El 31-E de Iglesias: poco que ver con el 22-M de Cañamero
Una de las críticas
fundamentales a Podemos se basa en el enfriamiento de la calle que su
aparición en el panorama político ha contribuido a provocar.
La movilización
callejera ha sido el principal instrumento de los movimientos sociales
para impulsar sus reivindicaciones y uno de los elementos centrales de
la masa crítica que ha supuesto la aparición de Podemos. La fuerza de
las mareas y del 15-M ha sido vital en la creación del núcleo que
compone el principal eje de la formación que lidera Pablo Iglesias.
Estas movilizaciones han demostrado ser de mucha utilidad y han logrado
grandes éxitos como la paralización de la privatización de los
hospitales en Madrid.
La irrupción de Podemos
significó que la gente que protestaba en las calles, como único modo de
ver representadas sus exigencias, vieran en la formación política una
nueva herramienta disruptiva que podía mostrarse mucho más efectiva para
lograr sus reivindicaciones. El resultado es que las movilizaciones y
las manifestaciones han sufrido un descenso muy significativo en el
último año, cercano al 40%. Tendencia en la que Podemos ha podido jugar
un papel muy importante. Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno en
Madrid, no dudó en utilizar ese argumento para atacar a Podemos,
intentando así quebrar la confianza de las bases del nuevo partido, al
acusarlo de ser el responsable de que las manifestaciones en Madrid
hubieran disminuido en el último año. La delegada del gobierno aprovechó
además para declarar que la mejora en la economía también había sido
parte importante en este descenso de la movilización ciudadana.
La manifestación del día
31 de enero busca suplir esa drástica disminución de la movilización en
la calle, pero con algunas carencias discursivas que no han pasado
desapercibidas. La manifestación no es reivindicativa, está carente de
mensaje y vacía de contenido. Es una demostración de fuerza y de
adhesión a Podemos, de carácter identitario. El lema de la protesta no
tiene una reivindicación explícita: la Marcha del Cambio es un mensaje
vacuo que puede acoger a cualquier ciudadano que no se encuentre de
acuerdo con la situación actual, un mensaje de mayorías. Pero el
problema de esto es que puedes sufrir adhesiones indeseables de
grupúsculos poco ejemplares. Cuando se produce la desideologización de
una manifestación, se corre el riesgo de que el continente sea rellenado
por cualquier contenido.
La Marea
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR TU OPINION-THANKS FOR YOUR OPINION