La formación progresista "estalla" en la Comunidad Valenciana a costa de un fraude electoral que provoca una cascada de dimisiones y deslegitima a la dirección regional.
"Fractura total", de esta manera describe un destacado dirigente de UPyD a El Semanal Digital la situación actual de su partido en la Comunidad Valenciana. En las últimas horas se han intensificado las dimisiones de importantes dirigentes salpicados por el escándalo de la corrupción tras confirmarse un fraude electoral interno en la elección de la Ejecutiva en 2009 que, después de una investigación propia, no ha dejado lugar a dudas de que el proceso fue del todo irregular, el vivo ejemplo de un pucherazo. Una realidad muy incómoda para la formación de Rosa Díez y para el cabeza visible valenciano, Toni Cantó, ambos abanderados de la honestidad aunque acogen en el seno de su partido a auténticos corruptos que alteraron los votos para acceder al Consejo Territorial.
De momento ya han dimitido las ex secretarias de Organización de UPyD María José Ros y Lidón Ordóñez pero sin reconocer el delito para alegar "motivos personales". Hizo lo propio el presidente provincial de Alicante, Faustino Salas tras conocer el informe de Madrid que confirma los "votos fraudulentos" que beneficiaron al actual presidente autonómico de la formación, Romain Muzzati, que sin embargo sigue en el puesto (no se siente aludido) porque además así lo quiere la propia Rosa Díez. Precisamente el apego de Muzzati al cargo es lo que ha provocado la división interna total en UPyD ya que algunos cargos y la militancia no entienden que el partido mantenga a una persona que accedió al cargo de manera irregular.
En este sentido, Armando Esteve, concejal de UPyD en Novelda (Alicante), piensa que el delito electoral "ha prescrito ya, pero queda en el ámbito de la ética asumir si se tiene legitimidad moral o no para seguir en la dirección del partido". Pese a la situación crítica, la dirección regional se enroca con el respaldo de Madrid, algo que no ha frenado otras dimisiones. Así, otros dirigentes –como Mari Carmen Caballero o David Aloy- han presentado su renuncia. En las próximas horas se esperan más dimisiones ya que varios miembros del Consejo Territorial prometieron que dimitirían si finalmente la investigación interna confirmase las irregularidades, algo que se ha producido. Quienes no han hecho ninguna valoración pública han sido Díez o el diputado Toni Cantó que guardan un significativo silencio.
Rosa Díez y Toni Cantó, salpicados por corrupción interna en UPyD
"Fractura total", de esta manera describe un destacado dirigente de UPyD a El Semanal Digital la situación actual de su partido en la Comunidad Valenciana. En las últimas horas se han intensificado las dimisiones de importantes dirigentes salpicados por el escándalo de la corrupción tras confirmarse un fraude electoral interno en la elección de la Ejecutiva en 2009 que, después de una investigación propia, no ha dejado lugar a dudas de que el proceso fue del todo irregular, el vivo ejemplo de un pucherazo. Una realidad muy incómoda para la formación de Rosa Díez y para el cabeza visible valenciano, Toni Cantó, ambos abanderados de la honestidad aunque acogen en el seno de su partido a auténticos corruptos que alteraron los votos para acceder al Consejo Territorial.
De momento ya han dimitido las ex secretarias de Organización de UPyD María José Ros y Lidón Ordóñez pero sin reconocer el delito para alegar "motivos personales". Hizo lo propio el presidente provincial de Alicante, Faustino Salas tras conocer el informe de Madrid que confirma los "votos fraudulentos" que beneficiaron al actual presidente autonómico de la formación, Romain Muzzati, que sin embargo sigue en el puesto (no se siente aludido) porque además así lo quiere la propia Rosa Díez. Precisamente el apego de Muzzati al cargo es lo que ha provocado la división interna total en UPyD ya que algunos cargos y la militancia no entienden que el partido mantenga a una persona que accedió al cargo de manera irregular.
En este sentido, Armando Esteve, concejal de UPyD en Novelda (Alicante), piensa que el delito electoral "ha prescrito ya, pero queda en el ámbito de la ética asumir si se tiene legitimidad moral o no para seguir en la dirección del partido". Pese a la situación crítica, la dirección regional se enroca con el respaldo de Madrid, algo que no ha frenado otras dimisiones. Así, otros dirigentes –como Mari Carmen Caballero o David Aloy- han presentado su renuncia. En las próximas horas se esperan más dimisiones ya que varios miembros del Consejo Territorial prometieron que dimitirían si finalmente la investigación interna confirmase las irregularidades, algo que se ha producido. Quienes no han hecho ninguna valoración pública han sido Díez o el diputado Toni Cantó que guardan un significativo silencio.
Rosa Díez y Toni Cantó, salpicados por corrupción interna en UPyD
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