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viernes, 6 de abril de 2012

Intereconomía al borde la ruina por la perdida de anunciantes busca desesperadamente la ayuda de la Iglesia

Son tan de la extrema derecha que ni los anunciantes capitalistas más señalados se quieren ver mezclados con ellos. Muchos de estos anunciantes han finalizado sus contratos con la cadena ante el rechazo que esta genera en parte de la sociedad. Ahora buscan desesperadamente la ayuda de la Iglesia...
Kaos. Análisis de la comunicación
Intereconomía es una cadena que ha basado su audiencia en contenidos ultraderechistas, crispados e ideológicamente cercanos al fascismo. Un modelo que ha generado la desconfianza incluso en muchas empresas capitalistas que, en privado, según publica el portal de noticias prnoticias.com, reconocen que no se anuncian en la cadena para que sus productos no sean identificados con estos contenidos. Y es que los capitalistas pueden apoyar tales ideas en privado, pero en público se cuidan mucho, y más en plena crisis, de que sus potenciales clientes puedan dejar de comprar sus productos por dar un apoyo económico a la cadena de extrema derecha nacional/católica. El negocio es lo primero, o "la pela es la pela", que diría algunos de los "ácidos" tertulianos de la cadena. 
Según lo publicado por el mencionado portal, Intereconomía vive una situación de pérdida de anunciantes que afecta a toda su parrilla, incluídos sus programas de mayor audiencia como El Gato al Agua. Las empresas reconocen que no se anuncian precisamente por los anticuerpos que genera en buena parte de la sociedad con sus contenidos, de alto voltaje y que abiertamente coquetean con la homofobia, el machismo, la xenofobia, esto es, con el fascismo. Intereconomía, pues,  como lugar donde exhibirse, no gusta a muchos anunciantes que no quieren verse identificados con el componente ideológico del canal, totalmente vinculado con el tradiconal nacional/catolicismo presente desde hace siglos en la extrema derecha española.

Es precisamente por ello que, según informa otro portal digital, elplural.com, los responsable de la cadena han encontrado una solución que pudiera acabar con sus acuciantes problemas económicos: buscar ayuda en esa Iglesia española a la que con tanto afán defienden, en especial lo relacionado con el sector más ultra y extremista de la misma. En concreto, sus responsables buscan dinero y un acuerdo con el Grupo COPE mientras los observadores señalan que Ariza ha entrado "en la recta final de su huida hacia adelante”.

No obstante, según elplural,  la intención de los gestores de COPE es dejar caer a Intereconomía para quedarse con su “share” audiovisual, ya que el grupo mediático de la Iglesia también cuenta con intereses en el negocio de la TDT, y vería con buenos ojos el hundimiento y desaparición de la cadena de Ariza, en tanto que esto podría suponer un volcado de sus habituales telespectadores hacia otra cadenas que pudieran ofrecerles contenidos similares desde un punto de vista ideológico, y ahí, claro, entra en juego la Iglesia y su canal 13TV. Y es que ya sabemos también que para la Iglesia una cosa es predicar, otra muy distinta dar trigo: el negocio también es lo primero.

La situación es tan crítica en Intereconomía que sus empleados -los cuales, en su mayoría todavía no han cobrado, según la misma información de elplural, la nómina de febrero-, se preguntan acerca de cuánto durará la “huida hacia adelante”. Porque si no es posible abonar las facturas de febrero, el mes de marzo acaba de finalizar. Y, claro, ellos son ultras pero de trabajar gratis por la causa, nada de nada. Veremos a ver, pues, lo que dura la cadena.

No obstante, estamos seguros que se salvarán, una cadena tan experta en temas económicos, y que tantas lecciones nos ha dado a todos sobre las maravillas de la economía de libre mercado, y el mucho provecho que se puede sacar de ella con apenas tener unos mínimos conocimientos en gestión y administración de empresas, y un poco de afán emprendedor, no es posible que se hunda precisamente por no haber sabido sobrevivir en tan maravilloso mundo del libre mercado, y mucho menos por problemas económicos.
¿Verdad?

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