Por Ernesto Gutiérrez - Canarias-semanal.org
"Los ricos cobran cada vez más y los pobres cada vez son más pobres", advierten
"Se nos dibuja un panorama realmente trágico para las familias y las personas que viven en Canarias" - aseguraba la pasada semana la secretaria general de Cáritas Diocesana en el Archipiélago, Fátima Díaz, al hacer públicos los datos sobre la situación social de las Islas recabados por dicha organización. Y es que, según las estimaciones de Cáritas, "el fenómeno de la pobreza o el riesgo de padecerla afecta ya a la mitad de la población de Canarias".
"Entendemos que las políticas no están funcionando, porque la realidad nos dice que cuando teníamos dinero había una bolsa grande de pobreza y que ahora que disminuyen los recursos económicos esa bolsa se dispara" - manifestó Díaz, que pidió a las administraciones que "cambien sus políticas para afrontar la situación por entner que no están a la altura de las circunstancias'".
La secretaria general de Cáritas alertó, igualmente, de que se está "produciendo una fractura social alarmante, porque los ricos cobran cada vez más y los pobres cada vez son más pobres". En ese contexto, la organización católica de caridad opina que "el objetivo de las políticas, tanto económicas como sociales, tiene que poner en el centro, fundamentalmente, la situación de las personas concretas y no las cifras macroeconómicas", porque el problema seguirá agravándose "en la medida en que no busquemos soluciones a la realidad de las personas, sino a buscar equilibrar balances y economía".
Cáritas Diocesana de Canarias, con ámbito de actuación en la provincia de Las Palmas, atendió en 2012 a casi 28.000 personas necesitadas. Un 5 % más que el año anterior y alrededor del doble que en 2008. A este respecto, Fátima Díaz puntualizó que la cifra no ha crecido más porque su organización se encuentra ante un "desbordamiento" de peticiones que le impide atender a todas, en especial porque también ha visto reducirse los recursos que recibía de las administraciones, hasta el punto de tener que cerrar varios servicios.
Por ello -dijo- ahora se dedica a "una asistencia fundamental, que es cubrir necesidades de subsistencia, alimentación, vestido, medicamentos y pago de suministros de las viviendas", y a prestar "asesoramiento, escucha y acogida, así como formación para el empleo".
Sobre las características de los usuarios de sus servicios, Díaz indicó que el 75% son personas en situación de desempleo, la mayoría de larga duración, y que, entre las que sí tienen algún tipo de ingreso, el 40 % no puede llegar a fin de mes.
La responsable de Cáritas destacó, asimismo, que se encuentran "un perfil cada vez más joven de usuario, debido a que la situación de pobreza y exclusión social está alcanzado a la población de 30 a 45 años y a familias con hijos a su cargo, que están "totalmente desamparadas y sin posibilidades de salir adelante".
"Entendemos que las políticas no están funcionando, porque la realidad nos dice que cuando teníamos dinero había una bolsa grande de pobreza y que ahora que disminuyen los recursos económicos esa bolsa se dispara" - manifestó Díaz, que pidió a las administraciones que "cambien sus políticas para afrontar la situación por entner que no están a la altura de las circunstancias'".
La secretaria general de Cáritas alertó, igualmente, de que se está "produciendo una fractura social alarmante, porque los ricos cobran cada vez más y los pobres cada vez son más pobres". En ese contexto, la organización católica de caridad opina que "el objetivo de las políticas, tanto económicas como sociales, tiene que poner en el centro, fundamentalmente, la situación de las personas concretas y no las cifras macroeconómicas", porque el problema seguirá agravándose "en la medida en que no busquemos soluciones a la realidad de las personas, sino a buscar equilibrar balances y economía".
Cáritas Diocesana de Canarias, con ámbito de actuación en la provincia de Las Palmas, atendió en 2012 a casi 28.000 personas necesitadas. Un 5 % más que el año anterior y alrededor del doble que en 2008. A este respecto, Fátima Díaz puntualizó que la cifra no ha crecido más porque su organización se encuentra ante un "desbordamiento" de peticiones que le impide atender a todas, en especial porque también ha visto reducirse los recursos que recibía de las administraciones, hasta el punto de tener que cerrar varios servicios.
Por ello -dijo- ahora se dedica a "una asistencia fundamental, que es cubrir necesidades de subsistencia, alimentación, vestido, medicamentos y pago de suministros de las viviendas", y a prestar "asesoramiento, escucha y acogida, así como formación para el empleo".
Sobre las características de los usuarios de sus servicios, Díaz indicó que el 75% son personas en situación de desempleo, la mayoría de larga duración, y que, entre las que sí tienen algún tipo de ingreso, el 40 % no puede llegar a fin de mes.
La responsable de Cáritas destacó, asimismo, que se encuentran "un perfil cada vez más joven de usuario, debido a que la situación de pobreza y exclusión social está alcanzado a la población de 30 a 45 años y a familias con hijos a su cargo, que están "totalmente desamparadas y sin posibilidades de salir adelante".
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