¡Pronto, pronto, San Jenaro que el Papa te ha besuqueado!
Y critican a los andaluces por lo de ayer... Esto es un mal endémico y solo hay una forma de erradicarlo.
El curioso prodigio de
la licuefacción de la sangre de San Jenaro, que tiene lugar sólo en tres
fechas fijas cada año, se produjo el sábado cuando el Papa Francisco
impartió la bendición con la reliquia del obispo martirizado en el año
305 y venerado por los napolitanos como muy pocos santos en todo el
planeta.
Al término del encuentro
con sacerdotes, religiosos y seminaristas en la catedral de Nápoles, y
después de sufrir un auténtico “asalto” por parte de las religiosas de
clausura, que le adoran, el Papa dio la bendición con la reliquia.
Cuando la recibió, la
sangre estaba sólida, en un lado de la ampolla de vidrio. Al devolver el
relicario al cardinal Crescenzio Sepe, el arzobispo de Nápoles lo miró y
dijo: “Se ve que San Genaro ama al Papa, pues la sangre se ha licuado
ya a medias”.
El fenómeno suele
requerir varios minutos antes de que la masa rojiza reseca adherida a un
lado de la ampolla se convierta en sangre completamente líquida que
cubre todo el vidrio. Francisco quitó importancia a su persona
replicando inmediatamente: “Se ve que el santo nos quiere sólo a medias.
Tenemos que convertirnos más”.
ABC
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR TU OPINION-THANKS FOR YOUR OPINION