Tras la prohibición de los escraches a políticos a menos de 300 metros, los peperos están ideando otro tipo de encapsulamiento!
El pepero Sigfrid Soria es hombre amigo de la violencia. Que le agraden verbalmente, ¡Una hostia! Que ridiculizan su persona por escrito, ¡Una hostia! Que le molestan con gritos, ¡Una hostia!... Vamos a acabar como en el siglo XIX, todo insulto se resolverá con un duelo...
(Pero no, eso era entre caballeros, y estos de eso no entienden)
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