La sentencia de las cláusulas suelo produce una fuerte desazón en el Gobierno
Un nuevo SMS del presidente
del Gobierno intentando consolar a la delincuencia organizada ha vuelto a
mostrar a los españoles un Rajoy tierno, amistoso y sencillo, muy lejos
del matonismo de los fiscales del Tribunal de Justicia de la Unión
Europea y del revanchismo rabioso de los ciudadanos hipotecados.
“Son unos bandidos, pero son
nuestros bandidos”, ha declarado Rajoy para justificar su mensaje de
ánimo a una cuadrilla de hijos de puta que, en última instancia, cuentan
con la ayuda de la Policía para derribar las puertas de las casas de
las familias a quienes desahucian y que alimentan a enormes jaurías de
abogados psicópatas capaces de perseguir, acorralar y estafar a
pensionistas y jubilados para robarles hasta el último céntimo que han
conseguido ahorrar a lo largo de toda su vida.
“A la gente le parece muy
bien que un tigre cace a un ciervo y se lo coma, pero cuando les muerde
un banquero se quejan”, ha añadido el presidente del Gobierno para
ilustrar el caso de la banca.
El ministro de Economía, Luis
de Guindos, ha pedido calma a los bancos y les ha prometido trabajar en
la búsqueda de una fórmula que les permita seguir ganando dinero como
verdaderos hijos de puta al mismo tiempo que los ciudadanos hipotecados
recuperan el capital injustamente arrebatado.
“No sé, me van por la
cabeza media docena de cosas, pero son bastante guarras”, ha advertido
De Guindos
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