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domingo, 5 de febrero de 2017

La última corte de Juan Carlos 'El Solitario': ricos, viejos amigos y su inseparable médico

Pepe Fanjul, segundo por la izquierda, le presenta a don Juan Carlos a varios empresarios.



Pepe Fanjul, segundo por la izquierda, le presenta a don Juan Carlos a varios empresarios.


En los últimos tiempos, el monarca ha intensificado su relación con los multimillonarios Fanjul, primeros productores de azúcar en el mundo. El rey emérito viaja a todas partes con un doctor pegado a su sombra.



A Juan Carlos de Borbón (79 años), rey emérito de España, no le ha gustado nada que se vuelva a investigar sobre su pasado de romances y amores, tras reaparecer en los medios de comunicación el affaire de su relación intermitente de 17 años con la vedette murciana Bárbara Rey


Al igual que ha ocurrido siempre, su reacción ha sido muy diferente a la de la reina Sofía. No ha sido de tristeza, sino de indignación, “pero tampoco esos enfados que hacían temblar el Palacio de la Zarzuela”, según su círculo más íntimo. “La reacción ha sido más comedida que en escándalos anteriores, una mezcla de preocupación y de huida hacia delante, de no querer saber nada y de pasar página lo antes posible”.


Dicen sus conocidos que estamos ante un rey más nostálgico, un monarca que añora el pasado y vuelve a buscar recuerdos con las viejas amistades de antaño, como la condesa Marina Cicogna, una mujer cuatro años mayor que él, que es amiga del monarca español desde los años sesenta en los añorados tiempos de la dolce vita italiana. Con ella se le ha vuelto a ver últimamente almorzando en Casa Lucio y Zalacaín, pero como mera confidente de sus penas, “y nada más”.
 

En todo ello influye su soledad en los círculos familiares más íntimos. Su relación con sus hijos y la reina doña Sofía no es de las mejores. Hoy, la persona con la que más confianza tiene es con su hija Elena. Ella es su mejor aliada junto a la hija de ésta, Federica. Con ellas pasa más tiempo cuando está en España.


Sin embargo, en el caso del rey Juan Carlos la relación con sus otros dos hijos, Felipe y Cristina, es tensa y mínima. Con la reina Letizia su vínculo es cordial pero un tanto frío. Sobre este desencuentro familiar pesa lo sucedido antes y después de la abdicación, los días en los que como dicen miembros de la nobleza se comportó más bien como “un jubilado rico”.


 Creído de que ya no tenía responsabilidades quiso disfrutar de la vida sin tener en cuenta sus obligaciones, que eran muchas aun siendo Rey emérito.

En ese período "loco" no faltaron comidas en los restaurantes con estrellas Michelin, asistencias a cacerías, cenas, viajes a Londres, al Caribe, bodas de la altas sociedad, etc. En apariencia, la vida del jubilado Juan Carlos I parecía un sueño para muchos. Pero detrás de esta capa superficial había una realidad no tan optimista. Actualmente, el rey emérito ha frenado un poco su actividad de ocio.


De hecho, las giras gastronómicas por la geografía española parecen haber ido a menos. Debido, por una parte, a sus mayores achaques de salud.


Así, cuando don Juan Carlos sale de palacio su médico no se separa ni 50 centímetros del monarca. Y, por otra parte, a un claro intento de acercarse más a su hijo, el rey Felipe, mostrando un mayor deseo de apoyar a la corona y los intereses de España.

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