NO SÉ POR QUÉ SE LE LLAMA PRESIDENTE AL JEFE DE GOBIERNO.
YA
ES HORA DE QUE SE DIGA QUE PEDRO SÁNCHEZ SERÁ EL PRIMER MINISTRO DEL
NUEVO EJECUTIVO Y A SU LADO, COMO VICEPRIMER MINISTRO, PABLITO IGLESIAS,
QUE EN CASO DE AUSENCIA DE PEDRO, OCUPARÍA LA MÁXIMA AUTORIDAD DEL
GOBIERNO BORBÓNICO
La mano divina ha puesto sus dedos sobre La Zarzuela. Y por ende, con dos nombres legendarios. El Rey no da crédito.
El sumo hacedor (con minúsculas) de entuertos ha hablado por medio
de esos mensajes subliminales que nos llevan al comienzo de la expansión
cristiana: San Pedro y San Pablo se hacen cargo de un colectivo que hoy
cuenta con cientos de millones de hipnotizados.
Ante el Borbón, un San Pablo sonriente y feliz, ufano y convencido
de la oportunidad que el cielo le depara, se proclama vicepresidente
del futuro gobierno español.
No se trataba de ganar, ganar y ganar, sino de compartir el poder
con la casta. Y la chusma, por esos milagros del señor, se ha convertido
en aquello que despreciaba.
Mariano mira el horizonte con cara de pasmo. No le salen las
cuentas. Albert Rivera se ofrece como mediador ante un dúo dinámico con
aroma de Nuevo Testamento, que rechazan la banca, el empresariado y
Bruselas.
¿Otro gobierno a la portuguesa impregnado de colonia Tsipras? No
jodas, Guindos, haced el favor de apoyar a Rajoy… suplican en la UE.
Las gacetas españolas hablan de futuras elecciones, pero alea jacta est. No habrá comicios en Marzo.
El tándem bendecido por el dios de los cristianos lo tiene claro,
porque las cuentas dicen que más de 176 manos se alzarán jubilosas para
emprender 100 cambios, que no se sabe cómo sortearán la apisonadora del
senado.
Y eso, no hay Dios que lo remedie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR TU OPINION-THANKS FOR YOUR OPINION