Anders Behring Breivik: Las inconsistencias del chivo expiatorio

Por Paul J. Watson | Prison Planet

Debido a que los medios del establishment cometieron instantáneamente el error de decir que el mortal ataque del viernes en Noruega había sido obra de musulmanes de Al Qaeda, depositar completa confianza en los detalles que han emergido del atacante Anders Behring Breivik sería ingenuo, especialmente debido a que existen innumerables inconsistencias y contradicciones que necesitan ser estudiadas antes de que una imagen clara de lo que motivó este derramamiento de sangre pueda ser establecida.

La rapidez con la que se culpó a los musulmanes por la matanza, acto repetido por “expertos en terrorismo, fue un ejemplo claro de cómo la propaganda que alimenta la guerra contra el terror rebota incuestionablemente como un eco entre los medios corporativos.

Es también un recordatorio de que la prensa oficial cae instantáneamente en la línea de lo que sea que el establishment designe como enemigo. Ahora que los musulmanes han sido tan vehementemente demonizados como terroristas, resulta ser el turno de “extremistas de derecha”, o cualquiera que discrepe con la inmigración masiva, la pérdida de soberanía y el saqueo financiero globalista.

El esfuerzo por difamar a conservadores europeos como radicales que ansían deramar sangre se está desplegando, y es una campaña de demonización firmemente fundada en una cuidadosa exhibición pública de Anders Behring Breivik.

Sin embargo, se está volviendo rápidamente aparente que tal y como muchos testigos reportaron a dos pistoleros en la isla donde la matanza ocurrió, hay dos personalidades diferentes detrás del propio Breivik.

Efectivamente, existen dos perfiles diferentes de Breivik en Facebook, uno antes de la masacre y otro después. El último perfil parece haber sido embellecido y deliberadamente alterado para enfatizar la noción de que el atacante fue motivado por creencias “cristianas conservadoras”.

Compara ambos perfiles abajo. El primero en idioma noruego fue borrado minutes después de que la identidad de Breivik se hiciera pública. El segundo perfil en inglés apareció después de que el original fuese borrado y se convirtió en el perfil de facto del asesino.

 

“Varias cosas han sido manipuladas para alterar las posturas políticas del sospechoso. Primero una sección titulada ‘Filosofía’ ha sido agregada para incluir ‘Cristiano’ y ‘Conservador”’. Los medios han usado esto de manera extenuante”, indica el sitio web del Consejo de Cristianos Conservadores.

En un segundo perfil, el interés de Breivik en Winston Churcill y Max Manus, el líder de la resistencia anti-nazi noruega, ha sido borrada, presumiblemente porque no encajan con el perfil psicológico de que Breivik fue un neo-nazi derechista vinculada a la English Defence League.

Hubo claramente una manipulación rodeando la página de Facebook de Breivik después del ataque. Como Madison Rupert observó, “Alguien estaba activo en el Facebook de Breivik aceptando solicitudes de amistad después de que la masacre tomara lugar”. La gente también fue engañada para que se registraran en una falsa página de Facebook creada para apoyar las acciones del asesino.

Adicionalmente, en una serie de posteos en Internet, Breivik claramente se caracteriza no como un conservador populista cristiano, como los medios han intentado destacar y promover, sino como un neo-con al estilo de Bill Kristol, un entusiasta partidario de Israel, atacando a racistas y acusando a otros de ser “anti-gays”.

“Ninguno de los comentarios son extremos o inclinados hacia el deseo de cometer violencia”, indica el sitio web de CCC, agregando que Breivik fue partidario del sitio web dirigido por Hans Rustad, un ex judío izquierdista convertido en neo-conservador.

Pareciera ser que hay dos Breivik: el original, un liberal, neo-con pro-Israel; y el segundo perfil post-masacre de un cristiano conservador, supremacista blanco. El segundo perfil ha sido claramente embellecido para apoyar la noción de que la acción de Breivik fue dirigida por creencias cristianas conservadoras, lo cual es claramente conveniente dado el hecho de que los gobiernos introdujeron recientemente la noción de que los blancos, conservadores cristianos, serían la principal amenaza terrorista.

La caracterización de Breivik de un psicópata enfurecido pretendiendo asesinar a la mayor cantidad de personas posibles en el nombre de su causa es también contradicha por personas que lo conocían directamente.

En una entrevista con Russia Today, Ulav Andersson, quien trabajó cercanamente con Breivik, dijo que el asesino mostró un comportamiento “absolutamente alejado de cualquier cosa como esa”, refiriéndose a la caracterización realizada por los medios de él, y que su aparente racismo nunca fue expresado en términos más duros que molestias suaves y “mundanas” al ser rechazado por mujeres. Andersson dijo que Breivik no era dogmático, “nunca se topó con alguna clase de fanático religioso o algo por el estilo”, y no tenía una ideología bien desarrollada.

Agregando que nunca imaginó que Breivik fuese capaz de cometer tal atrocidad, Andersson dice que piensa que a Breivik “le lavaron el cerebro”, un juicio que se relaciona con reportes de testigos, afirmando que Breivik llevó a cabo lo que sin duda fue una masacre intensa en completa calma y con una expresión neutra en su rostro.
El retrato de Andersson sobre Breivik parece encajar mucho más con el perfil de Facebook existente antes de la masacre, el cual parece haber sido manipulado de manera significante.

Un conjunto de otras preguntas continúan circulando alrededor de Breivik y sus motivos. ¿Por qué este presunto cruzado anti-musulmán asesinó a docenas de jóvenes noruegos blancos? ¿Por qué su objetivo no fue una mezquita? ¿Qué rol juegan en esta masacre los vínculos de Breivik con la francmasonería y su obsesión con los Caballeros Templarios? ¿Por qué Breivik sacó porciones enteras del manifiesto del Unabomber, Ted Kaczynski, y las incorporó en su propio escrito?

Igual como en el ataque a Oklahoma City, con el cual el caso ha sido obsesivamente vinculado, la evidencia está comenzando a apuntar a una historia más amplia, pareciendo haber un esfuerzo deliberado de fabricar un perfil de Breivik como un psicópata solitario influenciado por el racismo, el nacionalismo, el cristianismo y el odio por la élite europea neoliberal predominante, que coincidentemente sacará los beneficios políticos más grandes de esta trágica masacre.