Francisco Nicolás, cuántas sorpresas nos das
El "pequeño Nicolás" no solo tenía familiares en el antiguo servicio secreto del CESID
(hoy CNI) parece que también trabajaba como confidente de una policía
tan especial que, de confirmarse, habría sido utilizada por las
distintas facciones que se mueven en las letrinas del régimen para
vigilarse unas a otras. La Policía investiga la relación de Nicolás con una unidad de información clandestina.
El caso del pequeño
Nicolás sigue encerrando numerosas incógnitas pero la Policía Nacional
ha decidido abrir una nueva línea de investigación para resolver una de
las más relevantes. Fuentes policiales han confirmado a El Confidencial
que se ha empezado a indagar en las presuntas relaciones que el joven
impostor habría mantenido con un supuesto grupo de información
clandestino encuadrado en la Policía Municipal de Madrid y que operaría
bajo las órdenes de los máximos responsables de seguridad del
Ayuntamiento de la capital.
Los detalles sobre esos
presuntos vínculos forman parte del sumario que instruye el juez Arturo
Zamarriego, titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Madrid, que
ha acordado mantener bajo secreto todas las actuaciones. Según fuentes
cercanas al único acusado por ahora en este procedimiento, Francisco
Nicolás Gómez Iglesias -imputado por falsedad, estafa y usurpación de
funciones públicas-, en su declaración en comisaría y ante la primera
jueza que instruyó el caso, Mercedes Pérez, el chico habría aportado
datos sobre sus presuntos vínculos con responsables del área de
Seguridad del Ayuntamiento de Madrid. Fuentes cercanas al joven
constatan esas relaciones.
Pero de la declaración
del muchacho también se deduciría una acusación más grave: la existencia
de un supuesto grupo de agentes de la Policía Municipal encargados de
labores de inteligencia que presuntamente habría estado actuando al
margen de la ley con la complicidad de cargos municipales. Nicolás
habría mantenido una relación con ese grupo, pero la intensidad y
naturaleza de ese presunto vínculo aún están por determinar. Las fuentes
consultadas señalan que habría trabajado como recadero para esa trama.
Será de uno de los
principales frentes que deba afrontar la instrucción de este
rocambolesco procedimiento, que arrancó como un simpático caso de
megalomanía llevada al extremo y ya va camino de provocar dolores en más
de una cabeza. La información es tan sensible que la Policía Nacional
ha decidido anticiparse al juez y utilizar esas pistas para abrir una
línea de indagaciones al margen de la investigación que ya hay en marcha
sobre el propio Nicolás.
Según ha podido saber El
Confidencial, el exalcalde de Madrid Alberto Ruiz-Gallardón creó sólo
unos meses después de llegar al cargo en junio de 2003 un grupo en la
Policía Municipal para integrar y coordinar a todos los agentes que no
realizaban labores de vigilancia en las calles. Los escoltas de los
concejales y los policías municipales que efectuaban labores más propias
de información pasaron a formar parte de ese nuevo grupo. En 2007, esa
unidad se transformó en una Oficina de Seguridad Corporativa del
Ayuntamiento, encargada de centralizar toda la labor de inteligencia y
de protección de personalidades. Sin embargo, la situación económica
provocó un drástico recorte en la dotación de esta unidad tras las
elecciones municipales de mayo de 2011. Y, tras la llegada de Ana
Botella al Consistorio de la capital en diciembre de ese mismo año, la
Oficina de Seguridad Corporativa se disolvió. Al menos, oficialmente.
Fuentes de la Policía Municipal aseguran que antiguos integrantes de ese
grupo continúan realizando labores de información.
Por ahora, ya hay dos
agentes de la Policía Municipal vinculados con el pequeño Nicolás. Se
trataría de dos escoltas que le habría acompañado durante la falsa
visita del Rey a Ribadeo (Lugo) el pasado mes de agosto. El Ayuntamiento
ha apartado a uno de esos dos agentes del Grupo Especial de Protección,
aunque el afectado sigue conservando su plaza en la Policía Municipal.
Fuentes oficiales del
Consistorio que dirige Ana Botella prefieren no hacer declaraciones
sobre la investigación interna abierta por el Ayuntamiento para
esclarecer la verdadera relación que los dos escoltas habrían llegado a
mantener con el joven impostor y si algún otro funcionario también hizo
más trabajos para él. Además, esa investigación interna deberá aclarar
si el chico dispuso en algún momento de coches u otro tipo de recursos
de propiedad municipal.
El Confidencial
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