¿Y CUÁNDO SE ACABA LA CRISIS?

Todos nos hemos hecho esta pregunta, pero nadie nos la contesta. La falta de compromiso de los gobernantes es pasmosa. Utilizan "la crisis" como un mantra que sirve para incumplir todos y cada uno de sus compromisos. Los programas electorales se utilizan como señuelo para que acudamos, cual borregos que desfilan mansamente hacia el matadero, a las mesas electorales cada cuatro años a depositar, o mejor dicho, arrojar nuestras esperanzas.

Llevamos cuatro años de "crisis", es decir, estafa, en los que se han fulminado las democracias del sur de Europa, cuatro años en los que se imponen recortes sociales, recortes de los derechos civiles y laborales, cuatro años en los que las castas políticas han roto el "contrato social", y se nos dice que todo ello se hace por nuestro bien, "para salir de la crisis". Sin embargo desde 2008 estamos viendo que fruto de esas medidas cada año que llega es peor que el anterior, y no hay ningún gobierno ni organismo que asuma la responsabilidad de este desastre ni que diga cuándo va a llegar esa salida de la crisis que profetizan. Vivimos en un recorte permanente sin límite y sin fecha de caducidad.

Pero además del cuándo también deberíamos preguntarnos en qué consiste "salir de la crisis". Vamos por un momento a usar la imaginación y pensar que mañana nos levantamos y los Bancos han dejado de especular y se dedican a dar crédito a las PYMES; vamos a imaginar que los trabajadores y pensionistas, por arte de magia, recuperamos nuestro poder adquisitivo, y por lo tanto, aumenta la demanda interna, las PYMES comienzan a crear empleo y nuestro PIB vuelve a cifras positivas. ¿Daríamos entonces la "crisis" por terminada?; ¿qué crisis, la de quién?. Lo que quiero decir es que ahora se están creando las bases para que el crecimiento futuro - no sabemos cuando - se produzca sobre el empobrecimiento de las clases populares.

 La reforma laboral del gobierno Rajoy es un ejemplo clamoroso de esto. No sólo no ha creado empleo sino que facilita el despido y así lo demuestran los datos. Esa reforma se aplica con el objetivo de que las pérdidas económicas de los trabajadores que la reforma laboral conlleva se traspasen directamente a las cuentas corrientes de los empresarios. Lo mismo ocurre con el resto de medidas que se están imponiendo a la población. Su único objetivo es eliminar los servicios públicos del Estado para beneficiar a las empresas privadas y a la Banca, y debilitar a los trabajadores para obtener mano de obra barata - y desprotegida sindical y judicialmente - sobre la que incrementar los beneficios de la Patronal. Los derechos sociales y laborales que estamos perdiendo nadie nos los va a devolver aunque la economía se recupere, han venido para quedarse, no se restablecerán cuando "salgamos de la crisis", porque responden a un modelo ideológico que se quiere implantar, y de hecho se está haciendo, en España y en Europa.

En Europa está muy claro cuándo se va a acabar la "crisis": se acabará cuando en Europa se elimine el Estado del Bienestar; o como titula en uno de sus artículos el profesor Vicenc Navarro, cuando pasemos de la Europa social a la Europa neoliberal. Todo lo que se está haciendo va encaminado a eliminar este modelo que existía en Europa, donde el Estado del Bienestar trataba de disminuir, o al menos de suavizar, las enormes desigualdades sociales que existían - y existen - en los países democráticos europeos. El Estado del Bienestar ejercía como contrapeso al enorme poder y a los enormes beneficios que el capitalismo brindaba a las clases poderosas. Este modelo social europeo pretendía ejercer como un bálsamo ciudadano que evitara las revueltas populares y los conflictos sociales que se habían vivido en Europa en épocas pasadas.

Si ahora los gobiernos neoliberales europeos, incluidos los socialdemócratas (PSOE), rompen ese contrato social ¿qué nos queda a los ciudadanos?, ¿por qué debemos respetar las "reglas del juego" democrático si ellos las han cambiado en mitad del "partido"?, ¿con qué legitimidad y autoridad moral nos exigen a los ciudadanos que respetemos las instituciones cuando son ellas las que nos están fallando?, ¿por qué mantener la "paz social" cuando las clases populares estamos siendo atacadas brutalmente?.

Publicado por Adolfo Ferrera Martinez