- Nueve ascienden a comisarios principales por una nueva vía aprobada ‘in extremis’ a la que pudieron concurrir hasta el día de las elecciones generales.
- El próximo Gobierno se encontrará con un grupo de comisarios principales con derecho a ocupar los puestos más relevantes en la Policía.
- Eugenio Pino, el mando que eligió el PP para dirigir el Cuerpo, se jubilará en junio, justo después de que los comisarios de su órbita hayan tomado posesión.
El Ministerio del Interior
acaba de culminar la maniobra para dejar en el máximo escalafón de la
Policía a un grupo de comisarios afines a su actual cúpula. En las
últimas horas se han conocido los nombres de los miembros del Cuerpo que
ascienden a comisario principal por un método aprobado in extremis
y que elimina el requisito de antigüedad selectiva. Nueve comisarios
integran este grupo para el que, según la Ley de Personal, se debe
contar al elegir los puestos de la máxima responsabilidad, gobierne
quien gobierne.
La mayoría de los aprobados
por esta nueva variable de ascenso son comisarios próximos al actual
director adjunto operativo del Cuerpo, Eugenio Pino, el hombre que ha
dirigido de facto la Policía en estos últimos cuatro años. Pino se
jubila el próximo mes de junio. Para entonces, los nueve seleccionados
habrán concluido el curso que precede a su toma de posesión y estarán
listos para ser enviados a nuevos destinos.
Para llegar hasta aquí
fueron necesarios movimientos de última hora en el Ministerio del
Interior y el Consejo de Ministros. Tanto es así que la fecha límite para presentarse al concurso de ascenso a comisario principal fue el 20 de diciembre,
el mismo día de las elecciones generales. El Gobierno había aprobado el
Real Decreto de convocatoria 72 horas antes de que se anunciara la
apertura del plazo.
Entre los nueve aprobados
destacan dos que han estado ocupando en la presente legislatura un
puesto que, según la Ley de Personal, no les corresponde. Se trata de
los jefes superiores de Navarra y Murcia, Daniel Rodríguez y Cirilo
Moreno, respectivamente. Esa irregularidad, que ha sido tolerada por la
actual cúpula policial, es solventada con el ascenso en proceso.
El grupo próximo a Pino
procede, en parte, de la Unidad de Intervención Policial (UIP), los
conocidos antidisturbios y especialidad del director adjunto operativo.
Uno de los ascendidos es el jefe de la Brigada de Seguridad Ciudadana
de Madrid, de la que depende la UIP de la capital. Andrés Garrido Cancio
fue reclamado por Pino desde su destino en Sevilla para contener la
protesta ciudadana que el Ejecutivo preveía al principio de la
legislatura.
También aparece en el
listado Jesús María Marín Zabala, que ha dirigido los procesos
selectivos en la Policía, o José Miguel Ramos Prada, ahora jefe de
Informática, el departamento del que dependen todos los ordenadores del
Cuerpo y que antes fue responsable del material de telecomunicaciones.
De otro lado, Santiago Carrasco, otro de los próximos comisarios
principales, trabaja junto a Pino en la Dirección Adjunta Operativa.
Completan la lista el jefe
de unidad de la División de Personal, Agustín Alonso-Carriazo; la
secretaria general del Gabinete Técnico de la Dirección de la Policía,
Eulalia González; y el jefe del aeropuerto de Barajas, Fernando Moré.
Todos ellos se han
beneficiado de la introducción del sistema de concurso-oposición,
inexistante antes en la promoción a comisario principal. Este sistema
elimina el requisito de antigüedad selectiva, consistente en que
ascienden en una convocatoria el más antiguo y los que le siguen en ese
criterio hasta que se completa el número de plazas ofertadas.
En total, han ascendido a
comisario principal un total de 27 comisarios, 18 por antigüedad y 9 por
concurso-oposición. La nueva Ley Orgánica de Régimen de Personal de la
Policía entró en vigor el pasado 18 de agosto e incluía en su
Disposición Final Novena la necesidad de reformar el Reglamento de
Procesos Selectivos y de Formación de la Policía que está en vigor desde
1995. La maniobra del Ministerio del Interior, sin embargo, es una
rápida modificación parcial de ese Reglamento que sólo incluye el
sistema de acceso a oficial de Policía y a comisario principal, y deja
para otro momento el resto del escalafón.
Los datos desmienten “cuestiones de urgencia”
El supuesto motivo de tal
premura está en el preámbulo del Real Decreto aprobado a toda prisa:
“Cuestiones de urgencia relacionadas tanto con necesidades de la
operativa policial, singularmente la elevada tasa de jubilaciones de los
miembros integrados en la categoría de comisario principal; así como
otras relativas a la implantación real y efectiva de los principios de
igualdad, mérito, capacidad y antigüedad en los procesos selectivos,
hacen necesario el abordaje parcial en este momento”.
La Federación de Comisarios
del Sindicato Unificado de Policía (SUP) difundió este miércoles una
circular interna con datos que rebaten la afirmación del Gobierno. El
actual catálogo de puestos de trabajo destina 77 para los comisarios
principales, cuando ya hay 126 policías que detentan ese rango.
A esos
126 se sumarán los 27 de la nueva promoción. Estos datos que desmienten
al Gobierno están en el catálogo de puestos de trabajo que, según el
SUP, ha permanecido “oculto varios años”.
Los nueve comisarios
beneficiados por la reforma se han enfrentado a dos ejercicios
discrecionales.
El primero ha constado de dos partes: test psicotécnico y
entrevista personal. El segundo consistió en la resolución de un
“análisis situacional”, esto es, una prueba práctica que deberán leer
ante el tribunal, pudiendo éste solicitar las aclaraciones que
considere.
El tribunal estuvo presidido
por el referente en la Policía del grupo aprobado, el director adjunto
operativo, Eugenio Pino. Entre los vocales, varios de los comisarios que
le han acompañado en la dirección de la Policía por decisión del PP.
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