Varios dueños de mascotas conversan en la zona del parque Etxebarria donde pueden dejar sueltos a sus animales. (Pablo Viñas)
Comida envenenada
Los dueños de los canes afectados denuncian los hechos y advierten del riesgo
Bilbao. A sus dos años recién cumplidos, Lautxo acaba de estar al borde de la muerte. Lautxo es un perro mestizo que el pasado 27 de septiembre sufrió una grave intoxicación por haber ingerido "un trozo de comida envenenada" en el parque Etxebarria. "Le sacó mi padre a primera hora al parque. Cuando yo me levanté dos horas después el perro estaba fatal, mareado, se caía y no coordinaba los movimientos. Vomitó y se orinó encima", asegura su propietaria, Miren, quien sospecha que algún "desalmado" puede estar detrás de la intoxicación tanto de Lautxo como de, al menos, otro dos perros. Por ello, la joven ha denunciado los hechos para que otros propietarios y el resto de usuarios de este parque bilbaino no se vean en la misma situación.
"Lo hemos pasado fatal", asegura. "Quien tiene perro sabe que forman parte de la familia y no te esperas una cosa así. Además, en el parque Etxebarria siempre hay muchas personas y niños que también pueden verse afectados por este veneno", advierte Miren.
Fuentes del Área de Obras y Servicios del Ayuntamiento, del que depende el servicio de jardinería municipal, aseguran que todos los productos que se emplean en los parques y zonas que se encuentran en contacto con los ciudadanos son "totalmente inocuos". "Es cierto que se ha empleado un herbicida en la zona donde estuvo instalado el circo en Aste Nagusia por una planta invasora, pero es un producto inocuo y lo normal es vallar la zona para que el producto actúe", aclaran las mismas fuentes. Por ello, explican que si se están produciendo estos casos puede deberse a la intervención de otras personas.
La dueña de Lautxo asegura que el caso de su mascota no es un hecho aislado y que "no va a parar hasta encontrar a los responsables". El can ahora está algo mejor "pero pensé que le perdíamos. Al menos yo sé que hay otro perro que también ha estado muy mal, incluso necesitó un trasplante de sangre y no sé si logrará recuperarse", lamenta Miren. Según la mujer, este otro perro se intoxicó en el entorno de la plaza Tomás Zubiria, en los edificios de Panera, a pocos metros del parque Etxebarria. "Aquí hay una zona de matorrales y fue ahí donde cogió el veneno, pero la veterinaria no supo concretar si lo que comió fue un alimento envenenado o un pesticida", añade.
Por su parte, la veterinaria concretó que en estos casos no se podía hablar del uso de un veneno sino, más bien de una intoxicación que provocó en los animales una gastroenteritis severa, probablemente, producida por la ingesta de un herbicida. "Alguno de los perros intoxicados lo están pasando francamente mal", sostiene la veterinaria que atendió a estos animales.
"No es justo. Tienes un animal sano, al que le quedan muchos años de vida y por culpa de un desalmado, al que no le gustan los animales, estás a punto de perder a un miembro de la familia. No son conscientes del daño que pueden llegar a provocar, un daño irreparable", lamenta Miren. Además, al mal rato y al sufrimiento de los dueños hay que sumar la minuta que supone el ingreso y el tratamiento de sus mascotas en una clínica veterinaria, un coste que supera los 200 euros en el caso de Lautxo y que su propietaria se ha visto obligada a asumir.
Shaila P. Rodríguez
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