Gilberto Martínez, desahuciado de su vivienda, sujeta a su hija
Gilberto Martínez, de 50 años, jamás pensó que en la tierra
prometida, que pensaba que era España, no encontraría trabajo y que la
Policía Nacional le echaría de su casa. Y este martes vivió el peor día
de su vida, al ser desahuciado del hogar en el que vivía con su esposa, Ismara Sánchez de 43 años, sus dos hijas, una de 15 y otra de 22, y el niño pequeño de 8 años.
“A nosotros nos trajo el gobierno de Zapatero por mediación de la Iglesia cubana, porque Fidel Castro nos ofreció venir a España”, aseguró Martínez. Según explicó, les prometieron “una casa, trabajo y ayudas económicas durante cinco años, y ahora estoy sin nada”. El exiliado cubano concretó que recibía una ayuda de 400 euros mensuales de Cruz Roja para pagar el alquiler, y otros 595 euros del Gobierno para comprar comida y pagar gastos.
“Ahora no tenemos ayudas de ningún tipo, si me dicen en Cuba lo que pasaba en España me hubiera quedado allí”, dijo el padre desahuciado, que lleva dos años y dos meses en España, sin encontrar trabajo. “Yo solo pido ahora que me manden para Cuba”, demandaba entre sollozos. El padre de familia concluyó: “Nos trajeron engañados, estamos en la calle, hemos ido de un sitio a otro y lo único claro es que los políticos se tapan con la misma colcha, y no arreglan nada”.
La familia de Martínez ha estado recibiendo ayudas por parte del Gobierno, de Cruz Roja e incluso de Cáritas. Fuentes del obispado en Alicante explicaron que esta familia recibió comida, productos de limpieza y algo de dinero para gastos, “pero casas para ellos no tenemos”, admitieron. La madre, Ismara Sánchez, se lamentó de que no tiene ningún familiar ni allegado que pueda darles alojamiento a partir de ahora, y recordó que el pasado viernes los responsables del Patronato Municipal de la Vivienda les dijeron que “alguien de Cáritas” les llamaría, y “aún no han tenido ninguna noticia”.
Junto a ellos estaba otro amigo cubano, Juan Francisco Marimón que llegó a España también gracias a ese acuerdo de colaboración entre la Iglesia de Cuba y el Gobierno de José Rodríguez Zapatero que permitió acoger a 115 presos políticos y 650 familiares. En Alicante recalaron cinco familias, entre ellas la de Marimón, que recuerda que estaba condenado a siete años y medio de cárcel por el régimen cubano. “Nos acogimos a un fondo europeo para refugiados políticos, autorizado por Ginebra, entre nosotros también había algunos protegidos internacionales, pero cuando llegó el PP al poder nos quitaron todas las ayudas”, denunció este cubano que se siente “desatendido”.
Desde que está el PP, aseguró que solo le han concedido 1.000 euros para seis meses. “Nos han ido desahuciando porque acabaron con las ayudas y con eso nadie vive”, relató este refugiado. Según estas familias algunos se han ido a los Estado Unidos. “Nosotros no queremos irnos, tenemos abuelos aquí, conocemos la lengua, estamos a gusto, no hay violencia en la calle, pero el problema es que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, atizó la candela y nos dejó sin ayudas”, concluyó Marimón.
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/05/07/valencia/1367953205_577370.html
“A nosotros nos trajo el gobierno de Zapatero por mediación de la Iglesia cubana, porque Fidel Castro nos ofreció venir a España”, aseguró Martínez. Según explicó, les prometieron “una casa, trabajo y ayudas económicas durante cinco años, y ahora estoy sin nada”. El exiliado cubano concretó que recibía una ayuda de 400 euros mensuales de Cruz Roja para pagar el alquiler, y otros 595 euros del Gobierno para comprar comida y pagar gastos.
“Ahora no tenemos ayudas de ningún tipo, si me dicen en Cuba lo que pasaba en España me hubiera quedado allí”, dijo el padre desahuciado, que lleva dos años y dos meses en España, sin encontrar trabajo. “Yo solo pido ahora que me manden para Cuba”, demandaba entre sollozos. El padre de familia concluyó: “Nos trajeron engañados, estamos en la calle, hemos ido de un sitio a otro y lo único claro es que los políticos se tapan con la misma colcha, y no arreglan nada”.
La familia de Martínez ha estado recibiendo ayudas por parte del Gobierno, de Cruz Roja e incluso de Cáritas. Fuentes del obispado en Alicante explicaron que esta familia recibió comida, productos de limpieza y algo de dinero para gastos, “pero casas para ellos no tenemos”, admitieron. La madre, Ismara Sánchez, se lamentó de que no tiene ningún familiar ni allegado que pueda darles alojamiento a partir de ahora, y recordó que el pasado viernes los responsables del Patronato Municipal de la Vivienda les dijeron que “alguien de Cáritas” les llamaría, y “aún no han tenido ninguna noticia”.
Junto a ellos estaba otro amigo cubano, Juan Francisco Marimón que llegó a España también gracias a ese acuerdo de colaboración entre la Iglesia de Cuba y el Gobierno de José Rodríguez Zapatero que permitió acoger a 115 presos políticos y 650 familiares. En Alicante recalaron cinco familias, entre ellas la de Marimón, que recuerda que estaba condenado a siete años y medio de cárcel por el régimen cubano. “Nos acogimos a un fondo europeo para refugiados políticos, autorizado por Ginebra, entre nosotros también había algunos protegidos internacionales, pero cuando llegó el PP al poder nos quitaron todas las ayudas”, denunció este cubano que se siente “desatendido”.
Desde que está el PP, aseguró que solo le han concedido 1.000 euros para seis meses. “Nos han ido desahuciando porque acabaron con las ayudas y con eso nadie vive”, relató este refugiado. Según estas familias algunos se han ido a los Estado Unidos. “Nosotros no queremos irnos, tenemos abuelos aquí, conocemos la lengua, estamos a gusto, no hay violencia en la calle, pero el problema es que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, atizó la candela y nos dejó sin ayudas”, concluyó Marimón.
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