Jane Goodall -primatóloga, arqueóloga- visitó Atapuerca. Esta mujer delicada de cabello blanco quedó fascinada visualizando la vida de nuestros antepasados en la excavación, su mirada seguramente es la misma que cuando hizo su gran descubrimiento al ver a un chimpancé utilizar una herramienta para sacar las termitas del hormiguero.
Goodall viaja con un peluche de chimpancé, viaja por el mundo esparciendo su mensaje de paz, de amor, regalando su sabiduría: el corazón y la mente andan desconectados, su lucha también abarca el sinsentido de nuestros hábitos alimentarios
; al verla tengo la sensación de que la abrazaría y dejaría que me contase su vida a tiempo real.
Goodall viaja con un peluche de chimpancé, viaja por el mundo esparciendo su mensaje de paz, de amor, regalando su sabiduría: el corazón y la mente andan desconectados, su lucha también abarca el sinsentido de nuestros hábitos alimentarios
Su historia recuerda a la de Dian Fossey, la primatóloga asesinada en Rwanda por defender a los animales que recordamos con la cara de Sigourney Weaver a la que encarnó en la ficción en la inolvidable "Gorilas en la niebla". Goodall es el tipo de mujer que no vemos con un estilismo a la última, con unas pieles de animal, con joyas de una marca de moda. Camina esta dama sin estrépito en este mundo ruidoso haciéndonos bajar la voz para escucharla. No hay nada más opuesto a nuestras nuevas mujeres poderosas.
Nada más opuesto a la forma de vida que representan las escuchas del restaurante vía florero. Floreros con señora, de señora. Gente que parece al escucharla que se bebió toda el agua de los mismos mientras halaga este montaje que nos lleva a pique, mientras esta mujer menuda y hermosa se maravilla ante el prodigio de la evolución que a la vista de nuestros líderes, tiene fallos evidentes.
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