Un ‘eres malo’ por boca de niño puede
sonar o ser inocente, pero si sale de la mía, que hace mucho que
abandonó la niñez, es porque he agotado cualquier adjetivo, epíteto,
grosería o maldición existente. Es lo que las sucede. Es lo último y
peor que puedo decirle a alguien, casi un tabú. Y sois malos.
Sois malos porque vuestro egoísmo es
psicopático, pero no estáis enfermos. Porque ni os roza la conciencia
intentar destruir al prójimo o a una sociedad entera con tal de mantener
vuestro estatus.
Porque lo que hacéis no está motivado por hambre,
frío, desesperación o enfermedad, porque no es por necesidad. Sois malos
porque lo que os molesta de pisar a los demás es que sus cuerpos no
forman una superficie homogénea sobre la que caminar. Y domináis el
mundo precisamente por serlo, porque los yonkis del privilegio os
reconocéis sin veros, os atraéis como la putrefacción atrae a las
moscas, pero vosotros en lugar de limpiar lo muerto pudrís lo vivo.
A la mierda el relativismo dogmático,
claro que hay extremos, claro que hay comportamientos objetivos y
algunas verdades universales. Claro que hay gente que no vive para
medrar y dominar y gente que solo vive por ello.
La mayoría solo queremos transitar
nuestra vida, y queremos hacerlo lo mejor posible, claro que sí.
Pero
casi nadie está dispuesto a hacerlo a costa del sufrimiento de los
demás, sino con el bienestar de los demás, o como mínimo racionalmente
al margen de otras vidas. Excepto vosotros. Vosotros que nos hacéis
abandonar nuestras anónimas existencias para frenaros, para que no
amarguéis las nuestras.
Aristócratas, purpurados, banqueros,
grandes empresarios, políticos títeres y periodistas mercenarios: sois
malos, claro que sois malos. Tanto como una necrosis.
La suerte que habéis tenido hasta ahora
radica en que la bonhomía provoca miopía y en que nos falta interés por
la cirugía. Pero la miopía se cura y el interés se provoca. O eso
espero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR TU OPINION-THANKS FOR YOUR OPINION