¿Cómo es posible que el gobierno esté envuelto en esta encrucijada?. ¿Cómo es posible que España esté al borde de la intervención si el gobierno de Mariano Rajoy está "haciendo todo lo que hay que hacer"?. Muchos ciudadanos se estarán haciendo éstas preguntas y es normal. Si "estamos" tomando todas las medidas que nos imponen desde Bruselas, si estamos rescatando al sistema financiero con "todo el dinero que haga falta" (como dijo el ministro De Guindos), si se ha hecho una reforma laboral durísima al gusto de la Patronal, si el gobierno ha presentado los Presupuestos más austeros de la democracia con el fin de reducir el déficit publico, si hemos aniquilado el gasto público, si hemos dejado al Estado del Bienestar en los huesos, si hemos reducido los salarios como pedía el BCE, si nos jubilamos más tarde cotizando más años y cobrando menos pensión, si hemos enviado a miles de funcionarios al paro, incluso hemos reformado de forma totalmente antidemocrática la Constitución para priorizar el pago de la deuda a los Bancos antes que los servicios básicos de los ciudadanos, y un largo etcétera que todos conocemos, ¿por qué entonces estamos hoy peor que ayer y a punto de ser intervenidos (aunque intervenidos de facto ya estamos desde mayo de 2010)?.
La respuesta es muy breve y muy sencilla: porque el origen de esta crisis no está donde nos dicen que está (en el desmesurado gasto público y social o en nuestro mercado laboral poco "flexible"), y por lo tanto, las medidas que nos venden como soluciones no apuntan en la dirección que deberían apuntar sino todo lo contrario.
Todos coinciden en que esta es una "crisis financiera". Sin embargo no se ha adoptado ninguna medida encaminada a regularizar a los mercados, a gravar las transacciones financieras, a poner en marcha al BCE, a eliminar los paraísos fiscales, y en definitiva, a terminar con la especulación y el ataque de esos mercados (inversores millonarios, Bancos, Fondos de Pensiones, etc.) sobre la deuda soberana de países como España, que es donde realmente reside nuestro problema. Se ha dicho muchas veces pero hay que repetirlo, que sólo con que el Banco Central Europeo actuara como un verdadero banco central y comprara la deuda de los estados se eliminaría de un plumazo la llamada "crisis de la deuda" y todos nuestros problemas de financiación, problema éste que está sirviendo como excusa para imponer todos los recortes sociales que estamos viendo. Unos recortes que sólo están sirviendo - y por eso se aplican - para que la Banca y las grandes empresas obtengan beneficios con la privatización de los servicios públicos del Estado.
Ninguna medida conduce a reformar o cambiar este sistema financiero fracasado. Muy al contrario los gobiernos europeos inyectan ingentes cantidades de dinero público - nuestro dinero - para conservar este criminal sistema y rescatar a los Bancos con su consecuente incremento de nuestra deuda pública y la aplicación de más recortes del gasto público y social. Todo esto es un despropósito y una espiral suicida en la que han entrado los gobiernos y la UE por no querer reconocer el fracaso del sistema financiero y no desarrollar un nuevo modelo económico y financiero que esté al servicio del bien común y no de una minoría privilegiada y cruel.
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