martes, 19 de diciembre de 2017

El club de la miseria o el valor de llamarse Leopoldo

Qué descaro, qué convicción de inmunidad, qué desprecio por la dignidad ajena, qué soberbia, y qué falta de principios hay que ‘atesorar’ como para decir sin sonrojo todo lo que esta elementa ha llegado a soltar por su boca en un momento.

¡Qué separación de poderes ni qué separación de poderes! habrá pensado la vicepresidenta… ¿para qué queremos a los jueces más que para decirles lo que tienen que hacer y aparentar que esto es un Estado de derecho?

Por eso, a la hora de presumir de ‘descabezamientos’, nada de justicias, ni de constituciones ni monsergas, ¡viva la prevaricación! Si alguien ha ‘descabezado al independentismo’, ese ha sido el Partido Popular, y con Rajoy a la cabeza. ¡Eh!, y sin complejos.

Demos mucho asco:

El caso es que como en el PSOE debían tener envidia de la buena ante tal muestra de poderío pepero, Borrell, el famoso ‘perdonado’ por sus deslices con las ‘cosas de los administraciones y los dineros’, en lugar de callarse y pasar desapercibido no vayan a empezar a levantarse viejas alfombras, se pone estilo Goebbels y se lía a desinfectar como si no hubiera un mañana.

Albiol limpia, sí, pero él desinfecta, que es mucho más radical.

Borrell: Tenemos que desinfectar Cataluña

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‘No pot ser’, eso de que la gente piense diferente ‘no pot ser’. Eso de que alguien quiera, no ya romper la muy franquista unidad de la patria de los Borbones, sino siquiera votar esa posibilidad, ‘això no pot ser’. Y si para reforzar el mensaje tengo que burlarme de alguien que está en la cárcel por haber puesto urnas en un país que para ciertos derechos no las permite, pues nos burlamos y ya está, ¿eh, Pepito el de los palotes o el de las manos largas, eh?

El problema es que el pobre Junqueras se llama Oriol y no Leopoldo, o quizá el problema es que no mandó a sus huestes a matar a policías y asaltar instituciones, o que es catalán y no venezolano. De lo contrario seguro que ya estabais todos llorando por él y pidiendo su liberación, con González y Rivera a la cabeza. Pero como no se dan estas condiciones, parece que aquí no solo no pasa nada sino que hasta nos podemos reír de los no-presos-políticos.

Esto no es el club de la comedia, porque con tanta miseria y mezquindad nada puede resultar ni mínimamente gracioso. Y es que se sea o no soberanista, independentista, unionista, o mediopensionista, alguien con dignidad y decencia solo os puede ver como lo que sois, unos/as malnacidos/as que hacen mucho más triste este ya muy triste país.

ZASCA!