Conflictos mundiales * Blog La cordura emprende la batalla


jueves, 12 de marzo de 2015

Viviendo una distopía. Vuelve la Político-Social


No es como con Franco (al menos no en todos los casos), no es necesario decir aquello que no es cierto. Pero sí es verdad que es como nunca ha sido desde el 78. Y da mucha rabia, y te sientes impotente, confundido, desorientado, deprimido. No hay ganas de sonreír. Su miedo no puede convertirse en nuestra sonrisa, porque para empezar no sabemos si tienen miedo, lo que sí evidencian es que son gentuza.


Que a la mejor juventud de este país, a la comprometida, a la solidaria, a la que pone su cuerpo entre los policías y los desahuciados, a la que los consuela y ayuda más tarde, a la firme, a la digna, a la que nunca levanta la mano excepto para decir que va desarmada, a la formada, a la que conoce sus derechos, a la que quiere un mundo mejor; que a esa juventud vayan a detenerla en algunos casos hasta seis policías a su domicilio a las siete de la mañana, dos de paisano y cuatro antidisturbios con dos furgones, y despierten a toda la familia porque, como está grabado, han desplegado una pancarta y han coreado eslóganes en un ayuntamiento durante un par de minutos… que a esa juventud le ocurra eso en 2015 en España, es para desesperarse.


Es desesperante que aún haya otra tanta gente viviendo al margen de la realidad, que quiera ignorarla, que viva en su mundo creyendo que es impermeable a lo ajeno.


Hace mucho que me harté de apuntar a financieros y políticos. A los primeros no quiero señalarlos más porque hacen lo que los segundos les consienten. Y a los segundos los elegimos nosotros.


Este sistema es una broma de mal gusto y se parece muy poco a una democracia, pero mantiene, al margen de un pretendido (está en nuestro tejado darle otro carácter) control de la opinión pública, una herramienta vital: el voto.


No ha sido Rajoy el que permite los desahucios, ni el que rescata bancos, ni el que recorta en sanidad o educación. Ni es el culpable del paro, ni de la reforma laboral, ni de que los desempleados se queden sin prestaciones o de que los pensionistas tengan cada vez menor poder adquisitivo. Ni es Cristina Cifuentes la responsable de esta aberración policial. Dejemos de quitarnos las pulgas de encima.


La población vota mayoritariamente a partidos que no llevan en su programa ni la más mínima intención de permitir que la gente participe en decisión alguna, y mucho menos si se trata de revocar a un cargo electo haga lo que haga. Se vota a partidos que se convierten de facto en gobiernos totalitarios durante toda una legislatura. ¿Y después nos quejamos?






Nos son ellos. Somos todos, todas. Y no importa si es por acción o por omisión. Pero al final, de la forma más cruda, lo pagan cuatro: los que sí escuchan el ruido de sus cadenas (porque sí se mueven).


Esperemos que algo cambie para que la policía no pueda volver a despertar a nadie (algo que ya habíamos vivido) por recordarnos a todos que deberíamos tener derechos.


Paco Bello


 http://iniciativadebate.org/2015/03/11/viviendo-una-distopia-vuelve-la-politico-social







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