“Ha sido muy triste”. Estas demoledoras palabras de nada y nada menos que Aritz Aduriz recogen el sentir de una gran parte de la afición vasca y de alguna manera, de toda aquella persona que ve en la Euskal Selekzioa el mejor escaparate para la histórica reivindicación de una mayoría de la sociedad: la oficialidad de nuestras selecciones deportivas.
“Los jugadores queremos mandar este mensaje a quien corresponda, porque todos hacemos el máximo esfuerzo para estar aquí ayudando, pero hay que dar una vuelta a este partido” sentenciaba Aduriz. El aspecto de un desangelado San Mamés no ha hecho ningún bien al clamor por la oficialidad. Los “enemigos” de este proyecto tienen en bandeja el fácil argumento del escaso respaldo recibido.
Lo cierto es que la afición vasca está cansada de “paripés”. No podemos echar y descansar la culpa en la falta de respaldo de la afición. No podemos achacar el fracaso a que la gente tenía otros compromisos. No podemos ni debemos escurrir el bulto. Debemos analizar y buscar responsabilidades.
El nuevo San Mamés ofrece unas condiciones espectaculares para haber convertido este partido en algo más que un elemento pseudofolklórico y “recaudativo”.
Una enorme explanada donde poner un pequeño escenario para conciertos, txosnas, exhibiciones de Herri Kirolak, llenar el palco “VIP” con deportistas élite de toda clase que apoyan este proyecto, esta reivindicación.
Una manifestación acordada con las aficiones de nuestros clubes vascos, 5 de ellos en Primera División, todos juntos, sin rivalidad, con un color compartido el verde. Un vídeo spot para promocionar el partido, de esos que se llevan ahora tanto, que llegan al corazón y se viralizan “sólos”.
El más sincero aplauso a las personas que aún con todo acudieron a este partido con la causa de la reivindicación en sus corazones. Sin embargo, ha llegado el momento de dejar de echar balones fuera.
En 2020 San Mamés será sede de algunos partidos de la Eurocopa 2020. ¿Debe la afición vasca resignarse a estos partidos residuales y aspirar a competir amistosos en fechas FIFA? ¿Tenemos que contemplar como selecciones de otros estados y/o naciones llenan nuestra propia casa, sin tan siquiera haber hecho todo lo posible por estar allí?
Parece que la próxima legislatura se abordará el debate del nuevo Estatus donde se recogerá la existencia de una nación, la vasca. Algunos partidos ponen el matiz de no ir al concepto político de la misma y abogan por un reconocimiento de la misma a nivel cultural. Pero… ¿acaso el deporte no es cultura? Pues eso, una nación, una selección. Trabajemos codo con codo por ello y arrastremos a esos agentes a los que les cuesta dar pasos. Gora Euskal Selekzioa!
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