Se llama Aixa Rizzo y vive en el barrio de Caballito, en Buenos Aires, y desde hacía unas semanas sufría el acoso callejero de trabajadores de una obra cercana a su casa. Un día temió que podía ser violada y se defendió con gas pimienta. La fiscalía se resistió en un principio a admitir su denuncia, aunque al final lo hizo. Lo cuenta a todo el mundo en un vídeo que se hecho viral por la red.
"Desde que empezó la obra, como tiene la costumbre la gente que trabaja en la calle, me gritan todo tipo de groserías, y eso me pone bastante incómoda... Hoy no se qué pasó, tengo miedo de pensar que es porque sabían que no había nadie más en mi casa, ya que como están hace bastante tiempo saben a la hora que voy, a la hora que vengo y con quienes vivo. Entre mi casa y la vereda hay una reja, entonces salí y me quedé en el hall y cuando estaba por abrir la reja apareció uno de estos hombres que trabaja en la obra y empezó a decirme todo tipo de guarangadas", relata la muchacha.
Acoso callejero: del piropo a la violación
*Y continua: "Cuando abro la reja para salir este señor empieza a caminar por atrás mio y le grita a un compañero que estaba en la otra esquina, a la cual yo tenía que llegar: "hay que llevar este caño para allá". A lo que el otro le contesta "¿y a esta adonde la llevamos?", agregó la mujer.
La muchacha termina afirmando que "ahora hay una custodia en la puerta de mi casa y los señores están cantando "si nos organizamos, cojemos todos. No quiero dar mi opinión al respecto por este medio, lo dejo a su criterio. Pero, que la cultura de la violación existe y que hay una impunidad total está más que claro".
Pues creo que fue benevola: creo que esos cretinos estaban para ser pateados después de ser gaseados...
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