El paquete de medidas anunciadas este jueves por Mario Draghi
para tratar de levantar la economía en la Eurozona sólo conseguirán
acelerar la llegada de la siguiente crisis financiera y económica. A
pesar de ser consideradas como "excepcionales" e "históricas", éstas
medidas continúan en la misma dirección que ha mantenido el Banco
Central Europeo en los últimos años, la misma que llevan también la
Reserva Federal en EE.UU y otros Bancos Centrales como el de Reino Unido
o Japón: seguir inyectando cantidades ingentes de dinero fácil y casi
gratuito a un gigantesco sistema financiero especulador
totalmente insostenible y a punto de explotar. (ver aquí con más detalle las nuevas medidas del BCE)
Hay algunas de estas medidas, como penalizar con un 0,1% de interés a
los Bancos que mantengan su dinero paralizado en la sede del BCE,
que aparentemente obligará a los Bancos a poner en circulación ese
dinero. Pero esto no significa necesariamente que ese dinero se vaya a
invertir en la economía real y a ofrecer crédito a las pequeñas
empresas y familias (por cierto, demasiado endeudadas ya con los
Bancos). Si a los Bancos se les obliga a mover su dinero pero la
economía real o productiva sigue sin ser rentable debido a la caída de la demanda,
es lógico pensar que estos Bancos seguirán invirtiendo ese dinero en la
rentable economía especulativa, inflando burbujas y creando otras
nuevas que estallarán próximamente provocando otro colapso financiero y
económico. Si además tenemos en cuenta que la cifra total de dinero que
guardan en el BCE todos los Bancos europeos es de unos 28.000 millones
de euros, la medida se convierte es un mero brindis al sol que no tendrá ningún efecto significativo sobre la economía.
Algo parecido ocurre con los "paquetes de financiación" de hasta 400.000 millones de euros que el BCE pondrá en el mercado y empezarán a subastarse en septiembre con la condición de que este dinero vaya a financiar a la economía real. En primer lugar habría que preguntarse por qué razón los "mercados" van a acogerse a ese "paquete de financiación" si todos los datos indican que la economía real seguirá estancada (también las exportaciones, puesto que habrá una desaceleración económica mundial, incluidos los países emergentes) y no será rentable invertir en ella para estos Bancos e inversores (los mercados). Además en el caso de que los Bancos hagan uso de ese "paquete de financiación" y ese dinero no llegue a empresas y familias a través del crédito, estos Bancos sólo tendrán que devolver el dinero en un plazo de dos años. Esta medida tampoco parece muy radical ni que vaya a ser muy eficaz a la hora de resolver el problema del crédito, tal y como nos dicen, más bien parece una forma de ganar tiempo y de huir hacia adelante por parte del BCE. Y en segundo lugar, teniendo en cuenta todo lo anterior, habría que preguntarse por qué ese dinero no va directamente del BCE a los Estados con la prioridad máxima de crear empleo y actividad económica sostenible.
"Desde 2009, las principales bolsas occidentales han mantenido una tendencia alcista que no se corresponde con el estado de la economía real. Los precios de las acciones aumentan incesantemente y no dejan de batir máximos históricos, incluyendo los de pasadas burbujas. Pero el elevado desempleo, la creciente desigualdad y, en definitiva, la escasa capacidad de compra de las masas de asalariados no pueden dar lugar a beneficios empresariales crecientes en la economía real (...). En el sur de Europa, además, las políticas de austeridad han asfixiado a los ciudadanos y estos ya no pueden consumir ni aun supliendo con deuda su escaso salario, pues apenas se conceden préstamos. De hecho, la economía europea es un polvorín. No solo se prolongará el estancamiento hasta la próxima década, sino que a esto se unirá también un esperable colapso fiscal, que abarcará a todos los estados alineados en el bloque estadounidense". [Próximo crash en las bolsas mundiales,- Juan C. Valls]
¿Por qué se siguen aplicando el mismo modelo y las mismas políticas si
se ha demostrado que son un fracaso? La respuesta es muy sencilla: estas
instituciones y organismos económicos internacionales están dominados
por el capital financiero y aplican las directrices económicas
neoliberales que este capital financiero les dicta; unas políticas que
sólo contribuyen a aumentar la especulación y los beneficios de las
clases capitalistas corruptas frente al empobrecimiento y explotación de
las clases trabajadoras y la eliminación de los Estados-nación como
reguladores de la economía y garantes de los servicios públicos
fundamentales.
Más allá de la propaganda neoliberal de los gobiernos y medios de
comunicación de EE.UU-UE, los datos macroeconómicos globales son
alarmantes y evidencian que la llegada de una nueva crisis financiera y
económica es inevitable. Veamos sólo algunos de estos datos: el dinero
colocado en el mercado de derivados financieros supera en 10
veces al PIB mundial, y es un 20% más grande de lo que era antes de la
crisis financiera de 2008. Los grandes bancos de Wall Street también son
actualmente un 37% más grandes de lo que eran antes del estallido de la
crisis en 2008. Según el Banco de Pagos Internacionales, el total de
derivados alcanza los 710 billones de dólares (el PIB de EE.UU este
año es de 17 billones de dólares). Los 25 Bancos más grandes de EE.UU
tienen 236 billones de dólares expuestos a estos productos tóxicos. En
Europa el gigante alemán Deutsche Bank cuenta con más de 75 billones de
dólares expuestos a los mercados de derivados, una cantidad
mayor que la de cualquier otro Banco estadounidense. Todo apunta a que
se repetirá lo ocurrido con Lethman Brothers hace seis años.
Los Bancos Centrales y los gobiernos occidentales intentan mantener con vida a un insostenible sistema financiero inyectándole más y más dinero para ocultar que están en quiebra. Pero cuanto más aumenta ese sistema financiero artificial y ese falso crecimiento económico mayor será la explosión que produzca el futuro colapso económico. Las consecuencias las pagaremos de nuevo las clases más vulnerables de la sociedad.
"En algún momento esta burbuja de derivados va a estallar y los bancos quebrarán. Cuando llegue ese día, enfrentaremos una crisis que hará que la de 2008 parezca un picnic (...) esta burbuja de los derivados es una "espada de Damocles" que prende sobre la economía global (...) la verdad es que prácticamente ninguno de los problemas subyacentes que causaron la última crisis financiera han sido corregidos. En cambio, nuestros problemas simplemente se han vuelto aún más grande y las burbujas financieras se han vuelto aún más grande (...) esta burbuja de falsa estabilidad no va a durar mucho más tiempo. Una crisis financiera mucho mayor que lo que hemos experimentado en el año 2008 se acerca, y va a sorprender al mundo". [leer artículo de Michael Snyder]
Todos esto indica que pasados seis años desde el estallido de la crisis
no se hecho absolutamente nada para regular el sistema financiero y
evitar otro cataclismo económico como el de 2008. Las mismas élites
económicas y políticas neoliberales que provocaron con su irresponsable y
criminal comportamiento la crisis financiera de 2008, continúan hoy
ganando mucho dinero y dictando las políticas económicas que se han de
seguir y que, como es de suponer y estamos comprobando en nuestra propia
piel, nos conducen de nuevo hacia el abismo económico y la ruina
social. Un ejemplo de ello es el propio Mario Draghi,
un subordinado de Goldman Sachs que ayudó a Grecia entre los años 2002 y
2005 a ocultar su deuda a través de instrumentos financieros opacos y
corruptos. En lugar de estar en la cárcel dirige la política monetaria
en Europa. Y algunos todavía piensan que dentro del Euro y del sistema
capitalista es posible que el pueblo trabajador alcance su soberanía y
pueda vivir con dignidad y libertad en una verdadera democracia.
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