En
unas declaraciones que han pasado desapercibidas, y que probablemente
quedarán acalladas por el reciente atentado terrorista en Londres, el
presidente turco Erdogan, ha advertido de que los europeos no podrán
caminar por la calle con tranquilidad en ningún lugar del mundo, si no
cambian de actitud respecto a Turquía.
“Si Europa sigue por este camino, no habrá un solo europeo en el mundo que pueda caminar seguro por las calles”.
Estas declaraciones se han producido pocas horas antes del atentado
terrorista en Londres, a las puertas del parlamento británico, en el que
varias personas han sido atropelladas en un puente en un presumible
acto terrorista.
¿Casualidad? ¿Metedura de pata inconsciente de Erdogan?
En principio, las declaraciones de Erdogan se circunscribirían a la
tensión diplomática vivida estas últimas semanas entre Turquía, Holanda y
Alemania, después de que las autoridades de estos países europeos
impidieran actos públicos turcos a favor de un referéndum constitucional
que dará amplios poderes (pre-dictatoriales) a Erdogan en su país.
Pero si las situamos en el contexto de lo sucedido poco después en Londres, adquieren un cariz muy diferente.
Pero centrémonos inicialmente en lo que ha declarado Erdogan.
La cuestión es que ante un grupo de periodistas en Ankara, la capital turca, el mandatario ha exigido que “Europa respete los derechos humanos y la democracia”.
¡Se ha de ser muy cínico para ser Erdogan y exigirle a los demás respeto por los derechos humanos y la democracia!
Recordemos que Erdogan se dedica a perseguir y encarcelar a todos los
periodistas y medios de comunicación que no siguen sus designios
tiránicos e islamistas.
Un Erdogan que niega enfervorizadamente el genocidio armenio practicado
por las ansias imperialistas turcas (las mismas que él quiere recuperar)
y que reprime con dureza a los kurdos, usando la tradicional estrategia
de crear enemigos virtuales y terroristas, para justificar su creciente
viaje hacia el autoritarismo.
Sumémosle a ello la persecución de un “fantasma” que
constantemente amenaza al régimen turco, encarnado en el clérigo
opositor Fetulá Gülen, al que Erdogan otorga poderes propios de un
villano de cómic, y cuyos presuntos “tentáculos malignos de conspiración” se extienden a escala planetaria bajo el amparo de la CIA, según Erdogan y su maquinaria de propaganda.
Vamos, la típica táctica de los viejos dictadores de toda la vida, que
siempre buscan enemigos internos y externos a los que combatir para
justificar la brutalidad de su propio régimen.
Pero sobretodo, recordemos que este personaje siniestro, ha estado
ayudando a Estado Islámico durante años y financiando el terrorismo
islamista de forma encubierta. Su propio hijo Bilal Erdogan, estaba
vinculado con el tráfico de petróleo saqueado por Estado Islámico, tal y
como informábamos en el artículo LA SUCIA VINCULACIÓN DE ERDOGAN (Y OCCIDENTE) CON ISIS.
Pero por lo visto, ahora nadie quiere recordarlo.
Las vinculaciones de Erdogan con Estado Islámico, fueron destapadas
principalmente por los medios pro-rusos, cuando Erdogan bailaba como un
títere al son de occidente en el conflicto sirio. Incluso por Wikileaks.
Por aquel entonces, los medios occidentales callaban sus sucias bocas
compradas y no decían nada sobre los vínculos de Erdogan con el
terrorismo islamista, puesto que si tiraban de la cuerda, al final de
todo podían encontrar a EEUU, Israel, las monarquías del golfo aliadas
de Occidente y a las diferentes potencias europeas.
Por lo tanto, a Occidente le interesaba pasar por alto los vínculos
directos y conocidos de Erdogan con Estado Islámico, mientras que a
Rusia le interesaba mostrarlos por sus propios intereses en el conflicto
sirio.
Pues bien, ahora las tornas han cambiado, el conflicto en la región ha
dado dos saltos mortales y medio tirabuzón, y resulta que Erdogan ahora
es aliado de Rusia y cada vez más, un enconado enemigo de Europa (no
tanto de EEUU, donde ahora ha llegado un personajillo de su mismo
pelaje).
Y ahora, los medios de propaganda rusos, misteriosamente, han olvidado
los archiconocidos vínculos de Erdogan y toda su familia criminal con
Estado Islámico,mientras que los medios occidentales prefieren no
recordarlos para que no se descubran las mismas implicaciones con el
terrorismo islamista que ya tapaban cuando Erdogan estaba controlado.
Resultado: este demente tiránico y promotor del terrorismo islamista,
este genocida potencial con tintes psicopáticos, ya no tiene medios de
información que lo denuncien como lo que es.
Y eso le permite atreverse a amenazar de forma encubierta con atentados
terroristas contra ciudadanos europeos, que es, precisamente, lo que
acaba de hacer.
Por que esto es lo que ha sucedido hoy. Lo ha hecho poco antes de que se produjera uno.
Cuando Erdogan nos dice “Si Europa sigue por este camino, no habrá un solo europeo en el mundo que pueda caminar seguro por las calles”, lo que está haciendo en realidad es verter una amenaza velada al más puro estilo mafioso.
A primera vista, puede parecer que estas declaraciones de Erdogan sobre
la seguridad de los ciudadanos europeos por el mundo eran una manera de
indicar que los abusos de los países europeos los llevarán a ser
víctimas del odio que ellos mismos generan y que nosotros las sacamos de
contexto.
Pero esa ya era una interpretación para ingenuos, antes del atentado de Londres. La amenaza era clara.
Recordemos además, que Erdogan tiene las llaves para permitir la entrada
en Europa de una oleada de refugiados (con sus pertinentes “agentes de
Estado Islámico” infiltrados), para materializar estas amenazas.
Y puestos a elucubrar: ¿a quién le iría muy bien que se produjera una
inundación de refugiados y se multiplicaran los actos terroristas en
Europa? A la ultraderecha aliada de Putin…que ahora es aliado de
Erdogan.
Es es el combustible que necesita esa ultraderecha (ahora llamada
eufemísticamente populismo)…¿no les pareció sospechoso que Erdogan
intentara realizar sus mítines multitudinarios en Holanda justo unos
días antes de las elecciones, provocando un conflicto que potencialmente
sólo podía beneficiar al movimiento anti-islámico y xenófobo de Geert
Wilders? ¿Nadie se fijó en ese “insignificante” detalle?
Por lo visto, no dio el resultado esperado, pero la maniobra estuvo ahí.
Y ahora, cuando Francia está a punto de elegir nuevo gobierno y todos
los opositores a marine Le Pen son masacrados por un alud de casos de
corrupción que salen a la luz (la propia Le Pen también, pero en menor
magnitud), nuestro amiguito Erdogan realiza esta amenaza encubierta que
todo el mundo decide pasar por alto y poco después en Londres se produce
un atentado terrorista a las puertas del parlamento y en el puente de
Wetminster.
Evidentemente, todos estos hechos se pueden interpretar de maneras muy
diferentes y se hace realmente difícil aclarar quién puede estar detrás
de cada acción o suceso.
Existe la posibilidad de que Erdogan no tenga implicaciones con lo
sucedido en Londres y que el timing de los hechos sea fruto de un
conjunto de desafortunadas casualidades.
Quizás los lectores tengan a bien exponer sus propias teorías en el espacio de comentarios.
Pero lo que cada vez parece más innegable, es que estamos inmersos en
una guerra muy sucia a escala planetaria, entre mafias sin escrúpulos de
ningún tipo, capaces de hacer lo que sea; y no hace falta decir que las
víctimas de sus enfrentamientos, seremos nosotros, los “inocentes
transeúntes”…como siempre…
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