Expertos europeos ó “La Troika” en pleno, estarán el viernes en Madrid para abordar el
'BANCO MALO'
Una misión de expertos de la Comisión Europea (CE) estará este viernes en Madrid para tratar sobre la creación del llamado 'banco malo', la sociedad que creará el Gobierno para gestionar los activos inmobiliarios problemáticos de la banca, indican fuentes comunitarias.
Se trata de una visita de carácter "técnico", recalcaron las fuentes, que subrayaron que no habrá "negociaciones".
Las fuentes no pudieron confirmar si viajarán también a España funcionarios de otras instituciones como el Banco Central Europeo (BCE) o el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En un principio estaba previsto que el Consejo de Ministros del viernes aprobase un real decreto ley que desarrolle las líneas generales de ese "banco malo", cuya creación se establece en el Memorando de Entendimiento sellado por España para recibir una ayuda europea de hasta 100.000 millones de euros para la recapitalización de la banca.
Sin embargo, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha señalado que la creación del 'banco malo' y la nueva regulación de las participaciones preferentes verán la luz "este viernes o el siguiente".
El ladrillo para el banco malo
A esa sociedad de gestión de activos inmobiliarios serán traspasados los activos inmobiliarios problemáticos de los bancos que reciban ayudas públicas, especialmente las entidades nacionalizadas, con el fin de limpiar sus balances.
"Va a ser una entidad que va a tener muchos recursos, que va a tener un capital y una financiación muy importante, y que va a tener que adquirir activos. Por ello, es vital que en su gestión haya una enorme transparencia", avanzó el pasado fin de semana el ministro de Economía, Luis de Guindos, en una entrevista con Efe.
Inicialmente, la gestión del "banco malo" estará dirigida por el Fondo de Reestructuración Bancaria Ordenada (FROB), dado que es el accionista de los bancos nacionalizados.
Más adelante, podrán entrar en la sociedad inversores privados, lo que podría alterar el esquema de gestión, según explicó De Guindos.
EL BANCO MALO:
OTRA ESTAFA A LOS CIUDADANOS
El ministro de Economía y Competitividad Luis de Guindos acaba de anunciar recientemente la próxima aprobación de disposiciones legales en las que “se establecerán las líneas generales de funcionamiento de las compañías de gestión de activos”. Podemos esperar sin lugar a dudas que en el Consejo de ministros que tendrá lugar el 24 de agosto se pondrá en marcha el “banco malo”.
El Memorándum de Entendimiento rubricado por España con los países integrantes del Eurogrupo, obliga a tener plenamente operativo este instrumento en el mes de noviembre de este año y para ello es imprescindible la articulación legal previa.
La nueva rectificación del actual Gobierno (cuyos miembros se manifestaron contrarios a su implantación tanto en la oposición como en su actual responsabilidad) . supondrá inyectar dinero público a las entidades financieras a cambio de sus “activos tóxicos”En resumen, la operación consistirá en la adquisición créditos en situación de difícil cobro y activos inmobiliarios (viviendas y suelo) por parte del banco malo a cambio de la entrega a los bancos de liquidez inmediata que les permita mejorar su actual situación.
La clave a la hora de evaluar el coste de la operación para el erario público, es el valor de transmisión de los activos. Si el banco malo los adquiere al valor “inflado” que actualmente tienen en el balance de las entidades, será éste (es decir, todos nosotros) el que asuma la totalidad de las pérdidas derivadas de su futura enajenación. Sin embargo, no podemos hacernos ilusiones en el que caso de que la opción adoptada contemplara que los activos fueran adquiridos al valor actual de mercado de los mismos. Si fuera esa la decisión, aflorarían mayores pérdidas en las entidades bancarias que en el marco del “rescate” también se ha acordado que tendrían que ser afrontadas por el sector público.
En definitiva, sea cual sea la opción finalmente adoptada,
gana la banca y perdemos los ciudadanos.
A falta del diseño concreto que salga del poder ejecutivo, el banco malo dispondría de 10 años para vender o recobrar los activos tóxicos en él aparcados. Actuaría como una entidad “liquidadora de activos” a la que se inyectaría un capital inicial que provendría de la línea de liquidez firmada con el Eurogrupo. El capital inicial podría ascender hasta un importe de 25 mil millones de euros pero esa cantidad es absolutamente insuficiente para resolver el grave problema oculto en el balance de los bancos (309 mil millones de euros solo en el sector inmobiliario para los que existen 70 mil millones de euros de provisiones).
Por ese motivo, a partir de ahí, actuaría como un banco tradicional emitiendo deuda y utilizando esos bonos emitidos para pagar los activos adquiridos a las entidades. Con estos bonos, siempre y cuando el Banco Central Europeo los acepte como garantía, los bancos obtendrían liquidez para aliviar su extrema necesidad. Además de la socialización de las pérdidas que no podemos consentir, la evidencia económica muestra que esta medida en los términos en la que está planteada no servirá para solucionar el problema que tienen las entidades bancarias. Utilizar deuda (aunque sea emitida desde este nuevo banco malo) para resolver un problema de sobreendeudamiento garantiza un nuevo fracaso.
Una vez más se trata de una operación de salvamento en toda regla de las entidades bancarias utilizando para ello el dinero público e intentando disimular sobre “el pequeño detalle de quien pagará la fiesta”. No hay que ser muy listos para pensar que la factura no estará a cargo de los responsables de la quiebra, sino de los ciudadanos.
La Agencia Nacional de Gestión de Activos del país (Nama) conocida como banco malo ha comenzado a demoler proyectos urbanísticos sin acabar tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008 que, al igual que en España, llevó al colapso económico y al posterior rescate del país.
En el paisaje gaélico se recorta el perfil de al menos 1.850 complejos residenciales en desarrollo, de acuerdo con las cifras gubernamentales.
Según publica la agencia Bloomberg, esta misma semana el organismo público creado en 2009 para liberar a los bancos de sus créditos minusvalorados ha comenzado, por primera vez, el derrumbe de un bloque de apartamentos semiconstruidos.
"Hay algunos lugares donde la decisión más correcta es la demolición", señaló el pasado 10 de julio el ministro de Vivienda irlandés, Jan O’Sullivan. "Si nadie quiere vivir en esas viviendas, la solución más práctica es derribarlas".
Las llamadas ‘ciudades fantasma’, que se pueden ver en Irlanda, al igual en en otros países, como España, se han convertido en un símbolo del peor ‘crash’ inmobiliario de la historia de Europa Occidental, que llevó a Irlanda a pedir un rescate financiero siguiendo los pasos de Grecia.
El 15% de los hogares irlandeses están vacantes, según las estadísticas oficiales, y la muerte de un niño de dos años en febrero que deambulaba por una de estas urbanizaciones sin acabar sobrecogió a la opinión pública y puso de manifiesto el riesgo para las personas que suponen estos complejos semivacíos.
EL EJEMPLO IRLANDÉS
El banco malo irlandés ha comenzado un plan de demolición de proyectos urbanísticos sin acabar después del estallido de la burbuja inmobiliaria como la mejor opción para deshacerse de muchos activos tóxicos. Algo que podría suceder en España a medio plazo.
Irlanda está optando por los bulldozers en vez de por los bancos para
empezar a hacer "limpieza urbanística".
La Agencia Nacional de Gestión de Activos del país (Nama) conocida como banco malo ha comenzado a demoler proyectos urbanísticos sin acabar tras el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008 que, al igual que en España, llevó al colapso económico y al posterior rescate del país.
En el paisaje gaélico se recorta el perfil de al menos 1.850 complejos residenciales en desarrollo, de acuerdo con las cifras gubernamentales.
Según publica la agencia Bloomberg, esta misma semana el organismo público creado en 2009 para liberar a los bancos de sus créditos minusvalorados ha comenzado, por primera vez, el derrumbe de un bloque de apartamentos semiconstruidos.
"Hay algunos lugares donde la decisión más correcta es la demolición", señaló el pasado 10 de julio el ministro de Vivienda irlandés, Jan O’Sullivan. "Si nadie quiere vivir en esas viviendas, la solución más práctica es derribarlas".
Matar fantasmas
Las llamadas ‘ciudades fantasma’, que se pueden ver en Irlanda, al igual en en otros países, como España, se han convertido en un símbolo del peor ‘crash’ inmobiliario de la historia de Europa Occidental, que llevó a Irlanda a pedir un rescate financiero siguiendo los pasos de Grecia.
El 15% de los hogares irlandeses están vacantes, según las estadísticas oficiales, y la muerte de un niño de dos años en febrero que deambulaba por una de estas urbanizaciones sin acabar sobrecogió a la opinión pública y puso de manifiesto el riesgo para las personas que suponen estos complejos semivacíos.
Otro edificio de Longford, en la parte central de la isla, fue demolido el pasado 18 de julio por criterios de seguridad después de una explosión registrada en una de sus viviendas a comienzos de año.
"La gente que compró un sueño despertó en una pesadilla",
señala a Bloomberg Peggy Nolan, una funcionaria local.
Un lazo al cuello
En Irlanda se construyeron más de medio millón de casas en el transcurso de sólo 10 años hasta 2005 en un país donde viven unos 4,5 millones de personas: el ritmo de la construcción de viviendas se dobló respecto a la media europea.
Ahora están vacías unas 294.000 viviendas y los precios se han desplomado a la mitad desde sus máximos.
En la capital, Dublín, los precios de los pisos han llegado a caer un 64% desde 2007, según los datos de la agencia estatal Lisney.
"No hubo planes de urbanismo, ni control apropiado, ni una regulación apropiada de las instituciones financieras para otorgar préstamos",
se lamenta el ministro de Vivienda, que asumió su cargo el pasado mes de diciembre. "Nos hemos dado a nosotros mismos una dura lección".
El ‘banco malo’ irlandés, Nama, gestiona el 10% de estas urbanizaciones. El bloque derruido esta semana tenía 12 apartamentos, situado a unos 72 kilómetros de Dublín. En esta zona se proyectó la construcción de 220 casas unifamiliares y tres bloques de pisos, pero sólo se terminaron 90 casas y una parte de un edificio. Para uno de sus propietarios, Alan Hogan, su hipoteca se ha convertido en un "lazo al cuello" del que no se puede desprender.
El Gobierno irlandés y el ‘banco malo’ Nama han destinado unos 8 millones de euros a afrontar a las necesidades de seguridad más acuciantes y se han priorizado 128 desarrollos urbanísticos. Los que están en las últimas fases de construcción se terminarán y se destinarán a ventas a particulares o vivienda social, según los planes de 0’Sullivan.
Pero muchos otros serán demolidos y los terrenos se destinarán a lo que fueron en principio: fincas rústicas destinadas a la ganadería y la agricultura. Así lo ha anunciado muy gráficamente la ministra:
"queremos quitar esta mancha de nuestro paisaje y nuestras comunidades".
La equiparación a España, inevitable
La situación de la industria inmobiliaria, las expectativas del mercado y la existencia de ciudades fantasma nos es muy familiar.
"Es sólo una cuestión de tiempo que estas demoliciones sean una realidad en España".
"ROBAR UN BANCO NO ES DELITO,
EL DELITO
ES
FUNDARLO"
El 'banco malo' de Irlanda comienza a derribar viviendas vacías
Según el jefe de estudios de idealista.com, "es sólo una cuestión de tiempo que estas demoliciones sean una realidad en España".
Libre Mercado 2012-08-22
La agencia nacional de gestión de activos de Irlanda, más conocida como el banco malo, ha comenzado a demoler ciudades fantasma tras la burbuja inmobiliaria. El pasado mes de julio derribó un bloque de apartamentos por primera vez, debido a razones de seguridad y se esperan más demoliciones de viviendas sin terminar. La pregunta que surge ahora es si esto mismo que está ocurriendo en Irlanda pasará en España.El Gobierno irlandés prevé que algunos proyectos puedan venderse o destinarse a vivienda social, mientras que otros se demolerán y podrán usarse como granjas. En Irlanda hay unos 1.850 proyectos de vivienda sin acabar desde que estalló la crisis en 2008 y un 15% de las viviendas del país están vacías, es decir, unas 294.000 casas. Y los precios de la vivienda se han desplomado a la mitad. Por ejemplo, en Dublín los precios han caído un 64% desde los máximos alcanzados en 2007, según un organismo oficial.
Según Fernando Encinar, jefe de estudios de idealista.com, "es sólo una cuestión de tiempo que estas demoliciones sean una realidad en España. A medio plazo encontraremos promociones de viviendas que cuentan con demanda y se revaloricen, otras que aún tendrán que seguir haciendo rebajas importantes de precio y un tercer tipo de inmuebles que serán absolutamente invendibles. Veremos cómo estas promociones son derribadas para devolver el suelo a la naturaleza".
En España, el Consejo de Ministros del próximo viernes 24 de agosto aprobará la creación del banco malo. De las cosas que se van conociendo se ha publicado que el Gobierno estudia la posibilidad de que el banco malo se convierta en un fondo de inversión en vez de una sociedad anónima. Además, el ministro de economía, Luis de Guindos, ha señalado que el precio al que se valorarán los activos inmobiliarios que se traspasen al "banco malo" será lo suficientemente bajo para que cuando sean vendidos "no generen pérdidas al contribuyente o se pueda ganar dinero".
- El Gobierno podría retrasar la creación del 'banco malo'
- El Estado comprará activos tóxicos a precios inflados
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