Una
“banda
criminal”, así equipara la investigación al PP de Valencia por los
cientos de escándalos de corrupción acaecidos en los últimos años por
parte de
destacados dirigentes de este partido. Rita Barberá, Camps, Fabra,
Cotino y decenas de dirigentes de esta organización política, por no
llamarle otra cosa, que ahora mismo están imputados o con sus huesos en
la cárcel.
El
mismo partido que ha destrozado las vidas de millones de personas en todo el
estado español en apenas cuatro años, un gobierno podrido que ha desahuciado a
cientos de miles de familias en pocos años de sus viviendas a palos y porrazos,
culpable directo de de que más de cinco millones de niños estén en gravísima
situación de hambre, de que 25.000 personas se hayan suicidado en los últimos cuatro años por motivos económicos
en esta España de pandereta, corridas de toros, fútbol, prensa rosa y políticos
mafiosos.
La
“marca España”, la marca de la corrupción generalizada, de la vulneración de los
derechos civiles, de la exclusión social, de la represión policial, de la ultraderechista Ley
Mordaza, de las reformas laborales salvajes, del fracaso escolar, de la
privatización de la sanidad y la educación pública, de los servicios sociales,
regalados a empresas con probados vínculos con miembros destacados del gobierno.
El
“ejemplo” que da el PP a la ciudadanía masacrada por sus políticas es robar según
parece, según dice la investigación de las tramas valencianas, nos cercenan
derechos, nos recortan consecuciones históricas y sin embargo roban, saquean las
arcas públicas, destruyen el futuro de nuestros hijos para seguir enriqueciéndose de forma ilimitada.
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