Violación social, mediática e institucional
Las violaciones tienen culpables con nombres y apellidos. La cultura de la violación se alimenta de la impunidad. La impunidad de los violadores y de quienes hacen apología, de quienes miran hacia otro lado, de quienes convierten a la víctima en culpable, de quienes no investigan, de quienes no protegen, de quienes escriben sin rigor, juzgan sin saber y frivolizan con la violencia y la vejación.
He escrito tanto contra la cultura de la violación y siento tanta impotencia ante lo ocurrido en Málaga y el suicidio de la menor de Madrid, que hoy prefiero compartir el buen trabajo de otros.
Subtitulado por lavozdelmuro.net
El experimento de la violación en público
Y después de ver el vídeo, comparto las reflexiones de Álvaro Piélago, que suscribo totalmente.
RUIDOS Y SILENCIOS DE UNA VIOLACIÓN
El pasado viernes 19 de septiembre se
hacía pública la declaración de la chica violada en la Feria de Málaga.
En dicha declaración, esta chica reconocía haber interpuesto una
denuncia falsa por miedo a que se difundiese y se hiciese público el
vídeo que los cinco jóvenes grabaron mientras mantenían relaciones
sexuales “consentidas”. Parece que la declaración se produjo tras un
acuerdo entre la defensa de la joven y la fiscalía, que pedía 1 año y 3
meses de cárcel para la chica. “Lo más seguro es que la joven se
autoinculpe y los hombres renuncien a cualquier indemnización” eran las
declaraciones que se recogían ese mismo día el digital La Opinión de
Málaga.
Desde el primer momento en que se hizo
pública la noticia decenas de mensajes aparecieron en las redes
sociales. La gran mayoría de los mensajes exigían “mano dura” con la
joven, a la vez que disculpaban a los jóvenes. El triple insulto “Puta,
hija de puta y zorra” era habitual en cada comentario en los diarios
digitales y entre los tweets. Es curioso que, quienes pedían cautela
cuando la chica se atrevió a denunciar allá por finales de agosto, el
pasado viernes ejercían juicios categóricos y redundantes. Quienes a
finales de agosto dudaban de su palabra, el viernes la creían a ciencia
cierta. Sin ni siquiera plantearse la presión social, institucional y
judicial que haya podido pasar esta chica.
Lo cierto es que una violación múltiple en Málaga no interesaba políticamente. La declaración fue un chantaje, fue un “Autoincúlpate o comes cárcel y hacemos público el vídeo”. Un vídeo de apenas 1 minuto y 25 segundos que la propia jueza consideró una prueba parcial y que no demostraba que las relaciones fueran consentidas. Más allá de eso, una foto y la declaración de testigos de que la joven estuvo bailando con ellos cerraba el caso.
Lo cierto es que una violación múltiple en Málaga no interesaba políticamente. La declaración fue un chantaje, fue un “Autoincúlpate o comes cárcel y hacemos público el vídeo”. Un vídeo de apenas 1 minuto y 25 segundos que la propia jueza consideró una prueba parcial y que no demostraba que las relaciones fueran consentidas. Más allá de eso, una foto y la declaración de testigos de que la joven estuvo bailando con ellos cerraba el caso.
No tardaron horas en salir varios
artículos de opinión, post y tweets. Cientos de tweets que pareciesen
que estaban esperando el momento para ir a degüello a por la joven y a
por toda persona que la había mandado apoyo. Muchos de los mensajes
hablaban de cómo reparar la Condena Mediática que habían sufrido los
cinco jóvenes. Los mismos que salieron del juzgado entre aplausos y que
tuvieron espacio en todas las televisiones para explicar su versión de
los hechos, algo que la chica de Málaga no tuvo.
Se hizo especial hincapié en la denuncia
falsa, pese a que de ser falsa la denuncia, éstas representan el
0’0038% de todas las denuncias interpuestas por violación según datos
del Consejo General del Poder Judicial. La red sentenció, ella era una
puta y ellos unos pobres chavales a los que se la habían jugado. Ese día
muchos fueron Sostres, muchos León de la Riva,
llegando a justificar las palabras que tuvo el Alcalde de Valladolid.
Lo que subyace bajo tanto mensaje de odio, es la oportunidad de sacar la
cabeza por si algún día éstos se encuentran en la misma situación, en
un aire irrefrenable de incontinencia sexual promovida por la Cultura de
la Violación. Entre los mensajes que inundaban las redes sociales había
algunos post, a los que no enlazaré para no darlos a conocer, que
incluían fotos de la joven y una lista de todas sus redes sociales. Nada
de que preocuparse, pues muchos de los usuarios que lanzaban aquellos
tweets contra la chica estaban en contra del linchamiento público que
habían sufrido los cinco jóvenes. Quizá del linchamiento hacia la joven,
no tanto…
El 15 de septiembre, cuatro días antes, El Mundo publicaba una información en la que una joven de 17 años se había suicidado tras denunciar a su violador.
Hoy he vuelto a realizar la misma
búsqueda que hice para el caso de Málaga. Sin embargo, no hay
indignación en las redes, no hay apenas post sobre este caso. Y es que
esta muerte no interesa. Ni a medios, ni a políticos y parece que
tampoco a la ciudadanía, ni tan siquiera a la más crítica. Solo hay
silencio. Silencio cobarde. El “presunto” violador ha salido en
libertad, tras declarar que las relaciones eran consentidas. Pero no hay
apenas rabia, no hay indignación. La violación es lo habitual, teniendo
una estadística de 4 violaciones al día. Esto no importa. No hay
espacio televisivos para visibilizar la violación.
No hay artículos en
prensa, en donde se publica antes una violación en la India -que sigue
siendo igual de repugnante-, que una ocurrida en Madrid, a apenas 10
kilómetros de las redacciones. Se empatiza siempre con el violador y se intenta criminalizar a la victima, algo que no ocurre en otro tipo de delitos.
Machismo, Sociedad Patriarcal y Cultura
de la Violación… ¿dónde? ¡Exageras!. La violación se silencia, se calla.
Y hay veces, que los silencios, matan.
Aquí la noticia de El Mundo sobre el suicidio de la joven de 17 años en Madrid.
Una menor se quita la vida tras ser violada
- Ariadna, la víctima de 17 años, sufrió abusos sexuales el domingo siete de septiembre
- Tres días después, el miércoles, se ahorcó en la vivienda donde trabajaba su madre
Ariadna, una joven de 17 años de
nacionalidad española y padres ecuatorianos, ya no podrá celebrar la
mayoría de edad el próximo mes de octubre. El pasado miércoles por la
tarde se ahorcó en una casa del distrito de Chamartín. Tres días antes
había sido supuestamente agredida sexualmente por un joven ecuatoriano
al que conoció por internet.
Desde que Ariadna acudió a la comisaría
junto a su padre, Marcelo Mejías, para denunciar la supuesta violación
hasta el día de su muerte la menor sufrió un largo calvario médico,
policial y judicial, según relata su progenitor. “Declaraciones
interminables ante los agentes, exámenes médicos en el Hospital de La
Paz, y citaciones en el juzgado”, enumera. Es la única respuesta que da
su padre para explicar el desafortunado final de su hija.
Y es que Ariadna, no dio muestras de lo
mal que lo estaba pasando y aparentemente no exhibió ningún estado de
debilidad. Tampoco se lo transmitió ni a sus familiares ni a sus amigas
más íntimas. Nada hacía presagiar el trágico desenlace.
El presunto agresor sexual, de nombre
David y de 20 años, fue detenido el mismo día que la chica acabó con su
vida. Tras su declaración ante el juez el pasado jueves en la que negaba
que hubiese violado a la chica, y tras confesar una y otra vez que eran
novios dentro de una relación consentida, fue puesto en libertad. David
se enteró del suicidio de la chica nada más salir del juzgado. No sabía
nada.
Ariadna denunció que fue alcoholizada y que, más tarde, le quitaron el móvil
La relación sentimental entre David y Ariadna acababa de comenzar, de manera virtual, tras haberse conocido por Facebook. Se gustaban mutuamente por lo que, tras largas conversaciones, decidieron dar el paso y conocerse en persona.
Eligieron el sábado 6 de septiembre, a
las 16.15 horas. Quedaron dentro del metro de Pueblo Nuevo, junto a los
tornos. Tras una buena primera impresión, decidieron ir a dar un paseo
por la Casa de Campo tomando la línea 5. Una vez allí, David compró un
par de botellas de vino tinto en una tienda de alimentación regentada
por un chino para animar la cita. Ariadna no estaba acostumbrada a
beber.
Tras tomarse un par de vasos se empezó a marear.
Sin darse cuenta, a la joven pareja les
dieron las 20.30, hora en la que Ariadna había quedado con su padre.
Éste la llamó para ir a buscarla, pero David la incitó a que no
contestara el teléfono. La menor se puso nerviosa y sin querer, en una
de las muchas llamadas que le hizo su progenitor, descolgó el móvil por
error. Marcelo únicamente escuchó la voz de un hombre diciendo “no le
cojas más el teléfono”. Acto seguido colgaron.
En la denuncia presentada por Ariadna en la comisaría de San Blas se refleja cómo David consiguió convencer a la joven de que lo mejor era que sus padres no la vieran en semejante estado de embriaguez y que lo mejor sería descansar un poco. Los jóvenes se dirigieron a la Gran Vía llegando a esta céntrica calle sobre las 21.30. Buscaban algún hotel para pernoctar. Como los precios se salían de su presupuesto, David llamó a su amigo Hair para que les brindará su casa. Hacia allí pusieron el rumbo.
La casa de Hair estaba cerca del metro
de El Carmen. Mientras se dirigían hacia ella, Marcelo seguía llamando
al móvil de Ariadna sin que ésta lo contestase. Según la denuncia, hubo
un momento en el que la menor se sentía tan mal que decidió llamar a su
padre pero David le quitó el móvil para que no pudiera avisar a nadie.
Antes de subir a la casa de Hair, David
compró otras cuatro botellas de vino tinto. Dentro de la habitación de
Hair, los tres jóvenes empezaron a beber, pese al notable malestar
Ariadna. Tras conversar durante un rato, decidieron echarse a dormir.
Hair se acostó en la única cama que
había en la sala, mientras que David y Ariadna lo hicieron en el suelo
sobre una sabanas. La víctima afirmó en su denuncia que una vez se apagó
la luz, el supuesto agresor “empezó a besarla en la boca y a realizarla
tocamientos por los pechos y por debajo de la ropa”. La menor intentó
resistirse, pero su estado de embriaguez hizo que careciese de fuerzas
para poder “quitárselo de encima”.
Ariadna continúo denunciando como se
despertó sobre las 07.30 de la mañana sin ropa interior y con sus partes
más intimas “húmedas y melosas”. Al preguntarle a David que había
pasado horas atrás, éste le respondió que “no había pasado nada, nada
malo”. Continuaron hablando hasta las 09.20, hora en la que abandonaron
la habitación de Hair.
Tras este suceso Ariadna no exteriorizó
su tristeza. El martes, un día antes de acabar con su vida, habló con su
madre que se encontraba en Ecuador atendiendo unos asuntos personales.
“No te preocupes amor (apodo con el que Ariadna llamaba a su
progenitora), no hace falta que vengas. De verdad que estoy bien”,
recordaba la madre mientras relataba la historia a este diario junto con
Marcelo.
Un Marcelo que tampoco vio nada raro en
el comportamiento de su hija. “El miércoles la dejé en su trabajo y me
dijo que la recogiera por la noche, como siempre. No sé que ha podido
pasar”, evocó el padre.
Hasta el momento hay muchos
interrogantes en el aire. Sin ninguna nota de suicidio en el lugar de
los hechos, los padres tampoco se explican cómo la Policía no se llevó
el teléfono de Ariadna para investigar los motivos, ya que, por ejemplo,
todos los WhatsApp del móvil estaban borrados.
Y aquí cómo cuenta ABC el último paso de la violacion de Málaga.
LA JOVEN QUE DENUNCIÓ LA VIOLACIÓN EN LA FERIA DE MÁLAGA RECONOCE QUE SE LA INVENTÓ
La violación múltiple a una joven en la
Feria de Málaga, de la que se han escrito ríos de tinta y cuya
repercusión mediática tuvo alcance nacional, ha resultado ser un invento
según publica el diario Sur. La supuesta víctima ha reconocido que la
denuncia que interpuso contra cinco chicos, a los que acusó de agredirla
sexualmente con distinto grado de participación, es falsa.
La joven fue interrogada ayer en calidad
de imputada por la titular del Juzgado de Instrucción número 2 de
Málaga, la misma que archivó su denuncia inicial al entender que no
había quedado «debidamente justificada» la perpetración del delito.
También fueron llamados a declarar los cinco chicos detenidos el 17 de
agosto acusados de agresión sexual. Pero esta vez, a diferencia de la
anterior, lo hicieron sin grilletes. Ya no eran sospechosos, sino
perjudicados.
Primero comparecieron los cinco jóvenes,
asistidos por sus respectivos abogados y, en el caso de los dos
menores, acompañados también por sus padres. Todos pidieron seguir
adelante con este nuevo procedimiento –que se inició el miércoles– al
considerar que la denuncia que la chica les puso es falsa. En agosto,
cuando testificaron en el juzgado tras ser detenidos, manifestaron que
la habían conocido esa noche en el real y dos de los entonces imputados
reconocieron haber mantenido relaciones con ella, aunque sostuvieron que
fueron consentidas en todo momento.
Después declaró la joven, asistida
igualmente por su abogado, a la que se le imputa un presunto delito
contra la Administración de Justicia por denuncia falsa. Según ha podido
saber SUR, la chica admitió ante la magistrada que la violación de la
que acusó a los cinco jóvenes no era cierta. Al parecer, alegó que el
motivo por el que lo hizo fue el temor a que se difundiera el vídeo que
uno de los detenidos filmó con su teléfono móvil mientras ella mantenía
relaciones.
De hecho, la grabación, hallada por la
policía en el móvil de uno de los menores arrestados, fue el primer
indicio que escamó a los investigadores sobre la veracidad de los hechos
descritos en la denuncia. El vídeo, de un minuto y 25 segundos de
duración, reflejaba una escena sexual aparentemente «consentida», según
insistieron entonces los abogados de los detenidos.
Pero desde el primer
momento se consideró una prueba parcial, ya que no reflejaba la
secuencia completa.
http://nuriavarela.com/violacion-social-mediatica-e-institucional/
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