A quien se dé por aludido (con cariño):
Durante estos últimos
años, no os habéis enterado de nada. Repito: no os habéis enterado de
nada. Seguís dando vueltas a cinco tópicos: la culpa es de Mas, la
corrupción de Pujol, son nazis/fascistas/norcoreanos, la unidad
indivisible de la patria y la Constitución. Y da igual que los círculos
que dibujáis dando vueltas a los clichés sean de Podemos, del PP, del
PSOE o del clásico pollo franquista. No os habéis enterado de nada.
A vosotros, os han
explicado que las revoluciones son escaparates rotos y contenedores
ardiendo. Os han dicho que en los adoquines volando también vuelan los
sueños. Tenéis un inconsciente freudiano que os lleva al Palacio de
Invierno y al Mayo del 68 que, evidentemente, fueron movimientos que
estuvieron sustentados por grandes revoluciones en el pensamiento pero
que, como se ha demostrado, admiten otras estrategias.
Y es que, lo que
está sucediendo en Catalunya, se os escapa de las manos. La revolución
de las sonrisas, de las multitudes regalando colores al cielo, de las
manifestaciones en las que uno se inscribe en una web, quedan lejos de
vuestra cosmogonía revolucionaria. Si queréis, podéis seguir dando
vueltas a los tópicos.
Sin embargo, donde deberíais volcar vuestras
energías es en averiguar en qué lugar ha quedado el 15M o dónde está
aquella revolución de indignados que soñaron con cambiar España. Os
tenéis que cuestionar si alguien os está engañando, si las revoluciones
no son una tertulia en La Sexta o el tuit de un pedante que funciona con
“núcleo irradiador”.
A vosotros, os han dicho
que se puede ser socialista y, después, dar vueltas a puertas
giratorias. Y os lo habéis creído. Os habéis creído a los barones cuyo
discurso territorial parece escrito por Rajoy y os habéis creído que el
federalismo cerrará las heridas que, cuando estuvisteis en el poder, no
quisisteis cerrar.
A vosotros, nostálgicos,
protofranquistas, demócratas low cost, apocalípticos, estrategas del
miedo, conspiranoicos, os han dicho que la revolución es todo aquello
que va en contra de los intereses de España y os lo habéis creído. La
revolución es todo aquello que va en contra de la imposición, de la
prepotencia, del autoritarismo y de los discursos superados por el
progreso de las inteligencias sociales.
Y dejadme que os diga que no
tenéis ni el más mínimo átomo de democracia en vena cuando no sabéis
distinguir entre “legal” y “legítimo”, cuando no comprendéis que en
democracia las leyes pueden tener fecha de caducidad si el pueblo lo
demanda o cuando creéis que lo de “soberanía popular” es un invento de
la izquierda.
Por eso, no estáis en condiciones de entender lo que está
sucediendo en Catalunya. Tantas dosis de protesta pacífica, tantas
demandas de urnas, tal sincronización de sueños colectivos es algo que
vuestro capitalismo del enchufe no es capaz de comprender.
En definitiva, vosotros,
que cada día os alimentáis con la prensa/radio/televisiones monocordes
que dan vueltas a los cinco tópicos, que concedéis tanta importancia al
sociólogo de tertulia que lleváis dentro sin tener preparado el oído
para escuchar opiniones que desestabilicen vuestro confortable mundo de
prejuicios y que seguís instalados en el tedio, dejadme que, con cariño,
os diga una cosa: ¡NO OS HABÉIS ENTERADO DE NADA!
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