Quien nísperos come…

Quien nísperos come y bebe cerveza, espárragos chupa y besa a una vieja, ni come, ni bebe, ni chupa ni besa.

Hay a quien se le han puesto los pelos como escarpias al asistir a la demostración de afecto del secretario general de Podemos, el ilustre don Pablo Manuel Iglesias Turrión, el ‘azote de la casta’ y reciente premio ‘Castigo para la prensa’ por la APP, con la presidenta del Congreso y monologuista vocacional doña Ana María Pastor Julián. 

Y no es para menos, porque resulta chocante esa complicidad –que va mucho más allá de la siempre recomendable cortesía (parlamentaria o no)– entre presuntos antagonistas declarados.

Que el señor Iglesias siente una especial inclinación al ósculo espontáneo ya lo sabíamos, porque en tres años ha dejado suficientes muestras de lo cariñoso que es, así en general. Pero aquí se ha escenificado una contradicción peligrosa muy vinculada a la convivencia con el contrario, que no es otra que la de disociar a la persona de sus actos.

Eso de relacionarse de manera más o menos habitual con los ‘compañeros de trabajo’ crea vínculos emocionales. Máxime si hablamos de un colectivo mucho más formado, educado y cortés de lo que se puede intuir de sus intervenciones públicas. En el trato cercano y privado hasta Hernando (o el mismo Inda si hablamos de periodistas) puede resultar una persona entrañable. No digamos ya Rajoy o la misma Ana Pastor. 

Y es inevitable no sentir algún tipo de nexo sentimental con ellos. Bueno, es inevitable excepto que tengas muy interiorizado lo que suponen las decisiones que toma esta gente y tengas muy asimilados sus efectos, o bien, si no se da el caso, tengas presente que esto puede ocurrir, y mantengas las distancias para no perder la objetividad y la imparcialidad que se te exige, y debieras exigirte.

Lo que ocurrió ayer no es un hecho anecdótico, ni es algo que carezca de un fondo muy preocupante. 

Esta persona a la que motu proprio y con tanto cariño dio ayer dos besos Pablo Iglesias, junto con los suyos, es responsable de que muchos niños (y más adultos) no tengan una alimentación en condiciones porque no se la pueden permitir. Es responsable de que exista una importante capa de la población que necesita trabajar sin medida de tiempo para malvivir.

 Y es responsable de que no suban unas pensiones de miseria, de que la sanidad se esté desmantelando o de que la educación pública sea cada día peor. Es responsable de todo aquello que se está haciendo en contra de las mayoría para beneficiar a una privilegiada minoría… y por muy simpática que sea, eso no merece tanta afectividad.

No imagino a Teresa Rodríguez o a Diego Cañamero, ni tampoco a Julio Anguita, dando semejante espectáculo. Y comprendo todas las debilidades humanas, porque homo sum… Pero quizá Iglesias debería plantearse hasta dónde tiene asimilado su propio discurso; su propio relato. Y sin demora. Porque hay complicidades que dicen mucho más de lo que muestran, y pueden ser el síntoma de una afección grave si no se trata a tiempo.

 Pepito Grillo

 Ana Pastor, sembrada en los premios de los periodistas parlamentarios

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 El presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, ha sido agraciado con el premio 'Luis Carandell' al mejor orador del Parlamento en 2016 que eligen los miembros de la Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).


"Lo celebro, es un acto de moderada justicia", ha comentado con sornma el líder del PP cuando este miércoles ha recibido el galardón en los pasillos del Congreso, ya que no pudo ir a recogerlo.


La sorpresa la dio la presidenta del Congreso y exministra de Fomento, la pontevedresa Ana Pastor.


En su improvisado discurso tiró de ironía y se convirtió en la más jaleada y aplaudida de la noche.


Tampoco acudió a esta cena que anualmente reúne a periodistas y parlamentarios el ex secretario general del PSOE Pedro Sánchez, distinguido como 'Azote del Gobierno'.


En el premio 'estrella' de la velada, Rajoy se impuso al líder de Ciudadanos, Albert Rivera, y los portavoces de Coalición Canaria, Ana Oramas, y del PNV, Aitor Esteban. En su ausencia, el premio lo recogió el ministro de Energía, Álvaro Nadal, quien se esforzó por no hacer un buen discurso para no 'eclipsar' al "jefe". "El año que viene voy, si Dios quiere", ha prometido el presidente.


Para recoger su galardón al 'Azote del Gobierno', Pedro Sánchez envió en su lugar a una de sus más cercanas colaboradoras y diputada del PSOE por Baleares Sofía Hernanz, quien aprovechó su discurso para cuestionarse si el portavoz de la Gestora del PSOE, Mario Jiménez, había tenido algo que ver con que a los afines al ex líder del PSOE les hubiera colocado en un sitio alejado de la sala donde tuvieron lugar la entrega de los premios.


En este año de dos legislaturas y tres debates de investidura, optaban también a ser 'azotes' del Gobierno el líder de Unidos Podemos, Pablo Iglesias, y los portavoces parlamentarios de Ciudadanos, Juan Carlos Girauta, y de Esquerra Republicana (ERC), Joan Tardà.


Hernando, azote de la oposición


Por el contrario, en esta edición el premio 'Azote de la Oposición' ha ido a parar al portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, que competía en esa categoría con su compañera de filas y presidenta de la Comisión de Pacto de Toledo, Celia Villalobos, así como con los portavoces adjuntos de ERC, Gabriel Rufián, y de Unidos Podemos, Irene Montero.


El premio 'naranja' de 'Mejor Relación con la Prensa' ha recaído en el portavoz de Compromís en al Cámara Baja, Joan Baldoví, un galardón por el que competía con Pablo Casado (PP) y los socialistas Patxi López y Margarita Robles, mientras que el 'limón' de 'Castigo para la Prensa' se lo ha llevado Pablo Iglesias, quien al recogerlo asumió en primera persona ese 'tirón de orejas' de los periodistas, eximiendo de toda culpa a sus colaboradores.


Y mientras tanto, el premio a los diputados y senadores más activos en las redes sociales, conocido como 'Parlamentario 2.0', se lo quedó el portavoz de Unidos Podemos, Íñigo Errejón, que lo disputaba con Gabriel Rufián (ERC) y los socialistas Susana Sumelzo y Eduardo Madina.

El caballo de la infanta


La 'Pregunta del millón' de 2016 fue un año más para el republicano Joan Tardà, quien tampoco pudo asistir a la cita por encontrarse convalenciente de una operación. En cualquier caso, su interrogante sobre si el caballo del que se cayó la Infanta Elena era de titularidad privada o pública como la otra pregunta sobre la 'barrera antinarcos' instalada en el río Guadarranque en Cádiz cosechó risas y los aplausos a partes iguales por parte de los asistentes a esta ceremonia.



Por último la también senadora del grupo confederal en el Senado, Virginia Felipe Santaelices se alzó con el premio al 'Senador del Año' --al que aspiraban Jokin Bilkdarratz (PNV); Pedro Sanz (PP) y Jesús Martín (PSOE)--, mientras que el del Eurodiputado del Año recayó en Ernest Urtasun (ICV), quien ganó la 'batalla' a Esteban González Pons (PP), Elena Valenciano (PSOE), Carolina Punset (Ciudadanos).

El 'momentazo' de Pastor


Durante la cena, además de tomar la palabra la presidenta de la Asociación de Periodistas Parlamentarios, Anabel Díaz, lo hizo, como es ya tradición, la presidenta del Congreso, la 'popular' Ana Pastor, quien se estrenó en estas lides con un discurso que puso en pie a todo el auditorio, que no dudó en jalearla con gritos de "presidenta".


En su alocución, Pastor hizo un repaso de todas las anécdotas de la gala y tuvo palabras para todos los premiados, para lo cual tiró de mucho sentido del humor y bastante ironía. Su relato, según ella mismo confesó, lo preparó durante la cena, en la que se le pudo ver tomar notas de todo.