Las políticas del PP en Galiza son responsables de los incendios que queman nuestros montes
Galicia arde indefensa a manos de
pirómanos y especuladores del cemento y el eucalipto.
Desde el Gobierno de la Xunta de Galicia se pretende dar a entender que los incendios son algo inevitable, un fenómeno de la naturaleza, pero no es cierto, Galicia arde porque un gobierno irresponsable ha decidido recortar en medios y hacer leyes a medida de especuladores sin escrúpulos.
Desde el Gobierno de la Xunta de Galicia se pretende dar a entender que los incendios son algo inevitable, un fenómeno de la naturaleza, pero no es cierto, Galicia arde porque un gobierno irresponsable ha decidido recortar en medios y hacer leyes a medida de especuladores sin escrúpulos.
Los intereses oscuros de algunos se
van ahora a beneficiar de la aprobación de una ley que permite
recalificar suelo quemado, una ley que es mucho más peligrosa para los
montes gallegos que todo un año de sequía.
Dice el señor Feijoo que Galicia arde
porque el suelo está muy seco, alguien debería decirle a esta lumbrera
que esto suele pasar en verano, que todo el mundo sabe que en temporada
de lluvia, que en Galicia es casi todo el año, va a ser complicado que
suframos una ola de incendios.
Y Feijoo dice semejante tontería sin
ponerse colorado, al más puro estilo George W. Bush que en sus tiempos
como inefable presidente de Estados Unidos defendió públicamente que el
mejor modo de evitar incendios era cortar los árboles.
Es importante tener memoria histórica, también cuando hablamos de incendios en Galicia.
En los últimos días de julio de 2006,
hace ahora diez años, Galicia estaba a punto de enfrentarse a la que
acabó siendo peor ola de incendios en dos décadas.
Aquel verano ardieron en los montes
gallegos casi 100.000 hectáreas en unos 7.000 incendios y en una pésima
primera quincena de agosto llegaron a estar activos casi dos centenares
de focos al mismo tiempo, muchos de ellos próximos a las principales
ciudades y vías de comunicación e incluso en el entorno de la residencia
oficial del presidente de la Xunta.
Los incendios de aquellas dos semanas
largas, que habían provocado además la muerte de cuatro personas, dieron
lugar a una fortísima controversia política entre la Xunta y el que
entonces era único partido de la oposición, el PP.
En las siguientes semanas de rifirrafe partidario e institucional había llegado a salir a la luz que una parte de la dirección de los populares gallegos había instado a sus alcaldes a boicotear el dispositivo contra incendios de la Xunta mediante la obstaculización de la puesta en marcha de las brigadas municipales.
En las siguientes semanas de rifirrafe partidario e institucional había llegado a salir a la luz que una parte de la dirección de los populares gallegos había instado a sus alcaldes a boicotear el dispositivo contra incendios de la Xunta mediante la obstaculización de la puesta en marcha de las brigadas municipales.
Han pasado años del boicot del PP a
las brigadas contraincendios del entonces gobierno de la Xunta, pero el
PP popular ha seguido con su política de desmantelar y precariezar cada
vez más estas brigadas fundamentales en la prevención y lucha contra los
incendios forestales.
El colectivo de brigadistas es en gran
parte un grupo de trabajadores de carácter vocacional, que forman parte
de una empresa pública que ha pasado en los últimos años de miles de
trabajadores a los centenares actuales, y que después de estos años
continúan sin tener ni tan siquiera un convenio colectivo.
La Xunta de Galicia apuesta en este
caso, como en el caso del servicio de bomberos, por privatizar
salvajemente estos servicios básicos para la ciudadanía, entregando la
concesión a empresas privadas y desviando fondos que deberían ser
investidos en obra pública.
Este modelo de espolio y mercadeo con
lo público conlleva entre otras cosas una descoordinación evidente y una
operatividad ineficiente, lo lógico sería que este servicio formase
parte de un cuerpo único y coordinado a nivel autonómico.
Una ley de suelo irresponsable y
temeraria, unida a privatización salvaje de los servicios contra
incendios, sumada a la descoordinación, al drástico recorte de plantilla
de las brigadas contra incendios, a la falta de medios, al trabajo en
precario, son la suma de factores que nos da el resultado de una Galicia
en llamas, que arde por sus cuatro costados, no es la sequía la causa
de este drama señor Feijoo, es usted y su mal gobierno.
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