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Vivir Quintana: "Canción sin miedo"
Esto que vais a escuchar ahora de Vivir Quintana es un pedazo de himno que tiene que retumbar en todo el mundo.
LOS FEMINICIDIOS QUE OCULTA LA PANDEMIA
Según el informe Global Study on homicide. Gender-related killing of women and girls
publicado por United Nations on Drugsan Crime (UNODC), en el que se
analizan diferentes formas de asesinatos de mujeres y niñas relacionados
con el sexo, alrededor del mundo un total de 87.000 mujeres fueron
asesinadas intencionalmente en 2017.
Más de la mitad de ellas 50.000 (58%) fueron asesinados por parejas íntimas o miembros de la familia, lo que significa que 137 mujeres en todo el mundo son asesinadas por un miembro de su propia familia todos los días.
Así mismo, 30.000 de las mujeres asesinadas intencionalmente en 2017 fueron asesinados por su pareja actual o anterior, es decir, fueron victimizadas por alguien con quien mantenían proximidad afectiva y en quien normalmente confiaban.
En el caso de América Latina como lo he identificado y señalado en el libro Cultura femicida (2019), en la región existe una prevalencia del femicidio íntimo. Según los datos recabados, estos delitos son cometidos principalmente por la pareja o ex pareja de la víctima, y las estadísticas muestran que la mayoría de los casos ocurren en el domicilio donde esta convivía con el agresor o donde ella residía y el femicida se apersonó para cometer el crimen.
Esto permite determinar que producto del machismo y la desigualdad, en condiciones habituales el hogar es el lugar más inseguro para las mujeres, situación que inevitablemente se exacerba en condiciones excepcionales.
En este contexto, es posible inferir que el aislamiento domiciliario de la población como medida de protección ante el coronavirus (COVID-19) declarada como pandemia el 11 de marzo de 2020 por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha contribuido al incremento de la violencia contra la mujer y el femicidio. En México entre el 16 de marzo y el 14 de abril, según denuncia la organización Marea Verde han asesinado a más de 210 mujeres, de ellas, al menos 163 son feminicidios.
En Colombia entre el 20 de marzo y el 4 de abril según declaraciones de la Vicepresidenta de la República Marta Lucía Ramírez, durante el aislamiento domiciliario se han presentado 12 feminicidios; por su parte en Argentina de acuerdo a un informe elaborado por el Observatorio de Femicidios “Adriana Marisel Zambrano” coordinado por la Asociación Civil “La Casa del Encuentro”, desde el 20 de marzo hasta el 16 de abril han sido perpetrados 21 femicidios en todo el país.
A esto se suma que el Covid-19 estas siendo utilizado por los agresores para ocultar sus crímenes y evadir a la justicia, así lo evidencian paradigmáticos femicidios recientemente cometidos en Argentina, entre estos el de Soledad Carioli (quien tras ser ingresada al hospital con síntomas de coronavirus y descartar su muerte por el mismo, se develó que presentaba múltiples traumatismos perpetrados por su pareja) y el de María Solange Diniz (asesinada, descuartizada, quemada y enterrada por su pareja porque aparentemente tenía coronavirus).
Pero pese a la gravedad de la situación, los femicidios no paralizan el mundo, continúan siendo ignorados y desatendidos por los Estados y convertidos en un espectáculo por parte de los medios de comunicación.
Por ello, ante la sistemática ocurrencia de los femicidios y su posible profundización en el contexto del confinamiento, es necesario que: 1)
Se declare la emergencia por femicidios en los países con altos índices de ocurrencia a fin de comprometer a los gobiernos a diseñar acciones inmediatas y concretas que permitan su prevención y disminución. 2)
Se realice el monitoreo de los casos de mujeres que ya han denunciado a sus agresores a fin de proveerles respuesta y protección inmediata ante el inminente riesgo de femicidio. 3) Se optimicen los canales de atención y recepción de denuncias y se proporcionen respuestas efectivas, eficientes y oportunas a las mujeres víctimas de violencia antes de un desenlace fatal.
4) Se resuelva la prisión preventiva para los agresores ante el riesgo inminente de femicidio.
5) Se aplique el Modelo de protocolo latinoamericano de investigación de las muertes violentas de mujeres por razones de género (femicidio/feminicidio) ante la muerte de mujeres aparentemente por Covid-19 para descartar que la muerte esconda otras causas como las agresiones machistas.
6) Se establezca la prohibición de que los cuerpos de las mujeres aparentemente muertas por coronavirus sean cremados o sepultados sin la realización de autopsias a fin de descartar la existencia de un femicidio.
Más de la mitad de ellas 50.000 (58%) fueron asesinados por parejas íntimas o miembros de la familia, lo que significa que 137 mujeres en todo el mundo son asesinadas por un miembro de su propia familia todos los días.
Así mismo, 30.000 de las mujeres asesinadas intencionalmente en 2017 fueron asesinados por su pareja actual o anterior, es decir, fueron victimizadas por alguien con quien mantenían proximidad afectiva y en quien normalmente confiaban.
En el caso de América Latina como lo he identificado y señalado en el libro Cultura femicida (2019), en la región existe una prevalencia del femicidio íntimo. Según los datos recabados, estos delitos son cometidos principalmente por la pareja o ex pareja de la víctima, y las estadísticas muestran que la mayoría de los casos ocurren en el domicilio donde esta convivía con el agresor o donde ella residía y el femicida se apersonó para cometer el crimen.
Esto permite determinar que producto del machismo y la desigualdad, en condiciones habituales el hogar es el lugar más inseguro para las mujeres, situación que inevitablemente se exacerba en condiciones excepcionales.
En este contexto, es posible inferir que el aislamiento domiciliario de la población como medida de protección ante el coronavirus (COVID-19) declarada como pandemia el 11 de marzo de 2020 por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha contribuido al incremento de la violencia contra la mujer y el femicidio. En México entre el 16 de marzo y el 14 de abril, según denuncia la organización Marea Verde han asesinado a más de 210 mujeres, de ellas, al menos 163 son feminicidios.
En Colombia entre el 20 de marzo y el 4 de abril según declaraciones de la Vicepresidenta de la República Marta Lucía Ramírez, durante el aislamiento domiciliario se han presentado 12 feminicidios; por su parte en Argentina de acuerdo a un informe elaborado por el Observatorio de Femicidios “Adriana Marisel Zambrano” coordinado por la Asociación Civil “La Casa del Encuentro”, desde el 20 de marzo hasta el 16 de abril han sido perpetrados 21 femicidios en todo el país.
A esto se suma que el Covid-19 estas siendo utilizado por los agresores para ocultar sus crímenes y evadir a la justicia, así lo evidencian paradigmáticos femicidios recientemente cometidos en Argentina, entre estos el de Soledad Carioli (quien tras ser ingresada al hospital con síntomas de coronavirus y descartar su muerte por el mismo, se develó que presentaba múltiples traumatismos perpetrados por su pareja) y el de María Solange Diniz (asesinada, descuartizada, quemada y enterrada por su pareja porque aparentemente tenía coronavirus).
Pero pese a la gravedad de la situación, los femicidios no paralizan el mundo, continúan siendo ignorados y desatendidos por los Estados y convertidos en un espectáculo por parte de los medios de comunicación.
Por ello, ante la sistemática ocurrencia de los femicidios y su posible profundización en el contexto del confinamiento, es necesario que: 1)
Se declare la emergencia por femicidios en los países con altos índices de ocurrencia a fin de comprometer a los gobiernos a diseñar acciones inmediatas y concretas que permitan su prevención y disminución. 2)
Se realice el monitoreo de los casos de mujeres que ya han denunciado a sus agresores a fin de proveerles respuesta y protección inmediata ante el inminente riesgo de femicidio. 3) Se optimicen los canales de atención y recepción de denuncias y se proporcionen respuestas efectivas, eficientes y oportunas a las mujeres víctimas de violencia antes de un desenlace fatal.
4) Se resuelva la prisión preventiva para los agresores ante el riesgo inminente de femicidio.
5) Se aplique el Modelo de protocolo latinoamericano de investigación de las muertes violentas de mujeres por razones de género (femicidio/feminicidio) ante la muerte de mujeres aparentemente por Covid-19 para descartar que la muerte esconda otras causas como las agresiones machistas.
6) Se establezca la prohibición de que los cuerpos de las mujeres aparentemente muertas por coronavirus sean cremados o sepultados sin la realización de autopsias a fin de descartar la existencia de un femicidio.
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