Es un hecho que se ha vuelto a
confirmar, los vascos no podemos reírnos de los españoles, al menos sin
que intervengan sus jueces e incluso la benemérita. En el 2011 gran
parte del pueblo de Altsasua parodió en carnavales la figura del rey de
España con todo su boato y olor a naftalina franquista, lo que levantó
los vientos en Madrid.
La acusación era de ultraje a la bandera española
y a España, aunque nadie quemó nada ni insultó a nadie.
Recientemente ha ocurrido un hecho
similar en EiTB, donde preguntados por muchos y variados temas en un
programa de humor, varios euskaldunes conocidos en nuestro pequeño país,
a las cuestiones sobre qué opinaban de España y qué era lo que menos
les gustaba de la misma, tuvieron la ocurrencia de reírse comentando que
para ellos los españoles eran -como resumen general-: fachas, chonis,
paletos y progres (recordemos de nuevo que era un programa de humor).
También les preguntaron qué es lo que más les gustaba de España, pero
esas respuestas no importan, pues se ha querido, aposta, dar una imagen
distorsionada de la cuestión presentándolo como un insulto a España y a
los españoles.
El tema ha acabado en Congreso de
los Diputados de España, donde la vicepresidenta del Gobierno español se
hacía la ofendida y miraba con altivez a los parlamentarios vascos
mientras que sus compañeros ponían una denuncia “por incitación al
odio”… delito de nuevo cuño creado contra los sentimientos, el cual te
obliga por ley a querer o a no odiar a algo o a alguien en función de lo
que determine el legislador.
Es decir, puedes odiar sólo lo que
determine el Gobierno de España y debes de querer sólo lo que quiera el
Gobierno de España; el totalitarismo florece continuamente bajo la fina
epidermis “democrática”. Esta ley es significativa y muy relacionada con
lo que subyace tras esta cuestión.
El Gobierno de la CAV ha agachado
las testuz y ha pedido perdón por las opiniones vertidas en este
programa de su televisión pública porque pueden ofender a una parte de
la audiencia de procedencia española: “algunos de sus contenidos pueden
herir y hieren sensibilidades y están resultando ofensivos para mucha
gente, no solamente para gente que vive en España, sino también para
mucha gente que vive en Euskadi y que comparte ese sentimiento de
identidad española”. El acojono y falta de autocrítica por parte del
Gobierno de la CAV es manifiesta, ya que el programa de humor de EiTB
más famoso, Vaya Semanita, se ríe de los vascos usando estereotipos
similares, siendo el programa replicado en gran parte en la película 8
Apellidos Vascos.
Es así como los vascos vemos como
normal que se rían los españoles de nosotros en este film, el más
taquillero de la historia de España, donde se nos tilda a todos de terroristas o de la Kale Borroka
(en la película no sale vasco alguno con otra opinión), de crédulos (un
andaluz recién llegado puede hacernos creer que sabe euskera, de que es
vasco y se convierte en un líder político), de mal vestidos con el
flequillo cortado por un mordisco de un burro
(me han llegado a preguntar más de una vez en Madrid si es cierto que
todas las vascas visten tan mal), de muy brutos (cliché por otra parte
habitual y representado normalmente con los harrijasotzailes),
de misóginos porque aquí no se liga ni mantenemos relaciones sexuales
(todos saben que los vascos nos reproducimos por esporas) etc.
A las
personas que protestaron por esta película (que las hubo y bastantes),
se les contestó que no tenían sentido del humor, que había que saber
reírse de uno mismo…les faltó añadir “so aldeanos”.
En esta película
nadie ha visto “incitación al odio” y todo el mundo se ha desternillado
de la risa. El español se puede reír del vasco por radical y aldeano y
punto.
Incluso los españoles pueden
reírse de sí mismos. Curiosamente, en sus chistes y estereotipos de sus
programas de humor sobre sí mismos, aparecen paletos (como Paco Martínez
Soria o en series modernas como la exitosa Aida), un montón de chonis
(en el humor de los Morancos, en la serie “La que se Avecina” y
similares) o un montón de fachas (como el exitoso Torrente o el dueño
del bar en Aida).
En estos programas se fomenta además el machismo, el
ser paleto como algo bueno, ser facha es simpático y tolerable o las
vejaciones y el menosprecio al extranjero (sobre todo al hispano o
“machupichu”).
Por otra parte, las opiniones
vertidas en el programa de humor de la EiTB, en realidad no son más que
clichés sobre los españoles que funcionan a nivel internacional, los
cuales los oí personalmente hace veintitantos años viviendo en Londres,
donde el estereotipo del español era: medio cañí, bastante choni,
tirando a paleto, pero sobre todo vividor y muy folclórico (fue la
primera vez que veía al cantante andaluz Juanito Valderrama en mi vida y
fue en la BBC).
En Europa también existe este humor sobre estereotipos
nacionales y son comúnmente utilizados: los ingleses son estirados y
esnobs, los irlandeses bebedores y agarrados, los italianos mafiosos o
chillones, los alemanes son cuadriculados y no saben divertirse etc.
Entonces, ¿Por qué no podemos los vascos reírnos de los españoles como
el resto de los europeos?
La explicación al orgullo español ofendido por ser caricaturizado, nos lo da la doctora en sociología Uxoa Anduaga, la cual hizo su tesis doctoral con el significativo título de “Euskal umore autoerreferentzialaren bidez euskal nazioaren birsortze sinbolikoaren analisia”
(“Análisis del resurgir de la nación vasca mediante el humor
autorreferencial vasco”).
En esta tesis doctoral explica Uxoa cómo el
poder establecido es el único que se siente legitimado para reírse de
los demás. Es como el señorito que se ríe de sus sirvientes o el amo de
sus esclavos, de sus cánticos, de sus costumbres o de su habla paleta.
Escribía H. Beecher Stowe en su famoso libro “La Cabaña del Tío Tom”:
“¿Qué leyes nos protegen? Nosotros no las hacemos, no las ratificamos,
nada absolutamente tenemos que ver con ellas; lo que hacen en cambio es
esclavizarnos y subyugarnos”. Al pedir perdón el Gobierno de la CAV
reconoce que no podemos reírnos de los españoles pues les resulta
ofensivo que el dominado se ría de su amo.
Pero la cuestión va más allá. Tal y
como dice Uxoa “Umorea tresna politiko bat da, eta baliabide politiko
gisa erabil daiteke, helburuak lortzeko. Umoreak balio du jazarpenerako,
balio du errepresiorako, liberaziorako den bezala”.
Es decir, el humor
es un arma política más para conseguir los objetivos que el opresor
persigue, y sirve como medio de represión. España ve como “anormal” el
País Vasco y por eso se permite reírse de él, le dice que tiene que
cambiar para uniformizarse con los españoles que son los “normales”.
Los vascos somos más débiles que
los españoles y sobre todo estamos bajo su poder al tener nuestro Estado
invadido, por eso pueden reírse de nosotros, pero ¡ah como los vascos
nos riamos de ellos!
Eso es tanto como actuar como un sujeto político
diferenciado y eso es sedición. La cuestión está documentada ya desde
los siglos XVI-XVII, donde incluso en el Quijote se ríe Cervantes en
varios pasajes de los “vizcaínos”, palabra que entonces equivalía a
euskaldunes (lo explico en este artículo para el que quiera más
información: http://nafarzaleak.blogspot.com.es/2017/01/topicos-espanoles-sobre-el-euskera.html).
Es el discurso hegemónico y
totalitario del que tiene el poder político, el cual incluye todos los
demás poderes como el poder ideológico o la capacidad de crear una
opinión pública aceptable frente a la opinión de las minorías que no lo
es. Como dice Uxoa “Indar konfrontazio bat dago, eta arriskuan jartzen
da haren status quo-a
(espainiar Estatuarena) eta diskurtso hegemonikoa” (hay una
confrontación de fuerzas, y se pone en cuestión su status quo -del
Estado español- y su discurso hegemónico).
Nuestra visión de la realidad
es para ellos subjetiva, distorsionada, ofensiva y llena de odio;
mientras que la suya es objetiva, ajustada a la realidad, graciosa y sin
ninguna malicia. El maniqueísmo es evidente y la confrontación entre
dos sujetos políticos también, uno con Estado y el otro con su Estado
ocupado.
El Pueblo que existe resiste, el
Pueblo que resiste puede y debe de reírse de su opresor pues le hace
daño en su orgullo, en su sentimiento de superioridad y en su afán de
sometimiento. Bien venido sea el humor anti imperialista y
liberador…aunque sea tan malo como el de este programa.
España es en la actualidad un
concepto teológico (el dios España: “Una y Grande” y uniforme), por lo
que reírse de ella o parodiarla (más por simples vascos), es una
blasfemia (o incitación al odio) para una Santa Inquisición resurgida de
sus cenizas (el gobierno de España y sus poderes mediáticos), los
cuales ponen a Torquemada al frente de ellos (a sus jueces), por lo que
sólo cabe ser condenado a la hoguera como lo fueron las brujas de
Zugarramurdi por fornicar con el diablo (la impía sedición).
Es mi nota
de humor a este artículo, lo cual puede “incitar al odio”, por lo que
puedo ser condenado a penas de cárcel, España es ansí.
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