La huida primero y posterior detención ayer viernes del llamado 'Rey de Cachopo', ha dado a conocer la figura de un estafador profesional, un violento ultra conservador y un vendedor de humo. 



Los medios han mostrado su perfil de falso emprendedor, mentiroso e inventor de hazañas y biografías falsas. Pero todo lo que hasta ahora se conoce se circunscribe a Madrid y a la inexplicable cadena de restaurantes que logró poner en marcha en la capital de España bajo la denominación de ese producto gastronómico asturiano.

Estancia de un año en Málaga, en 2008


Sin embargo, investigando un poco detectamos que César Román tiene más biografía que la ya conocida en Madrid. Sus artes para engañar, atraer ingresos de personas a las que estafaba, medrar con las instituciones, vender proyectos sin base, crear y luego liderar asociaciones empresariales para su servicio, seducir a personas de buena fe y luego salir corriendo dejando un reguero de deudas, ya lo hizo antes en otro lugar alejado de Madrid, en el Sur de España y concretamente en la capital de la Costa del Sol, Málaga.


Aunque hasta hace poco no se relacionó con el “Rey del Cachopo”, Román tuvo una larga incursión en negocios en Málaga  que fueron desde regentar bares, montar una gestoría para comerciantes a los que les sacó un buen dinero, editar una revista periódica con publicidad y hasta crear y presidir una asociación de empresarios y comerciantes de la capital.

Monta sus chiringuitos financieros y promete 'El Dorado'


Se sabe que Román se estableció en Málaga a finales de 2007 o principios de 2008. Comenzó a contactar con comerciantes y empresarios de un populoso barrio, “Tiro Pichón”, perteneciente al distrito de Cruz de Humilladero, una zona muy densa donde habitan trabajadores y clase media baja junto a un comercio modesto y que lucha día a día por mantener sus negocios.


En ese contexto de establecimientos asfixiados por la dura crisis económica, este estafador sin sentimientosmantuvo reuniones con los comerciantes, montó la Asociación ACETIPICO (Asociación de Comerciantes y Empresarios de Tiro Pichón y Los Corazones).


 Alquiló una oficina en la calle Periana 18, creó una consultoría con una docena de entidades similares (Federación de Empresarios Ahora Málaga) y a todos les prometió “el oro y el moro” a golpe de dinero, pasándoles cuotas de asesoramiento y para proyectos fantasmas de hasta 500 euros, pagos por publicidad…


Confiados en él y en su fantasiosa verborrea le ayudaron a crear una revista, 'La Hora de Málaga'. Ahí, Román, recabó y obtuvo colaboraciones publicitarias en forma de dinero, se auto promocionó, se labró una imagen de emprendedor con soluciones para el barrio y consiguió encandilar hasta el mismísimo Ayuntamiento de Málaga, el sexto más importante de España y el mayor presidido por un alcalde del PP.


El Ayuntamiento se comprometió a ayudas económicas para el falso e impostor 'Rey del Cachopo' y sus chiringuitos (consultoría, Federación de Empresarios Ahora Málaga, revista y asociación de empresarios de Tiro Pichón).


Las concejalas de Fiestas y de Comercio, sucumbieron a los encantos de este estafador perverso llegando a presentar sus proyectos en un acto impulsado por el Ayuntamiento, como se aprecia en la fotografía en la que aparecen oficialmente tanto las dos ediles como César Román.


 Incluso el Metro de Málaga se tragó su anzuelo y apalabró un encarte de folletos en la revista que jamás llegó a producirse. Al Ayuntamiento le sacó una campaña del comercio local.

Engaña al Ayuntamiento


Pero si indignante es jugar con el trabajo y el sueldo de la gente como luego se demostró, bochornoso es que este crápula neofascista engatusara al legítimo equipo de Gobierno de los malagueños haciéndoles creer sus mentiras capciosas.


 Román logró sentarse en la Sala de Prensa del Ayuntamiento de Málaga como presidente de la asociación de comerciantes junto a  la Concejala de Comercio, Purificación Pineda, y la Concejala del Distrito, Teresa Porras, quienes avalaron su labor y falsos proyectos ante los medios de comunicación en una rueda de prensa.


Se trataba de presentar una campaña de promoción del comercio local por la que la Concejalía de Comercio pagó la edición de los carteles y la Junta de Distrito del ayuntamiento otros gastos derivados de esta tales como iluminación, sonido, alquiler del local y otros de  la entrega de los premios.


A los comercios locales se les “sacó” 5 euros y dos regalos para un sorteo.


El 'Rey de Cachopo' en Málaga, como en Madrid, sigue practicando el escapismo


Y llegó lo que tenía que llegar y pasó lo que tenía que ocurrir. Tras un año en Málaga Román desaparece, se escapa, se va de Málaga dejando tras sí el mismo rastro de estafas y ruina que posteriormente dejaría en Madrid.


Hasta cuatro empleados suyos de la consultoría le denunciaron porque al acudir un día al centro de trabajo, este estaba cerrado y con las cerraduras cambiadas.


Estos pobres trabajadores no estaban dados de alta y se le adeudaban mensualidades (de hasta dos mil euros a cada uno) que pensaban cobrar con talones que este canalla les dio a cambio. Falsa ilusión, se comprobó que eran cheques sin fondo.


Los anunciantes de 'La Hora de Málaga' perdieron su dinero adelantado pues la revista dejó de salir.

 Se mofó de las instituciones locales y nunca más se supo de él.


Este es el relato de un año de estancia en Málaga de un auténtico granuja, ni supuesto ni presunto, granuja a secas. Un granuja que engañó a modestos comerciantes, que creó ilusiones falsas, que jugó con el pan de la gente y no pagó los salarios a los trabajadores y que incluso se mofó de las instituciones.

 

Contactos con la extrema derecha malagueña


Hemos conocido también que en ese tiempo en Málaga César Román contactó con ámbitos de la extrema derecha. Se reunió, colaboró y a punto estuvo de iniciar proyectos en Málaga. Pero los extremistas se lo “olieron” y, tras un tiempo de contactos, le dijeron más o menos “César, por aquí se va a Sevilla”… o a Madrid.


Pero esta historia es otra. Ya la contaremos.



  Juan Luis Valenzuela