El Gobierno de España ha nombrado embajador en Washington a Pedro Morenés,
el preferido por la Casa Blanca y por el Pentágono. Daba el perfil:
hombre muy conservador, atlantista y empresario de seguridad y
armamento; en su momento, especializado en bombas de racimo. Felicidad a
este lado del Atlántico, quién mejor para mediar y cumplir las órdenes
de Trump de elevar el presupuesto militar hasta el 2% del PIB.
La decisión forma parte de la narración ultraconservadora del PP en el
Gobierno. Como nos ha recordado Cospedal, ministra de Defensa ,"si no
está garantizada la seguridad , da igual tener garantizada la sanidad
pública o la educación". El problema no es ese, sino que les da igual
que no haya sanidad pública y educación. Lo importante es la seguridad,
es decir, el negocio de las armas.
De momento, son 12.000 millones, que
esa fue la cifra que le espetó Trump a Rajoy, en inglés, por supuesto.
Ya se lo han traducido a Cospedal y Montoro. Y si las cuentas no
cuadran, no importará. La Europa de hoy, que lo es cada vez menos, en
ocasiones perturbada por el déficit, no lo tendrá en cuenta.
El Gobierno español, una vez enjugadas las lágrimas de cocodrilo por la
victoria de Trump, se da la mano con los sectores más ultraderechistas
de los Estados Unidos, representados en el ala más radical del partido
republicano. Ya lo decían los seguidores de Freedom works, así como del
Tea Party: menos estado, muy poco estado, que cada uno se pague su
educación y sanidad pero, eso sí, mucha seguridad , mucha policía, con
sus leyes restrictivas de derechos, mucho ejército y armas que los
sustenten. No es que quieran poco estado, que también, es que, en su
hipocresía, el poco estado lo quieren para ellos, para promover o
proteger sus intereses.
Los presupuestos de Trump así lo ponen de manifiesto. Sobra todo, por
ejemplo, el Obamacare. Al extravagante presidente americano le han
tumbado su proyecto sanitario alternativo, pero no nos engañemos, lo
han rechazado por corto los más radicales de la derecha americana, los
llamados Freedom Caucus, primos hermanos de los arriba citados, y primos
no muy lejanos de los populares de La Moncloa.
El fichaje de Morenés coincide con la pomposa pero muy triste
celebración de los sesenta años del Tratado de Roma. Más que gris, no
sólo porque se diluye por el Brexit, sino porque decae en su propia
consistencia, lejos de la ciudadanía, muy lejos de los principios
fundamentales de una Europa unida. En la foto, muy pocos europeístas,
mucho nacionalista pero, sobre todo, atlantistas rebosantes.
Algunos
observadores han señalado la oportunidad de progresar hacia la unión
política, hacia la Europa federal, una vez salido el Reino Unido. No
nos hagamos ilusiones, Europa se construye con europeístas, no con
atlantistas.
Adornados con discursos falsarios, los protagonistas de los fastos no
quieren más Europa , sino menos. Un ejemplo es la política de seguridad y
defensa, lo que se llamó pomposamente pilar europeo de Defensa. Ha
bastado con que llegue al poder un ultra como Trump para que nos saquen
las vergüenzas.
Quiere que nos paguemos nuestra defensa y en eso tiene
razón, aunque lo que de verdad dice es que se la paguemos a él,
aumentando nuestros presupuestos, aportando más a la OTAN, sosteniendo
su industria armamentista que él se encargará del resto. Lo de siempre,
America First, y mandando.
La Unión Europea, de fiesta, tomada de uno en uno o en su conjunto, no
ha servido para acometer un compromiso serio de mantener nuestra
independencia y cumplir con los compromisos contraídos con los europeos
en los Tratados, sino para correr a Washington a quedar complacientes
con el César.
Un despropósito y la prueba palpable de que la Europa soñada es una
entelequia o un marco alemán camuflado en el trampantojo de acuñación
europea que llamamos euro. Trump, que no deja de ser el tonto útil del
extremismo de derechas americano, se saldrá con la suya: menos Europa,
más armamento, nada de pilar europeo de Defensa y un portaaviones
gigantesco en la Gran Bretaña. Y encima nos han fichado a un galáctico.
Javier Aroca, en eldiario.es
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