Dicen ahora los del banco central que "retrasar las medidas para la solución de la crisis" podría hundir a España con una reducción del 3, 2% del PIB, llegando a un 31% de paro y con la prima de riesgo en 750 puntos. O sea, que si aplicamos (cuanto antes mejor) lo que el FMI nos diga, entonces tendremos la suerte de frenar esa tendencia que irrevocablemente nos conduciría al desastre...
Echemos un vistazo a las primas de riesgo de los países donde el organismo ha "acelerado" sus "medidas":
Curioso, que la de Grecia lleve estancada en más de 1.500 durante meses, la de Portugal no le ande a la zaga y a la de España se le vaticinen esos 750. La otra pregunta sería: ¿cuándo se va a estabilizar un indicador que, según nuestro propio Ministro de Lehman Brothers, "no hay quien entienda"?
Si el Estado se está desmantelando en Irlanda con la misma celeridad que en nuestro país y alrededores, ¿por qué la prima no está disparada? Según parece, dado que el objetivo es acabar con el sistema público, los puntos alcanzarían su karma en el momento en que la competitividad fuera razonable para los señores de las finanzas, o lo que es lo mismo, producir y trabajar lo máximo posible a cambio de lo mínimo, con un ojo puesto en China y otro en el Mediterráneo.
¿Tendrán que ver las demoliciones de barrios fantasma del Banco Malo irlandés y la rebeldía de los ciudadanos griegos, portugueses y españoles? En este sentido, los mensajes de Rajoy sobre la "marca España" circulaban por los medios mecidos en las amenazas de la troika: no protesten, acepten lo que hay, continuaremos con las medidas pase lo que pase, no piense, trabaje, duerma y vote.
Echemos un vistazo a las primas de riesgo de los países donde el organismo ha "acelerado" sus "medidas":
Curioso, que la de Grecia lleve estancada en más de 1.500 durante meses, la de Portugal no le ande a la zaga y a la de España se le vaticinen esos 750. La otra pregunta sería: ¿cuándo se va a estabilizar un indicador que, según nuestro propio Ministro de Lehman Brothers, "no hay quien entienda"?
Si el Estado se está desmantelando en Irlanda con la misma celeridad que en nuestro país y alrededores, ¿por qué la prima no está disparada? Según parece, dado que el objetivo es acabar con el sistema público, los puntos alcanzarían su karma en el momento en que la competitividad fuera razonable para los señores de las finanzas, o lo que es lo mismo, producir y trabajar lo máximo posible a cambio de lo mínimo, con un ojo puesto en China y otro en el Mediterráneo.
¿Tendrán que ver las demoliciones de barrios fantasma del Banco Malo irlandés y la rebeldía de los ciudadanos griegos, portugueses y españoles? En este sentido, los mensajes de Rajoy sobre la "marca España" circulaban por los medios mecidos en las amenazas de la troika: no protesten, acepten lo que hay, continuaremos con las medidas pase lo que pase, no piense, trabaje, duerma y vote.
1514- 1517: Alemania, los bancos y la Iglesia. Lutero
Fragmento de "Q", de Luther Blissett, ahora Wu- Ming Foundation:
1514. Alberto de Hohenzollern es nombrado arzobispo de Magdeburgo. A los veintitrés años. Más oro en las arcas del Papa: compra también el arzobispado de Halbertstadt.
1517, Maguncia. El más vasto principado eclesiástico de Alemania aguarda el nombramiento de un nuevo obispo. Se obtiene el nombramiento, Alberto tiene en sus manos un tercio de todo el territorio alemán.
Hace su oferta: catorce mil ducados por el arzobispado, más diez mil por la dispensa papal que le permita conservar todos los cargos. El asunto se negocia por medio de la banca Fugger de Augsburgo, que anticipa la suma. Una vez cerrada la operación,Alberto debe a los Fugger treinta mil ducados.
Son los banqueros quienes deben establecer las modalidades de pago. Alberto debe fomentar en sus dominios la predicación de las indulgencias del papa León X. Los fieles deberán realizar una contribución para la construcción de la basílica de San Pedro, a cambio de lo cual obtendrán un certificado: el Papa los absuelve de sus pecados.
Solo la mitad de lo recaudado será para financiar los astilleros de Roma.Alberto empleará el resto para pagar a los Fugger.
El encargo será confiado a Johann Tetzel, el más experto predicador del lugar.
Tetzel recorre los pueblos durante el verano del 17. Se detiene en la frontera con Turingia, que pertenece a Federico el Sabio, duque de Sajonia. No puede poner los pies allí.
Federico recauda por su propia cuenta las indulgencias, a través de la venta de reliquias. No acepta competidores en sus territorios. Pero Tetzel es un hijo de puta: sabe que los súbditos de Federico harán de buena gana unas pocas leguas más allá de la frontera. El paraíso bien vale un pequeño obstáculo en el camino.
El ir y venir de almas en busca de palabras tranquilizadoras tiene terriblemente indignado a un joven fraile agustino, doctor por la Universidad de Wittenberg. No puede tolerar el obsceno mercadeo puesto en marcha por Tetzel, con escudo de armas y sello pontificio bien visibles.
31 de octubre de 1517. El fraile clava en la puerta sur de la iglesia de Wittenberg noventa y cinco tesis contra el tráfico de indulgencias, escritas de su puño y letra. Se llama Martín Lutero. Con ese gesto da comienzo la Reforma.
1514. Alberto de Hohenzollern es nombrado arzobispo de Magdeburgo. A los veintitrés años. Más oro en las arcas del Papa: compra también el arzobispado de Halbertstadt.
1517, Maguncia. El más vasto principado eclesiástico de Alemania aguarda el nombramiento de un nuevo obispo. Se obtiene el nombramiento, Alberto tiene en sus manos un tercio de todo el territorio alemán.
Hace su oferta: catorce mil ducados por el arzobispado, más diez mil por la dispensa papal que le permita conservar todos los cargos. El asunto se negocia por medio de la banca Fugger de Augsburgo, que anticipa la suma. Una vez cerrada la operación,Alberto debe a los Fugger treinta mil ducados.
Son los banqueros quienes deben establecer las modalidades de pago. Alberto debe fomentar en sus dominios la predicación de las indulgencias del papa León X. Los fieles deberán realizar una contribución para la construcción de la basílica de San Pedro, a cambio de lo cual obtendrán un certificado: el Papa los absuelve de sus pecados.
Solo la mitad de lo recaudado será para financiar los astilleros de Roma.Alberto empleará el resto para pagar a los Fugger.
El encargo será confiado a Johann Tetzel, el más experto predicador del lugar.
Tetzel recorre los pueblos durante el verano del 17. Se detiene en la frontera con Turingia, que pertenece a Federico el Sabio, duque de Sajonia. No puede poner los pies allí.
Federico recauda por su propia cuenta las indulgencias, a través de la venta de reliquias. No acepta competidores en sus territorios. Pero Tetzel es un hijo de puta: sabe que los súbditos de Federico harán de buena gana unas pocas leguas más allá de la frontera. El paraíso bien vale un pequeño obstáculo en el camino.
El ir y venir de almas en busca de palabras tranquilizadoras tiene terriblemente indignado a un joven fraile agustino, doctor por la Universidad de Wittenberg. No puede tolerar el obsceno mercadeo puesto en marcha por Tetzel, con escudo de armas y sello pontificio bien visibles.
31 de octubre de 1517. El fraile clava en la puerta sur de la iglesia de Wittenberg noventa y cinco tesis contra el tráfico de indulgencias, escritas de su puño y letra. Se llama Martín Lutero. Con ese gesto da comienzo la Reforma.
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