Los ciento cincuenta mil aplausos de ayer a Rajoy fueron patrocinados por el Santander



Prácticamente la totalidad de los ciento cincuenta mil aplausos que se produjeron ayer en el Congreso para alabar la intervención del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, fueron pagados por el banco de Santander través de su obra social y un sistema de donaciones, en régimen especial tributario, que se abonan mediante una maniobra que los ingenieros de finanzas llaman looping y que consiste en la posibilidad de que el contribuyente efectúe un doble axel con tirabuzón y simple mortal atrás sobre los máximos responsables de la Agencia Tributaria, y termine cayendo de pie y con los brazos en los bolsillos sobre el mismo centro urbano de las islas Cayman.


Cada aplauso, que ayer cotizó a ciento ochenta y cuatro euros con veinte céntimos, pudo haber reportado a cada parlamentario popular más de cincuenta mil euros libres de impuestos.


Las ocho citas que mencionó Mariano Rajoy, y la docena de exclamaciones, parece ser que se pagaron personalmente en efectivo por la Caixa a los escribanos del presidente y al propio Rajoy, respectivamente.
Un “Consorcio de Empresas Estupendas”, cuyos nombres no se han hecho públicos para no avergonzar al Lucero del Alba, pagó todos los gastos que supuso la expresión “Me he equivocado”, pronunciada por Rajoy para referirse a la contratación del execrable, abominable y deleznable señor Bárcenas.