Sobre ARV, Ferreras y Guillermo Toledo

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 Mejores momentos de Guillermo en ARV. 27/06/2018

 Esperemos que el audio que ha extractado Jota POV en su canal siga ‘vivo’ el tiempo suficiente para que podáis, al menos, escucharlo.

Lo negativo que tenía que decir de Guillermo Toledo ya lo dije en su día, y le sentó muy mal, quizá porque no acabó de entender lo que entonces pretendía señalarle un desconocido sobre la diferencia entre ser y creer ser (algo que hoy sí parece tener claro).


Por lo demás, él acertó mucho más que yo en ciertas predicciones, y todavía no me he disculpado. Valgan estas líneas como petición.

 

Dicho esto hoy siento, exactamente igual que en aquel momento, una gran admiración por Willy, un tipo que pone sus principios y convicciones por delante de cualquier otra circunstancia. 

Y no solo eso, sino que defiende su criterio con una seguridad envidiable, a pesar del entorno, y en cualquier caso con el suficiente rigor como para no poder ser fácilmente ridiculizado o ninguneado, que es lo que se intenta con cualquier disidencia política y que es justamente lo que hoy han intentado hacer con Guillermo en el vertedero mediático de Ferreras, el chico de Florentino.

No les ha salido bien, y eso que la consigna estaba clara y hasta habían llevado a sus dos ‘progres’ de cabecera para intentar dejar al invitado como un extremista trasnochado por asimilación: Nativel Preciado y Javier Sardá.


 Y si no han llevado a Nachete (alias ‘petit Cebrián’), que hubiera resultado mucho más efectivo, es porque el susodicho no habrá querido jugarse su actual reputación de progresista fiable y su bien labrado horizonte.

Pero ni el recurso de última instancia del victimismo torticero les ha quedado convincente.

 El caso es que hemos asistido a una carambola extraordinaria y casi única que desde el régimen (Atresmedia es puro régimen) han querido, como mal menor, aprovechar y vender como ejemplo de normalidad democrática.


 Pero tanta es esa normalidad que andan desatados por cargarse cualquier reproducción del programa que no pase por sus cortes ‘oficiales’.

 

 Paco Bello