Los ojos, "cómplices" de la 'Telebasura'

Hemos llegado al punto en el que todo vale, no importa el precio con tal de distraer nuestra rutina e introducirles momentos ociosos. Reality-shows, prensa rosa..., incultura en su estado puro, todo por la avidez de la competencia por el mayor 'share'

 

A menudo, muchos nos preguntamos el cómo es posible ver a tal cantidad de gente tras las pantallas sin una cultura mínima. Nos gustaría que nos igualaran en muchos de los casos, por aquello de no entender cómo alguien así puede llegar "tan lejos", aunque también lo podríamos adjetivar como haber llegado "tan bajo", pero la pregunta sigue rondando nuestra mente y siendo la misma: ¿cómo ha llegado hasta ahí?


Periodistas que, tras estudiar una carrera de cinco largos años terminan entrevistando a gente por infidelidades o por traiciones de amistad; personajes mediáticos que, simplemente por el mero hecho de representar una parte de la población, haber dado un salto a la fama de rebote, o por un salto desde lo alto del armario de un famoso, terminan entrevistando a gente con cinco años de carrera; mediáticos fulanos y fulanas que, tras haberse acostado con medio "Geriátrico V.I.P." español pasan a ser acaudaladas familias con "golpes de suerte". Así podríamos enumerar un sinfín de personajes que el único interés que tienen en su vida, es que sea pública en los momentos en que así lo deseen.


La sociedad ha llegado a límites tan insospechados, que compramos con nuestros ojos lo que realmente dinamita nuestras mentes. Prensa rosa (o 'yellow press' en Inglaterra), los 'realitys', la venta sensacionalista de noticias dramáticas..., todo eso desemboca en una sociedad presa de lo que sus ojos van adquiriendo en el día a día, porque mandan las audiencias y no la oferta cultural disponible, manda el capital y no la capitanía general, manda la codicia.

Algunos de los límites comienzan a ser dignos de películas ficticias y no de realidad

Algunos de los límites comienzan a ser dignos de películas ficticias y no de realidad. Información de la vida sexual a cambio de ponerle un toque de "cash"; información de tu vida ociosa a cambio de un puñado que resuene a metálico; información acerca de tus más allegados acerca de un papel que firme con fondos... Incluso llegamos a conocer algún caso de muertes inminentes vendidas a cambio de cuentas corrientes que se conviertan en ojos "chiribiteros" para bancos y banqueros. Todo vale en una sociedad en la que nada queda.


El mayor problema no lo tenemos en nuestro futuro más próximo sino en el de medio y corto plazo: nuestros jóvenes. Los que ya asimilamos una cierta edad, hemos podido ver en nuestras pantallas cortes televisivos por 'fin de emisión', programas educativos que referenciaran la educación por antonomasia, oferta televisiva por edades divididas en franjas horarias sin mezclas que introdujeran programación adulta adulcorada, programación infantil que no degradaran la imágen de terceros o tuvieran implícitos en ellos actos violentos costumbristas o objetos de deseo sexual.



 La pérdida de este tipo de programación nos va llevando poco a poco y muy notablemente, a problemas de juventudes agresivas y violentas, irrespetuosas con el prójimo y los valores antiguos, sin metas ni objetivos, sin personalidad propia ni autoesculturizada. Todo lo que piensan y valoran se rinde a lo material.


La culpa de mucho de ello la tiene la ya mencionada 'Telebasura'. Por eso, creo que ya hemos llegado al punto crítico donde no podemos consentir que se siga extendiendo como un fenómeno social sin solución, porque nosotros lo pagamos con nuestros ojos, porque si seguimos dicha programación somos cómplices. Al menos, sé que de mis ojos no vivirán.

Personajes mediáticos que, simplemente por el mero hecho de haber dado un salto desde lo alto del armario de un famoso, terminan entrevistando a gente con cinco años de carrera

Xaudaró.

 http://es.globedia.com/ojos-complices-telebasura