Catetilandia
Deberíamos dejar de llamar España a este país o lo que puñetas sea.
España hoy no significa nada, y si en origen algún día significó algo,
desconocemos el qué.
Porque dijeron unos que debe su nombre a la
abundancia de conejos, otros a que era ‘el norte’ para aquellos que
llegaron a sus costas o, simplemente, que Hispania era la tierra de
Híspalis; el territorio en el que se encontraba Híspalis (Sevilla).
El
caso es que pudiera ser eso o cualquier otra cosa, pero no lo sabemos ni
parece que lo vayamos a saber.
Y tampoco tiene importancia, porque los
romanos utilizaban esa denominación (Hispania) para toda la península
ibérica, precisamente por ser una península –una extensión geográfica
bien delimitada–, pero que hoy contiene dos realidades administrativas
‘independientes’ (España y Portugal) como podría contener treinta y
seis.
Vamos, que España no solo no significa nada sino que tiene su
origen en algo que no significa lo que se pretende inferir. Solo por eso
deberíamos repensar su nombre.
Se me ocurre que algo muy descriptivo y acertado sería, por ejemplo,
Catetilandia o similar.
Porque como eslogan de propaganda turística no
tendría rival: “¡Conozca Catetilandia, el país de Europa en el que
torturar animales está permitido y se considera un espectáculo
divertido, la gente adulta se golpea y llora paseando a muñecos de
madera y yeso de seres imaginarios (si se les supone poderes
sobrehumanos), y a otros de seres reales se les insulta y acribilla a
tiros si se les supone criterio propio!”.
A ver quién lo supera.
Casado no permitirá que en España "manden terroristas e independentistas"
*
Y es que tenía
razón Manuel Fraga, el ministro del truculento dictador pero
finalmente devenido en dirigente demócrata de toda la vida,
cuando puso en marcha aquello del Spain is different.
Y tan different.
Es tan radicalmente diferente de todo aquello que se acerque a la
cordura que, ya rizando el rizo, el candidato de uno de los dos partidos
que se han repartido la gobernanza del país desde 1981 se permite poner
a un mismo nivel a ‘comunistas, independentistas y terroristas’
¿Desde
cuándo ser comunista o independentista no es una opción política
perfectamente sana, válida y libre? ¿Desde cuándo se admite que un
despojo humano, como sin duda lo es alguien que hace esa comparación,
pueda liderar un partido con opciones de gobierno en un país
presuntamente desarrollado?
Ya contesto yo: desde nunca, pero es que
aquí no se cumple la condición ni por asomo.
Aquí
sí se puede.
Igual
que se puede hacer una campaña completa, en mítines y medios de
manipulación, demonizando todo lo que debiera ser contemplado como
algo natural y naturalizando todo lo que debiera considerarse una
aberración.
Reconquistas, donpelayos y negación del otro hasta el
extremo de encarcelar preventivamente las ideas, correr todo el espacio
ideológico cinco casillas hacia la ultraderecha neoliberal y reír los
linchamientos simulados.
Todo antes que poner en peligro un statu quo
construido, para regocijo y solaz de sus detentadores, sobre la
incultura de un pueblo adocenado, cobarde, servil, brutal, envidioso y
vengativo.
¿España? Viendo lo que al fin puede llegar a significar, mejor
cambiemosle el nombre por algo como lo ya propuesto, que es mucho más
amable.
Paco Bello
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR TU OPINION-THANKS FOR YOUR OPINION