La esperpéntica y surrealista, casi un acto inquisitorial de exorcismo,
condena del Tribunal Supremo "no tiene ningún objeto", según el
presidente de la Comisión por la Dignidad y abogado Pep Cruanyes, porque
no tiene sujeto al que se le haga cumplir.
Un difunto no puede publicar la sentencia en ninguna parte, evidentemente y triste, en este caso de sainete nazional. La condena termina un largo litigio que arranca de un artículo que Pepe Rubianes escribió en un portal catalán raíz del difícil retorno de los papeles, robados por el fascismo, de Salamanca.
En esta
redacción, Pepe Rubianes calificaba el alcalde de Salamanca "de idiota" y
"desgraciado" por su negativa respecto a la salida de los papeles del
Archivo de la 'Guerra Civil' (hoy Centro de la Memoria Histórica). Y,
además, añadió la expresión: «¿Qué coño tiene que leer!». Rubianes
también explotar que esperaba que Julián Lanzarote «se ahogue en su
propia mierda».
Lanzarote sintió vulnerado su derecho al honor y por eso denunciarlo en primera instancia en el juzgado número 2 de Salamanca, que desestimó la petición. La Audiencia Provincial, sin embargo, en junio de 2007, reconoció la vulneración del derecho y condenó al humorista a publicar la sentencia durante dos días en el portal en el que apareció el artículo, según recoge EFE.
El Tribunal Supremo coincide en la valoración de la Audiencia Provincial de Salamanca, ya que considera que las manifestaciones de Rubianes "redundan en el descrédito de la persona afectada, que por su proyección pública y política tiene trascendencia social, comportando en sí mismas una descalificación inadmisible de reputación ".
la sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Xavier 0'Callaghan, también explica que Rubianes" no es una persona dedicada al mundo de la política, sino un tercero ajeno a este ámbito, no resultando de aplicación en consecuencia la doctrina relativa a lo que se ha denominado contienda política ». En la sentencia, el Supremo añade que «se puede discrepar, censurar y criticar con toda la fuerza que se estime necesaria, pero no insultar".
Ayer, Pep Cruanyes lamentaba que la justicia no hubiera tenido en cuenta la muerte de Rubianes y que no archivara la causa automáticamente. Cruanyes recordó que Rubianes siempre estuvo a su lado para reclamar unos papeles que aún deben terminar de volver. Para Cruanyes, Rubianes expresaba su «indignación» con su carácter personal por las campañas absurdas del alcalde para que no se volvieran los papeles.
La cruzada judicial de Lanzarote no termina ahí. Recientemente, la comunidad autónoma de Castilla y León intentó declarar el edificio del Archivo de Salamanca como bien de interés cultural, con la intención de retener de nuevo la documentación incautada a particulares, asociaciones e instituciones catalanas por las tropas franquistas raíz de la Guerra Civil.
El ministerio denegó la apertura del procedimiento. Recientemente, sin embargo, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha dado la razón a la comunidad autónoma y no permite que se detenga el proceso de catalogación del edificio, en el que también se incluye mobiliario y documentación.
A estas alturas, el Ministerio de Cultura estima presentar un recurso de casación. Sin
embargo, aclara Cruanyes, esta hipotética declaración de bien de
interés cultural "no podría detener nunca el retorno», ya que es previa
la ley que exige el retorno de los papeles confiscados a sus
propietarios.
En mayo pasado, se hacer un homenaje a la sala 1 del Club Capitol, donde el actor actuó durante años con Rubianes solamente y finalmente con la sonrisa etíope. El Grupo Balañá -propietarios del Capitol de la Rambla- rebautizaron la sala con el nombre de Pepe Rubianes.
También ese día trascendió el interés de la productora Mediapro de hacer una película sobre este actor y director tan querido y libertario galaico, informa El Punt.
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