Imagen de archivo de una protesta de un grupo de expatriados españoles contra el voto rogado.
Miles de españoles siguen emigrando para trabajar. Un ministro los recibe en Navidad diciendo que se van por "inquietud"
Compañero que vuelves a casa por Navidad, que estás
entre esos cientos de miles de emigrantes que se fueron a trabajar al
extranjero: parece que eres un aventurero travieso. No sabes parar en
casa. En vez de quedarte en España a disfrutar de nuestro pluriempleo,
dejaste a la familia y te alejaste para darte la vidorra. En lugar de
gozar de nuestras subidas de sueldo, nos dejaste aquí con Mariano, sus
raíces vigorosas y no damos abasto.
Tú te lo pierdes.
Ahora, que vuelves unos días, verás que hasta tenemos un nuevo ministro
de Exteriores que os dice que os vais para "abrir la mente, fortalecer
habilidades sociales y porque viajar enriquece". Te fuiste "por
inquietud, amplitud de miras y apertura de nuevos horizontes".
En
definitiva, que oyendo al ministro cualquiera diría que eres un trasto
curiosón, querido emigrante.
No importa si huiste del paro y la precariedad. De la
desigualdad y la corrupción. De que prácticamente uno de cada dos
jóvenes no tenga empleo, de que sea temporal y no sustente un proyecto
de vida.
En vez de quedarte a vivir de tus padres, te fuiste de España
por "adaptabilidad", que dice el ministro. Que rima con "movilidad
exterior", que decía la ministra de Empleo. Lo dicho, eres un culo
inquieto.
No estás, luego no existes, alegre
emigrante. Tantas veces he visto a los gobernantes de este país negar
las cifras de los que os fuisteis a trabajar al exterior… Es fácil,
porque no tenemos esos datos.
Será porque no convienen. Solo si te
apuntas en el consulado, que debéis de ser como una cuarta o una quinta
parte. Y si pierdes el derecho a la sanidad o votar se convierte en algo
prácticamente imposible, será porque eres un trasero de mal asiento,
agitado emigrante.
Por eso, si vuelves a casa estos
días, como el turrón, no te pillará de nuevas si ves que el enchufismo
sigue cotizando fuerte para trabajar en este país. Si constatas que el
currículum vale menos que tus contactos. Si recuerdas que estudiaste y
curraste duro, pero descuidaste hacer despachos.
Por cierto, tampoco te
ilusiones con el que deja Aznar, porque era el único donde no tenía
sueldo.
Inquieto emigrante, cualquiera con dos dedos de frente sabe que no te fuiste de Livin’ la vida loca.
Perdónalos si oyes chorradas desde un escaño, porque a veces parece que
no sienten.
Tu familia, tus amigos y un montón de gente más sabe que no
hay mayor inquietud que la de buscar un empleo digno.
Por eso, hace
tiempo que aprendimos que, con este paro y esta precariedad, los que son
como tú no se van, los echan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR TU OPINION-THANKS FOR YOUR OPINION