Conflictos mundiales * Blog La cordura emprende la batalla


viernes, 29 de noviembre de 2013

“SOLO” ESTAFABA A HACIENDA Los silencios de Rajoy suelen ser silencios absolutistas, de censura, de anatema y rechazo total.


Los silencios de Rajoy suelen ser silencios absolutistas, de censura, de anatema y rechazo total. Sobre quien hace unos años era un ciudadano ejemplar cuya conducta era digna de ser imitada, ahora un ha caído un hosco y ya raído “yo respeto y acato lo que digan los tribunales de justicia”, con la diferencia de que aunque siempre lo dice y en ocasiones no lo cumple, esta vez va en serio. Y es que, Rajoy, aparte de no mojarse por nadie, o es muy tonto y le engaña mucha gente, (Bárcenas, Fabra, Camps, Rato…) o es que su partido es una auténtica pocilga en que él es otro de los que también disfruta enfangándose en el lodo de la corrupción.
Porque jamás movió un dedo para investigar los negocios sucios de ese “ciudadano ejemplar” a quien tanto ensalzó. Ni ha pedido disculpas por haber sido un compañero y amigo del alma de un delincuente, no. Pero ahora dice acatar la sentencia y calla.
Como también dijo que acataba la sentencia del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo sobre la doctrina Parot, y sin embargo tanto dirigentes del partido, como medios de comunicación, pusieron a parir a dicho tribunal, pidieron que se desobedeciera su sentencia y culparon al juez López Guerra. Lo mismo que anteriormente  hicieron con Garzón para apartarlo del caso Gürtel hasta conseguir, hace ya casi dos años, su inhabilitación.
Como un faraón moderno, se hizo su propia tumba

Y sin embargo, Carlos Fabra puede ir con la cabeza bien alta, porque según él y muchos como él, de su partido y de fuera de su partido, piensan que defraudar a Hacienda no es un delito, como mucho un pequeño engaño. Creen que estafar con el dinero público, el dinero de todos, el que pagamos cada día al estado, no es nada importante. Pero por delitos de esta índole fue detenido Al Capone y encarcelado 11 años. En cualquier país europeo y sobre todo si es anglosajón, estos delitos son duramente castigados. Incluso en Italia, otro país latino como el nuestro, Berlusconi ha sido condenado y apartado de la carrera política por fraude fiscal.
Pero aquí, no. Aquí sigue vigente el espíritu de que engañar a Hacienda es algo normal. Al menos así lo ha entendido Fabra y con él muchos de su partido. También la Cámara de Comercio de Castellón, que no tiene ningún inconveniente en que siga al frente de ella, porque esto ha sido una cuestión “particular”. Y así lo ha visto también ese personaje al que le pierde su incontinencia oral, Carlos Floriano, para el que tan “solo” se trata de un delito fiscal.
Mucho me temo, que ese mismo “solo”, es el que será utilizado con la casa real y con Urdangarín. El mismo “solo” que ha permitido el propio Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, con su Amnistía Fiscal y que sigue permitiendo, dejando que las empresas españolas sigan sin pagar impuestos aún habiendo aumentado beneficios. El mismo que permite injerencias en investigaciones a grandes empresas, empañando así la imagen de los empleados honrados, que los hay, de la Hacienda Pública. Que destina el 80% de sus empleados a perseguir al pequeño contribuyente, cuando el 80% del fraude fiscal se da entre las grandes empresas.
También hay que tener en cuenta que ha tenido mucha “suerte”, ya que de los otros delitos de cohecho y prevaricación de que estaba acusado, ha salido indemne, y bien sea por casualidad o porque la suerte siempre le ha sido muy favorable (no olvidemos que siempre le tocaba la lotería), el Presidente de la Audiencia de Castellón es Joaquín Domínguez, promovido a este puesto por el Partido Popular y reconocido genovés de toda la vida.
Y es que en España el delito fiscal es eso, “solo” un delito fiscal.
Para la “gente de bien” hay cosillas que no son delito

A Fabra lo han sentenciado
por un delito fiscal
y al igual que a un mariscal
en Castellón lo han tratado,
pues que robar a la Hacienda
bien merece una Encomienda.
El único que ha callado
y ha acatado la sentencia
por no estar en evidencia
es Rajoy, tan engañado,
que ya dicen que es idiota
como su propia gaviota.
Pues todo el mundo le engaña,
(Barcenas, Camps, Fabra, Rato)
y o bien es por mentecato
o es de la misma calaña,
y siendo tan buen marrano
nos ha salido serrano.
Sin embargo está Floriano,
economista y letrado
que más parece iletrado,
pero eso sí, ¡campechano!,
que piensa como un mosquito
y para él no es un delito.

Cohecho y prevaricación no han sido tenidos en cuenta
por un juez de la “Marca Génova”

Pues que engañar a la Hacienda
“solo” es delito fiscal
y como dijo Pascal,
tal no vale una contienda,
pues que Hacienda somos todos
puede meter mano y codos.
Que en España esto es engaño
que todos lo hemos hecho
como si fuera un derecho
desde los tiempos de hogaño,
que es un pecado venial
y no un pecado mortal.
No es que lo diga un pendón
sino que muchos lo piensan
 y a sí mismos se dispensan
la confesión y el perdón
porque tan “solo” es delito
pagado estando contrito.
Siendo aquí poco penado,
en un país protestante
es un delito aberrante
por el que quedas marcado
para el resto de tu vida
y tu carrera perdida.
Pero España es diferente.
Ya nos lo decía Fraga;
aquí haga lo que se haga
si eres persona influyente
hay mil perdones para ellos,
y si no, mil atropellos.

Viejo truco de la Brunete mediática para distraer



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