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| Javier Rodríguez |
El consejero de Salud Javier Rodríguez fue expedientado en febrero de 1990 por la dirección del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, donde era jefe de la unidad de hipertensión, tras la muerte de dos pacientes en el servicio de Urgencias mientras él estaba de guardia en la noche del 22 al 23 de enero, según informó en su día El País.
El entonces gerente del hospital, Francisco Abad, afirmó que el expediente, que se había incoado a seis profesionales del centro, se había iniciado "por posibles faltas en el desarrollo de sus servicios", tras un informe realizado por inspectores del Insalud. Ese día, Ignacio Tejedor murió tras permanecer cinco horas en urgencias sin ser atendido. Otro hombre, Arturo Blázquez, apareció muerto en una camilla sin que se supiera cuando se produjo el fallecimiento.
Rodríguez, que también era portavoz del PP en la Comisión de Sanidad de la Asamblea de Madrid, dijo que, como médico que prestaba servicios en urgencias, no tenía ninguna responsabilidad en la noche del 22 de enero.
El ahora consejero de Sanidad de Madrid agregó que aquel día se incorporó a sus tareas sobre las tres de la tarde, cuando ya habím ingresado los dos pacientes que fallecieron, y precisó que fue el doctor Barba quien dio la orden de cerrar dos horas al público el servicio de urgencias ante la masiva afluencia de enfermos.
El CSIF denunció al gobierno socialista que gobernaba la Comunidad de Madrid de "echar balones fuera" para desviar su responsabilidad, y el Colegio de Médicos también denunció la situación "caótica" de las Urgencias del hospital.
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