movimiento de aceptación de las mujeres obesas no ha surgido hasta que la industria se ha dado cuenta de que había pasta que ganar y un vacío de mercado. No os quieren a vosotras, quieren vuestro dinero. Exactamente igual que antes de tener una linea plus size.


No ha cambiado nada. Sólo que ahora dirigen el marketing a más gente.


La población con sobrepeso no deja de aumentar, cada vez más mujeres jóvenes son obesas.


Y hablamos de una población que consumía mucha menos ropa y productos afines que la población con un peso que le permite comprar en Inditex, principalmente por falta de oferta. Y también por su nula representación en los estereotipos, aunque fuera con cien mil retoques.


Es un pedazo de tarta tan inmenso que a Mango le cunde sacar una linea de tallas grandes y venderla en tiendas dedicadas en exclusiva situadas en las principales vías comerciales del país, y es un detalle importante, porque en realidad les saldría mucho más barato ampliar su tallaje en la colección normal y venderlo en las tiendas que ya tiene. Eso si, su linea de tallas grandes la publicita usando modelos con mi ancho de cadera. Es que los tienen cuadrados.


La idea, como marketing, nos la están vendiendo de puta madre: hay que empoderar a las mujeres obesas, y las vamos a llamar “curvys” que queda mucho más fashion. Las marcas tienen que vender sus nuevas lineas a esa población cada vez más numerosa y que no les estaba consumiendo, por tanto hay que sacarlas en publicidad y en portadas de revistas femeninas.


 Que vean que las queremos, que tengan modelos que seguir, aspiraciones estéticas igual de imposibles que las que tiene la mujer en normopeso.


Y es que las modelos plus size están tan retocadas como las modelos tradicionales. Ni un gramo de celulitis y todo turgente. Es una obviedad decir que eso no es el cuerpo de una mujer obesa ni en sueños, eso es una creación de photoshop, exactamente igual que las fotos de chicas escuálidas.


No están trabajando por la aceptación de la mujer real ni chorradas por el estilo, nos están vendiendo la misma moto de belleza imaginaria ahora con más culo. Dejad de agradecerles que saquen chicas gordas en portada, joder, es la misma mierda retocada de siempre vendiendo un ideal inexistente que quieren que luches por alcanzar a golpe de visa. Lo único que pretenden es que esa parte del pastel que se estaban perdiendo y que no deja de crecer, también consuma.


Voy con la parte políticamente incorrecta: una persona obesa no es una persona saludable. Aunque “la analítica le salga bien”. Hay parámetros de salud que no se reflejan en una analítica de rutina, por ejemplo la inflamación sistémica que es común a la inmensa mayoría de obesos. Un exceso de grasa corporal no es sano ni es fisiológico y afecta a tu organismo te pongas como te pongas. Ser obeso es insano per se. Lo del fofisano es la misma patraña, por cierto.


Dejando de lado que ser obeso es además comprar un montón de boletos para la diabetes tipo dos, la hipertensión, los accidentes cardiovasculares, la infertilidad, la apnea del sueño, los problemas articulares, algunos tipos de cáncer, etc. La obesidad es un importante factor de riesgo para todos ellos. Una persona obesa tiene menor esperanza de vida y lo que es más importante, muchas posibilidades de perder calidad de vida prematuramente. Sí, aunque los análisis te salgan bien.


Hasta que te dejen de salir. Y tienes muchos números.


Así que tampoco vengamos ahora a vender la obesidad como un “aquí no pasa nada quiérete como eres” que es la sensación que tengo muy a menudo con este movimiento. Quiérete, por supuesto.


Pero pasar, pasa. Igual que pasa con la relación que hay entre promover un ideal de belleza femenina anormalmente delgado y el aumento de los trastornos de la conducta alimentaria. Pasa.


Desde luego, los dos ejemplos son muy distintos entre si, empezando porque uno en todo caso alentaría a perpetuar el estado o restarle importancia (obesidad) y el otro a adquirirlo (delgadez extrema). Y por supuesto, no sería éste que nos ocupa el único factor a considerar, ni de lejos.

 
El ambiente obesogénico en el que vivimos, la mala información nutricional en los medios, las tretas de la industria alimentaria, la ausencia de dietistas-nutricionistas en sanidad pública, la proliferación de malos consejos sobre alimentación, el sedentarismo… todo eso no ayuda. Pero de todo eso también se ocupa este blog en otros posts.


Y ojo, que creo que algunos blogs y webs en esa linea, si que hacen un gran trabajo que alguien tenía que hacer. Sólo critico la parte mercantilista (y machista) del uso de la obesidad femenina. Qué nadie se sienta atacado de manera indirecta, no es mi estilo.


Estamos haciendo apología de uno de los principales problemas de salud pública del primer mundo y lo presentamos como algo atractivo y disfrazado de “apoyo a la autoestima” porque da pasta, por un lado, mientras por otro usamos imágenes de mujeres que tienen de talla grande lo que yo de rubia o que están retocadas hasta la última célula.


Lo empaquetamos todo con el lazo de “el único problema es estético y que los cánones están mal” y a vender. Muy sano y muy lógico todo.


Es cuanto menos inquietante. Y sí, los cánones están mal, que duda cabe. Pero en la obesidad, la estética, es el menor de sus problemas.


¿Porque no hay esa megacampaña de “aceptación” para aquello que si son de verdad temas estéticos que no tienen mayor repercusión en la salud? que se yo, tener canas, tener orejas de soplillo o los pies feos. Tendría mucho más sentido orquestar una campaña de apoyo y aceptación para esos problemas ¿no? anuncios de ropa chachi en mujeres con canas, portada con modelo de orejas de soplillo… le veo toda la sensatez.


 Ah no calla, que aquí la autoestima de nadie nos importa un carajo, es puro postureo, aquí lo que importa es que pasen por caja.


Sí, ya me imagino que habrá quien esté pensando que qué fácil es hablar desde una talla 38. Y tenéis razón, probablemente lo sea. y es que no estoy hablando de que se dejen de consumir todos esos productos que tan bien se están vendiendo al sector juvenil obeso femenino.


Estoy hablando de que al menos seamos conscientes de que nos la están metiendo doblada y que encima no se “agradezca” a Vogue que haga una portada con chicas plus size de pacotilla (comparada con las modelos normales aquí es plus size cualquiera) photoshopeadas a morir, porque claro, culo gordo si, pero tetas caídas y muslos fláccidos no.


Qué no es que tengan en cuenta a ese sector de población, o bueno, en realidad si, pero solo con fines lucrativos y añadiéndolos a las mismas tretas de cosificación corporal y de valoración de la mujer por su físico de siempre, y a la idealización de una belleza imposible que ahora las gordas también van a luchar (y gastar) por alcanzar. No veo que hay de celebrable en el que se amplíe el tema a más población, la verdad.


Ser obesa no está reñido con ser guapísima, tener autoestima, ser mega sexy o gustar a los hombres/mujeres. Pero por favor, no os lo creáis porque os lo dicen las marcas o las webs que mercantilizan el tema de manera cantosa. Volvemos al sempiterno bucle de valorar a las mujeres por su cuerpo y a dejar que se use nuestra autoestima como moneda de cambio para hacer negocio.


Te quiero segura de ti misma para que vengas y me compres. Que seas más feliz me importa una mierda.


Pues anda y que les den a todos. Y chicas, coño, un poco de criterio.


Lucía Martínez Argüelles (Dimequecomes)



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